E Lichtbericht 85 - Erco
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Estación término: Lhasa<br />
Nuestro autor Harald Maass, corresponsal<br />
del diario «Frankfurter Rundschau» en<br />
Pekín, recorrió en tren el tramo de ferrocarril<br />
situado a mayor altitud del mundo<br />
hasta Lhasa en el Tíbet, donde se han<br />
instalado herramientas de iluminación<br />
de ERCO en la nueva estación.<br />
Por el altavoz del tren suena una canción<br />
pop china. «Tu corazón es demasiado blando»,<br />
susurra la voz. Xiao Wang vierte agua caliente<br />
de un termo sobre los fideos instantáneos. Es<br />
mediodía y, a través de las ventanas del compartimento,<br />
pueden admirarse las faldas nevadas<br />
del Himalaya. Xiao Wang tiene todavía un<br />
largo trayecto ante sí, más de 24 horas de viaje.<br />
En un rótulo luminoso al final del vagón brilla<br />
la inscripción: «Estación término Lhasa». Xiao<br />
Wang viaja en el Ferrocarril del Tíbet, una de<br />
las líneas ferroviarias más espectaculares del<br />
mundo.<br />
«Antes teníamos que atravesar en autobús<br />
los pasos de las cumbres», relata Xiao Wang. El<br />
carpintero originario de Sichuan asegura que<br />
el viaje era fatigoso y peligroso. Hasta 2006, la<br />
autopista Golmud-Lhasa era la única conexión<br />
por tierra con el Tíbet, abierta también durante<br />
el invierno. Gasolina, materiales de construcción,<br />
maquinaria, verduras: gran parte de las<br />
mercancías en el Tíbet debían transportarse<br />
trabajosamente por esta vía. Día y noche, los<br />
camiones traqueteaban sobre la deficiente<br />
calzada. Si todo iba bien, el trayecto duraba<br />
30 horas. Si uno de los frecuentes corrimientos<br />
de tierra había arrastrado la carretera, podía<br />
llegar a durar tres días.<br />
Xiao Wang viaja ahora más cómodamente.<br />
Yace sobre una litera de tren, que en China<br />
se conoce como «lugar duro para dormir».<br />
Un compartimento más adelante viajan dos<br />
monjes tibetanos con vestiduras de color rojo<br />
oscuro. Mientras que fuera va desfilando el<br />
hielo perpetuo de los glaciares del Himalaya,<br />
en el compartimento reina un calor agradable.<br />
Junto a cada asiento cuelga un tubo de plástico<br />
transparente del que fluye oxígeno. Sin esta<br />
ayuda respiratoria, la mayoría de pasajeros<br />
sufrirían mal de altura durante el viaje. Gran<br />
parte del trayecto hasta el Tíbet se halla a más<br />
de 4.000 metros de altitud. El paso más elevado<br />
que deben atravesar las locomotoras diésel del<br />
tipo «Dongfang 8» se encuentra a 5.072 metros,<br />
200 metros más que el Ferrocarril Andino en<br />
Perú. Así pues, el Ferrocarril Tibetano, cuyos<br />
costes de construcción ascendieron a alrededor<br />
de 3.300 millones de euros, es la línea ferroviaria<br />
más elevada del mundo.<br />
«Viajo a Lhasa para trabajar», explica Xiao<br />
Wang. Un par de años atrás ya había trabajado<br />
durante un verano en obras en el Tíbet.<br />
La economía en las tierras altas florece y la<br />
remuneración de los trabajadores migratorios<br />
es mayor que en las provincias de la China<br />
interior. «Si todo sale bien, tengo la intención<br />
de establecerme en el Tíbet», afirma. Sin embargo,<br />
su esposa e hijo permanecerán todavía en<br />
Sichuan.<br />
El Gran Timonel Mao Zedong fue el primero en<br />
soñar con un ferrocarril hasta el Tíbet. En 1973<br />
le dijo al rey del Nepal: «No puedo dormir hasta<br />
que el ferrocarril hasta el Tíbet esté terminado.»<br />
Sin embargo, los intentos de tender un tramo<br />
de vías sobre el Himalaya fracasaron entonces<br />
a causa del hielo perpetuo, inadecuado como<br />
sustrato para los raíles.<br />
Sólo tres década más tarde, los ingenieros<br />
chinos hallaron una solución al problema, y<br />
el plan se hizo realidad. Tras un periodo de<br />
construcción de cinco años, en verano de 2006,<br />
China inauguró el Ferrocarril del Tíbet desde<br />
Qinghai hasta Lhasa, con 1.142 kilómetros de<br />
recorrido. Se trata de uno de los proyectos más<br />
espectaculares de la historia del ferrocarril:<br />
El tramo atraviesa siete túneles y pasa sobre<br />
286 puentes. Miles de trabajadores resistieron<br />
durante la construcción el aire enrarecido de la<br />
cordillera y las gélidas temperaturas. El problema<br />
del suelo permanentemente congelado, que<br />
se desplaza con las estaciones del año y genera<br />
ondulaciones, fue resuelto por los ingenieros<br />
mediante un innovador sistema de refrigeración<br />
de los raíles. Unos tubos rellenos de amoniaco,<br />
hundidos a varios metros de profundidad,<br />
evitan que el suelo se caliente y se vuelva<br />
quebradizo durante los meses de verano.<br />
El sol ya casi ha desaparecido tras las cimas<br />
cuando el tren alcanza la planicie de Lhasa. Xiao<br />
Wang guarda la baraja con la que él y los vecinos<br />
de compartimento han pasado el rato. Se<br />
echa al hombro una gran bolsa de tela vaquera<br />
que contiene su equipaje. El tren se adentra<br />
El viaje en tren desde<br />
Pekín hasta Lhasa dura<br />
unos dos días. Los pasajeros<br />
pasan el tiempo<br />
con juegos de cartas o<br />
durmiendo en cualquier<br />
lugar que se preste a ello.<br />
lentamente en la nueva estación de Lhasa,<br />
cuyas paredes exteriores de estilo tibetano están<br />
bañadas en una luz brillante. Xiao Wang salta al<br />
andén y aspira el enrarecido aire de alta montaña.<br />
Para él, el viaje al Tíbet no ha hecho más que<br />
empezar.<br />
El recorrido atraviesa los<br />
grandiosos paisajes de<br />
las montañas tibetanas.<br />
Antes de construirse el<br />
ferrocarril, los viajeros<br />
sólo podían escoger entre<br />
el costoso avión o un<br />
fatigoso viaje de varios<br />
días en autobús.<br />
El Tibet-Express atra -<br />
viesa cumbres nevadas a<br />
5.000 metros de altitud:<br />
los viajeros no pierden<br />
la oportunidad de hacer<br />
fotos. Entretanto, en el<br />
vagón restaurante se sirve<br />
un desayuno chino.<br />
Debe reinar el orden: la<br />
nueva línea ferroviaria<br />
es, en todos los sentidos,<br />
un proyecto insignia<br />
para el Estado Chino. La<br />
seguridad, el confort y<br />
la protección ambiental<br />
satisfacen estrictos<br />
requisitos.<br />
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