El Señor Ministro del Trabajo, Dr. Rafael Pardo Rueda, no pudo ...

PONENCIA ECONOMIA DEL CUIDADO
FORO REGIONAL “USO DEL TIEMPO Y TRABAJO NO REMUNERADO”
Diciembre 3 de 2012, Bucaramanga - DANE
El Señor Ministro del Trabajo, Dr. Rafael Pardo Rueda, no pudo acompañarnos en esta
mañana de compromiso por la economía del cuidado. Sin embargo, ha enviado unas
palabras que quiere que yo comparta con ustedes:
La disparidad de género en la esfera laboral, tiene múltiples causas, así como un sin número de
consecuencias, que van desde la violación a los derechos humanos, hasta la consolidación de las trampas de
pobreza y la limitación del desarrollo justo e incluyente de nuestro país. Uno de los grandes causantes de las
desigualdades entre hombres y mujeres, es la división sexual del trabajo. A lo largo de la historia, las mujeres
han estado relegadas a la esfera de la reproducción y las labores del hogar no remuneradas. Los hombres,
por el contrario, a la esfera de la producción remunerada y calificada. Ello, ha fundado la definición de
identidades y de proyectos de vida diferenciados para ambos sexos y ha admitido la distribución irregular y
desigual del poder y los recursos.
Para los enfoques económicos tradicionales, el hogar ha sido entendido únicamente como una unidad de
consumo. Es decir que no es productor de insumos y recursos valorables para el funcionamiento del sistema
económico. 1
Por otra parte, hay quienes proponen una trasformación del enfoque de la teoría económica tradicional,
otorgándole a las labores del cuidado un reconocimiento fundamental para el funcionamiento de la economía
y el desarrollo de la sociedad 2 .
La economía del cuidado debe ser entendida como aquel trabajo que se realiza principalmente en la esfera
doméstica, el cual gira en torno al cuidado de los miembros del hogar, principalmente menores de 12 años,
personas con discapacidad y personas de la tercera edad. Este trabajo es el núcleo del proceso de
reproducción social, de donde nace el capital humano, motor de desarrollo de todas las demás esferas
económicas. 3
1 Elson, D. (1999) “Gender-Neutral, Gender-Blind, or Gender-Sensitive Budgets? Changing The Conceptual Framework
to Include Women’s Empowerment and the Economy of Care” en Gender Budget Initiative, Background Papers.
Commonwealth Secretariat. United Kingdom: London.
2 Razavi, Sh. (2007) The Political and Social Economy of Care in a Development Context. Conceptual Issues, Research
Questions and Policy Options. Gender and Development, Paper Nº 3, United Nations Research Institute for Social
Development (UNRISD), Geneva.
3 Picchio, A. (1999) “Visibilidad analítica y política del trabajo de reproducción social”. En: Carrasco, C. (ed) Mujeres y
economía. Barcelona: Icaria – Antrazyt.
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En este orden de ideas, las consecuencias de la invisibilización de las labores del cuidado y su segregación a
la mujer, ha tenido repercusiones nefastas en nuestra sociedad. Hay una mala distribución de los roles
sociales, una inequitativa forma de acceder al mercado laboral y una forma perversa de cuantificar el numero
de horas trabajadas.
Por ejemplo, la mujer hoy en día está trabajando en promedio 10.8 horas más que el hombre a la semana,
cuando se suman las tareas del hogar y las del mundo laboral; tiene diferencias salariales inferiores a los del
hombre cercanas al 21%; barreras de acceso al mercado laboral formal y en muchas ocasiones su formación
para el trabajo esta determinada por imaginarios sociales, que la limitan a ciertos campos, no siempre los
mejor remunerados.
En razón a lo anterior el Ministerio del Trabajo reconoce la importancia de ley 1413 de 2010, en la medida en
que es necesario incluir en el sistema de cuentas nacionales la economía del cuidado, pues hay una
contribución importante de esta actividad en el plano económico. Adicionalmente nos alerta, como Estado,
frente a la necesidad de construir políticas públicas en materia de discapacidad, niñez, vejez y de
restructuración de los roles sociales atribuidos tanto a hombres como a mujeres. Lo anterior, con el objetivo
de darle el espacio necesario a la mujer para que se inserte de manera efectiva en el mercado laboral y en
actividades mejor remuneradas.
Habiendo dicho lo anterior, es importante mencionar, que debemos tener cuidado en la manera en como se
aborda el reconocimiento de las labores del cuidado. Para el Ministerio del Trabajo es importante, que no se
asocie esta labor con la mujer de manera única y exclusiva. Por el contrario, invitamos a que las empresas
públicas y privadas, promuevan la flexibilización horaria y herramientas como el teletrabajo entre sus
trabajadores, hombres y mujeres, con el ánimo de distribuir las responsabilidades del hogar. Lo anterior
buscando que exista una eficiente distribución del capital humano, tanto en el mundo laboral formal, como en
esas tareas que nos competen a todos frente al cuidado y crianza de nuestros hijos, cuidado de nuestros
ancianos y las labores domesticas.
