1er. semestre - Año XXV - aespat

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72 Felicísimo Valbuena de la Fuente sus sobrinos en la fiesta de Acción de Gracias, o cuando intenta suicidarse en el Hotel Waldorf Astoria y, finalmente, autorrecreado– cuando, en el elitista Colegio Berg, y encontrándose en las peores condiciones, el estudiante Charles Simms logra mantener su integridad y Slade pronuncia un gran discurso que logra la absolución de quien ha sido su lazarillo durante tres días. Ahora he decidido escoger una película muy distinta. Hotel Rwanda presenta el ambiente turbulento del genocidio que los hutus cometieron sobre los tutsis en 1994. Dentro de ese ambiente terrible, el Gerente del Hotel des Mille Hollines, Paul Rusesabagina, consigue autorrecrear el ambiente y salvar las vidas de cientos de tutsis. Estudiaré esta película teniendo en cuenta los diferentes niveles del AT: Análisis Estructural y Funcional, Análisis de las Transacciones, Caricias, Juegos y Guión. A la vez, y como el protagonista es, sobre todo, un gran negociador, mostraré las tácticas que va empleando en cada momento. La letra M, seguida por un número, significa el minuto aproximado de la película. 1. ANÁLISIS ESTRUCTURAL Y FUNCIONAL 1.1. Padre Crítico, Prejuicio y Posición básica ante la vida M1-7: La película comienza con la pantalla en negro y sólo oímos la voz de un locutor que habla desde la RTLM, “emisora del poder hutu”. Dice que odia a todos los tutsis, porque la historia dice que los tutsis colaboraron con los colonos y arrebataron las tierras a los hutus. Llama “cucarachas”, asesinos, traidores e invasores a los a los tutsis. “Erradicaremos a esa plaga”. Finaliza diciendo “¡Estén alerta. Vigilen a sus vecinos!”. Este mismo locutor, al que nunca vemos, intervendrá en momentos decisivos de la película, para dar las órdenes que condujeron al exterminio de cientos de miles de tutsis. Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 56, Año 2007 Por tanto, este locutor tiene contaminado su Adulto por un Padre, es decir, sufre un prejuicio hacia los hutus, y activa continuamente su Padre Crítico. M13: dos corresponsales de guerra que ha enviado una televisión a Ruanda, mantienen una conversación preguntan a un periodista ruandés, Benedict, a qué se debe este conflicto tribal. El periodista declara que, según los colonos belgas, los tutsis eran más altos, más elegantes, tenían la piel más clara y la nariz más alta. Los colonos medían la anchura de la nariz. Sin embargo, al marcharse, los colonos dejaron el poder en manos de los hutus, que aprovecharon para vengarse por los años de dominio de los tutsis. Por tanto, el prejuicio de los hutus hacia los tutsis proviene de los colonos belgas y sus consecuencias se hacen notar décadas después. Es decir, el perjuicio está oculto y puede salir en cualquier momento a la superficie, cuando alguien quiere activarlo. Y las consecuencias se hacen notar en la vida diaria de los habitantes de Ruanda. M18: informan que han derribado el avión donde viajaba el Presidente de Ruanda. Los dirigentes hutus culpan a los tutsis de ese atentado, precisamente para buscar un chivo expiatorio, como históricamente han hecho quienes manejan los prejuicios. M32: Gregoire, un empleado del Hotel que sigue al pie de la letra las instrucciones que los hutus reciben por la radio, se niega a trabajar y, cuando el Gerente, Paul Rusesabaniga, le pide explicaciones, replica que ha decidido ocupar una suite, porque no puede soportar el olor de las “cucarachas”, es decir, de los hutus que trabajan o están refugiados en el hotel. M45: la cooperante blanca dice que el objetivo prioritario de los hutus son los niños tutsis, para así acabar con la siguiente generación. Es decir, el prejuicio puede tener unos efectos devastadores en el presente y en el futuro. Por eso, el Adulto de los dirigentes hutus puede estar pensando en el futuro, pero para destruir. Por eso

