Vidente de Jaén – Mensajes 2012 - Apariciones de Jesús y María
Vidente de Jaén – Mensajes 2012 - Apariciones de Jesús y María
Vidente de Jaén – Mensajes 2012 - Apariciones de Jesús y María
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
14 OCTUBRE, <strong>2012</strong><br />
Qué importante es llevar un Sacerdote en los últimos días <strong>de</strong> un moribundo<br />
Muchedumbres <strong>de</strong> almas en todas las generaciones se con<strong>de</strong>nan por no querer poner nada <strong>de</strong><br />
su parte en lo que a salvarse se refiere, y así, pasaron la vida tonta, como autómatas,<br />
envueltos en una apatía o <strong>de</strong>sidia tal que su misma indiferencia le llevaron al abismo eterno,<br />
cuando hubiera sido muy fácil para sus almas salvarse.<br />
Nunca nombraron el Santo Nombre <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong> con amor. Nunca dieron gracias a Dios por sus<br />
bienes y su existencia. Nunca se preocuparon <strong>de</strong>l sufrimiento ajeno y vivieron su vida tan<br />
personalmente que pasaron la misma sin hacer ni el bien, ni el mal, pero sin un ápice <strong>de</strong> fe. Yo,<br />
<strong>Jesús</strong>, os hablo.<br />
De esas muchedumbres algunos se salvaron en el último instante al preocuparse sus familiares<br />
<strong>de</strong> darles la Unción <strong>de</strong> Enfermos y, con la Gracia <strong>de</strong>l Sacramento, en el instante final <strong>de</strong> su<br />
vida, hicieron que interiormente fijaran su mirada en Dios Todopo<strong>de</strong>roso y le dijeran: “Perdón,<br />
Dios Mío, ten misericordia <strong>de</strong> mí”.<br />
Por eso, hijos Míos, hijos <strong>de</strong> Dios Altísimo, ved qué importante es llevar un Sacerdote en<br />
los últimos días <strong>de</strong> un moribundo, y sobre todo, en los últimos momentos, porque aunque<br />
haya pasado una vida baldía en lo que se refiere al Reino <strong>de</strong> los Cielos, si en el último instante<br />
vuelven su mirada a Dios, ese instante les pue<strong>de</strong> cambiar el <strong>de</strong>stino eterno, que ya luego Mi<br />
Misericordia los purificará en el Purgatorio el tiempo que sea necesario, aunque si ofrecéis<br />
sufragios, indulgencias y sobre todo Misas, a<strong>de</strong>lantaréis la hora <strong>de</strong> la liberación <strong>de</strong> esas almas.<br />
Yo, <strong>Jesús</strong>, os hablo.<br />
Mi Corazón Divino lo que más <strong>de</strong>sea es que os salvéis, porque la eternidad no tiene fin, y una<br />
vez en ella, no se pue<strong>de</strong> salir <strong>de</strong>l estado en que entréis, sea dichoso o <strong>de</strong> reprobación. Así que,<br />
hijos, llevad a vuestros enfermos y ancianos a los Sacerdotes. Ayudadles para bien morir, no<br />
tengáis reparo, y si ellos no pue<strong>de</strong>n ir porque están impedidos, llevadles al Sacerdote a casa <strong>de</strong><br />
en vez en cuando, pero antes preparadles vosotros para que lo reciban con alegría y no con<br />
rechazo o miedo. Yo, <strong>Jesús</strong>, os hablo.<br />
Hijos, amad en Mi Corazón a vuestros enfermos y agonizantes, no sólo los atendáis físicamente.<br />
No os olvidéis <strong>de</strong> sus almas y encomendadlos a Mi Santa Madre una y otra vez. Yo, <strong>Jesús</strong>, os<br />
hablo y os bendigo.<br />
23 OCTUBRE, <strong>2012</strong><br />
Mi dolor es acérrimo, punzante, porque Me tenéis el Alma lacerada <strong>de</strong> tanto mal<br />
Hijos <strong>de</strong> Dios, ¿lo sois <strong>de</strong> verdad? ¿Sois hijos <strong>de</strong> Dios? Si sois hijos <strong>de</strong> Dios en poco os parecéis<br />
a vuestro Padre Celestial que no hace distinción <strong>de</strong> personas y, ama a todos por igual y por<br />
todos mandó al mundo a Su Hijo Unigénito. Yo, <strong>Jesús</strong>, os hablo.<br />
Hijos Míos, ¿sois <strong>de</strong> verdad Mis hijos? ¿Sois hijos Míos, Fundador <strong>de</strong> la Iglesia Católica que os<br />
proveí <strong>de</strong> todo lo necesario para vuestra salvación y malográis y <strong>de</strong>secháis Mis Sagrados Dones,<br />
42