Así mismo, queremos incentivar a nuestras mujeres, para que se formen en todo tipo de carreras técnicas,
tecnológicas y profesionales; carreras que garanticen su desarrollo profesional, económico y social. Invitamos
a que nuestras mujeres estudien carreras con gran demanda por parte de los sectores productivos de nuestro
país, y que no limiten sus opciones por prejuicios sociales. No podemos seguir teniendo a nuestras mujeres
graduadas de las profesiones con menores remuneraciones. Es también inviable una sociedad que amenace
el tiempo de las mujeres y cree barreras dentro del mercado laboral a raíz de la maternidad.
Debemos erradicar la discriminación que afecta a las mujeres en el mundo del trabajo mediante el diseño, la
implementación, la validación y la transferencia de herramientas que propendan por la igualdad y equidad
entre ambos sexos. Esto se logrará mediante acciones de prevención, atención, empoderamiento legal y
protección.
El Ministro del Trabajo, Dr. Rafael Pardo Rueda, al llegar al Ministerio del Trabajo, hace un año, se forjó la
meta de reducir las cifras que afectaban a la mujer en la esfera laboral, entre otras:
1. Eliminar de todas las formas de discriminación contra la mujer en su lugar de trabajo. Lo cuál incluye una
revisión de las normas contra el Acoso Laboral y Sexual.
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2. La creación de condiciones propias de un mercado laboral justo en donde se reduzca el desempleo de
las mujeres, que en ese entonces doblaba la del hombre (15.6% vs 8.5%). Hoy la tasa de desempleo
femenina esta alrededor del 13.1%.
3. La mitigación de la informalidad de la cual 60% está en cabeza de la mujer.
4. Y la eliminación de las brechas salariales entre hombres y mujeres las cuales se sitúan entre el 20 y el
25%, como ya lo señalamos.
En este contexto, el Ministerio ha desarrollado el Programa Nacional de Equidad Laboral con Enfoque
Diferencial de Género, y creó un grupo especial adscrito al Despacho, que garantiza la transversalidad del
enfoque de género en las políticas, programas y proyectos del Ministerio y sus entiedades adscritas.
Como parte transversal del Programa, se ha impulsado la implementación de Sistemas de Gestión en
Equidad de Género y del Sello de Equidad Laboral, los cuales buscan incorporar el enfoque de género a las
empresas, mediante medidas integradas y comprensivas para cambiar la estructura y cultura organizacional,
creando condiciones más justas y dignas para trabajadores y trabajadoras. Hoy Colombia hace parte de la
Comunidad del Sello de América Latina, con países como Brasil, México, Chile y Uruguay, y somos
precursores de un cambio social regional.
Adicionalmente, se han emprendido acciones afirmativas y políticas diferenciales que buscan incentivar, la
contratación de la mujer. Tal es el caso de la Ley 1429 de 2010, más conocida como la Ley de Formalización
y Primer Empleo, donde se establece que quienes contraten a jóvenes menores de 28 años; a mujeres
mayores de 40 que no hayan tenido un contrato laboral en los últimos 12 meses; a personas que ganen
menos de 1.5 salarios mínimos; madres cabeza de familia de Sisbén 1 y 2; personas con discapacidad,
desplazados y reinsertados; podrán descontar de la base del impuesto de renta, los parafiscales de los
empleos generados. Así mismo, se viene trabajando de la mano con el Ministerio de Hacienda y la Alta
Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer en la reglamentación del artículo 23 de la ley 1257 de
2008, con la cual se busca beneficiar a quienes contraten a mujeres víctimas de la violencia comprobada.
En la medida en que la reducción de la “(…) la inequidad de género, es tanto un fin como un medio para un
desarrollo sostenible e incluyente” 4 y reconociendo el rol fundamental de las empresas públicas y privadas en
la inserción justa y equitativa de la mujer en el mercado laboral, el Ministerio del Trabajo, como cabeza de
sector, invita a las empresas de todos los sectores económicos a adoptar dentro de sus políticas y directrices
el enfoque de género.
El cambio propuesto debe ser estructural. La sociedad entera, y especialmente los hombres, deben valorar el
aporte económico y social del trabajo de las mujeres. Necesitamos que ellas tengan acceso a trabajos dignos
y decentes. Ese es solo el comienzo para eliminar las asimetrías sociales y reducir la pobreza. Es así como
para Colombia, la inclusión equitativa de la mujer en el mercado laboral, es una obligación, una necesidad y
un reto que asumiremos mediante el desarrollo de políticas laborales con un enfoque transversal.
Muchas gracias.
4 4th High Level Forum on Aid Effectiveness. Busan Partneship for Effective Development Co-operation. Final outcome
document.. 29 Nov-1 Dec, 2011, Busan, Korea.
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