Análisis de la película Hotel Rwanda 73 está tan contaminado por creencias enteramente inconsecuentes. La posición básica de la vida de los dirigentes hutus hacia la población tutsi es arrogante: Yo estoy bien- Tú estás mal. M47: El Gerente del Hotel conversa en el bar con el coronel Oliver, que está al mando de las tropas de las Naciones Unidas. Aquí es posible comprobar cómo el prejuicio no sólo está instalado en las mentes de los hutus, sino que ha invadido las mentes de los responsables de la política internacional. “Para Occidente, para todas las potencias, sois una mierda. Os consideran basura, no valéis nada. Podrías ser el dueño del Hotel, pero no eres blanco. No sólo eres negro; eres africano. No van a quedarse (las tropas internacionales); van a proseguir (los hutus) las matanzas”. El coronel Oliver es un hombre honrado, y sólo la tensión por la que está pasando le hace ser tan sincero que viola psicológicamente al Gerente del Hotel. “Sólo cuento con 300 hombres para todo el país”. Su posición vital en ese momento es Yo estoy mal-Tú estás mal. Seguidamente, el Gerente Paul Rusesabaniga habla con su mujer y el espectador puede advertir su frustración por haber internalizado un prejuicio de radio mayor, como es el de muchos responsables internacionales hacia los millones de habitantes del África negra: “Soy tonto. Me dijeron que era uno de ellos y me lo tragué todo. No tengo historia. Soy un tonto, Nancy”. Es decir, descubre que se ha comportado como un Niño Adaptado. 1.2. Adulto y Pequeño Profesor Durante prácticamente toda la película, El Gerente del Hotel des Mille Hollines, Paul Rusesabagina, muestra un Estado del Ego de Pequeño Profesor, es decir, el Adulto que hay en el Niño, tal como lo concibe el Análisis Funcional de Segundo Orden. Ofrecemos varios de estos momentos para fundamentar nuestras afirmaciones. M1-7: El Gerente, que es hutu, viaja en una furgoneta del Hotel que conduce su ayudante de confianza, que es tutsi, hasta el Aeropuerto de Kilgali, donde recoge unas cajas de puros cubanos y una de langostas. Después, durante el camino, le comenta a su ayudante que, si a un hombre de negocios le da 10.000 francos –el precio de cada puro–, a éste le resulta indiferente esa cantidad, pero que si le da un puro, eso significa “estilo”. Sabe, pues, convertir los atributos de las cosas en beneficios, y esto le resultará muy útil durante toda la historia. Marchan hacia el almacén de provisiones, cuyo jefe es Rutagunda. Éste le invita a unirse al poder hutu, pero Paul Rusesabaniga prefiere mantenerse alejado de la política, aunque acepta la bandera del poder hutu que le da Rutagunda. De una manera accidental, a un empleado se le cae una caja de la máquina transportadora y caen al suelo los machetes que venían en la caja. Rutagunda presenta los machetes como una oportunidad de negocio, pero durante toda la película apenas veremos machetes, sino sólo su ruido aterrador. Rusesabaniga se da cuenta del uso al que van a destinar esos machetes importados de China. En medio de las calles de Kilgali, capital de Ruanda, algunos componentes de una turba reconocen al conductor de la furgoneta como tutsi. Entonces, Rusesabaniga muestra la bandera del poder hutu y esto salva la vida del ayudante. Llegan al Hotel y la caja de langostas se ha descongelado, con lo que aquéllas se han echado a perder. El Gerente sugiere a los cocineros que conserven los caparazones y los rellenen con picadillo, buena carne, mandioca y pescado y los presenten como “langosta fresca con mandioca“. M11: En un momento de intimidad, el Gerente revela a su mujer la estrategia que sigue: “Me esfuerzo todo el día por complacer a un oficial, a un diplomático, a un turista para acumular favores, por si necesitamos ayuda en cualquier momento. Contaremos con personas poderosas a las que Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 56, Año 2007

Análisis de la película Hotel Rwanda 73<br />

está tan contaminado por creencias enteramente<br />

inconsecuentes.<br />

La posición básica de la vida de los dirigentes<br />

hutus hacia la población tutsi es<br />

arrogante: Yo estoy bien- Tú estás mal.<br />

M47: El Gerente del Hotel conversa en el<br />

bar con el coronel Oliver, que está al mando<br />

de las tropas de las Naciones Unidas.<br />

Aquí es posible comprobar cómo el prejuicio<br />

no sólo está instalado en las mentes de<br />

los hutus, sino que ha invadido las mentes<br />

de los responsables de la política internacional.<br />

“Para Occidente, para todas las potencias,<br />

sois una mierda. Os consideran<br />

basura, no valéis nada. Podrías ser el dueño<br />

del Hotel, pero no eres blanco. No sólo<br />

eres negro; eres africano. No van a quedarse<br />

(las tropas internacionales); van a proseguir<br />

(los hutus) las matanzas”. El coronel<br />

Oliver es un hombre honrado, y sólo la tensión<br />

por la que está pasando le hace ser<br />

tan sincero que viola psicológicamente al<br />

Gerente del Hotel. “Sólo cuento con 300<br />

hombres para todo el país”. Su posición vital<br />

en ese momento es Yo estoy mal-Tú estás<br />

mal.<br />

Seguidamente, el Gerente Paul Rusesabaniga<br />

habla con su mujer y el espectador<br />

puede advertir su frustración por haber internalizado<br />

un prejuicio de radio mayor,<br />

como es el de muchos responsables internacionales<br />

hacia los millones de habitantes<br />

del África negra: “Soy tonto. Me dijeron que<br />

era uno de ellos y me lo tragué todo. No<br />

tengo historia. Soy un tonto, Nancy”. Es decir,<br />

descubre que se ha comportado como<br />

un Niño Adaptado.<br />

1.2. Adulto y Pequeño Profesor<br />

Durante prácticamente toda la película,<br />

El Gerente del Hotel des Mille Hollines, Paul<br />

Rusesabagina, muestra un Estado del Ego<br />

de Pequeño Profesor, es decir, el Adulto<br />

que hay en el Niño, tal como lo concibe el<br />

Análisis Funcional de Segundo Orden.<br />

Ofrecemos varios de estos momentos<br />

para fundamentar nuestras afirmaciones.<br />

M1-7: El Gerente, que es hutu, viaja en<br />

una furgoneta del Hotel que conduce su<br />

ayudante de confianza, que es tutsi, hasta<br />

el Aeropuerto de Kilgali, donde recoge unas<br />

cajas de puros cubanos y una de langostas.<br />

Después, durante el camino, le comenta a<br />

su ayudante que, si a un hombre de negocios<br />

le da 10.000 francos –el precio de cada<br />

puro–, a éste le resulta indiferente esa cantidad,<br />

pero que si le da un puro, eso significa<br />

“estilo”. Sabe, pues, convertir los atributos<br />

de las cosas en beneficios, y esto le resultará<br />

muy útil durante toda la historia.<br />

Marchan hacia el almacén de provisiones,<br />

cuyo jefe es Rutagunda. Éste le invita<br />

a unirse al poder hutu, pero Paul Rusesabaniga<br />

prefiere mantenerse alejado de la política,<br />

aunque acepta la bandera del poder<br />

hutu que le da Rutagunda. De una manera<br />

accidental, a un empleado se le cae una<br />

caja de la máquina transportadora y caen al<br />

suelo los machetes que venían en la caja.<br />

Rutagunda presenta los machetes como<br />

una oportunidad de negocio, pero durante<br />

toda la película apenas veremos machetes,<br />

sino sólo su ruido aterrador. Rusesabaniga<br />

se da cuenta del uso al que van a destinar<br />

esos machetes importados de China.<br />

En medio de las calles de Kilgali, capital<br />

de Ruanda, algunos componentes de una<br />

turba reconocen al conductor de la furgoneta<br />

como tutsi. Entonces, Rusesabaniga<br />

muestra la bandera del poder hutu y esto<br />

salva la vida del ayudante.<br />

Llegan al Hotel y la caja de langostas se<br />

ha descongelado, con lo que aquéllas se<br />

han echado a perder. El Gerente sugiere a<br />

los cocineros que conserven los caparazones<br />

y los rellenen con picadillo, buena carne,<br />

mandioca y pescado y los presenten<br />

como “langosta fresca con mandioca“.<br />

M11: En un momento de intimidad, el<br />

Gerente revela a su mujer la estrategia que<br />

sigue: “Me esfuerzo todo el día por complacer<br />

a un oficial, a un diplomático, a un turista<br />

para acumular favores, por si necesitamos<br />

ayuda en cualquier momento. Contaremos<br />

con personas poderosas a las que<br />

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