1er. semestre - Año XXV - aespat
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54 Juan García Moreno<br />
Rogers (1971) pasó de la teorización de<br />
la relación psicoterapéutica a la de las “relaciones<br />
sociales”:<br />
Al tratar de aplicar las enseñanzas deducidas<br />
de nuestra experiencia de terapeutas a<br />
campos tales como la educación, la administración<br />
industrial, la vida familiar, etc., hemos<br />
llegado a la conclusión de que nuestros principios<br />
implicaban, en la práctica, una teoría<br />
de las relaciones humanas (p. 262).<br />
Rogers trata de explicitar y formular, a<br />
partir de la teoría de la psicoterapia, la estructura<br />
dinámica de toda comunicación y<br />
relación interpersonal y, a su vez, a concebir<br />
la relación terapéutica como una forma<br />
más de toda relación interpersonal: “...ya<br />
que la relación terapéutica no es más que<br />
un caso particular del campo de las relaciones<br />
interpersonales” (p. 264).<br />
Rogers especifica, en busca de mayor<br />
efectividad funcional: las “condiciones del<br />
desarrollo de una relación que se deteriora”<br />
(p. 264), las características del “proceso<br />
de una relación negativa” (p. 265), “los<br />
efectos de una relación que se deteriora”<br />
(p. 267), las “condiciones de una relación<br />
en vías de mejoría” (p. 269), “el proceso de<br />
una relación que mejora” (p. 270), los<br />
“efectos de una relación positiva” (p. 271),<br />
y el “esbozo de una ley de las relaciones<br />
interpersonales” (p. 271).<br />
Rogers, en este aspecto como en otros,<br />
trata de apoyar empíricamente sus afirmaciones.<br />
Aquí reconoce que todo ello no es<br />
nada más que una deducción lógica de las<br />
afirmaciones de la relación terapéutica basada<br />
en datos empíricos:<br />
Aunque esta teoría de las relaciones interpersonales<br />
pueda gloriarse de poseer algunos<br />
elementos de prueba deducidos de la experiencia<br />
clínica y de la investigación, en este<br />
momento parece preferible presentarla<br />
sencillamente como una teoría derivada (p.<br />
272-273).<br />
Dentro de esta misma temática, Rogers<br />
(1973, pp.. 273-276) intenta una aplicación<br />
de la teoría de la relaciones humanas a diversos<br />
campos: familiar, educación y<br />
aprendizaje (basándose en los estudios<br />
Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 56, <strong>Año</strong> 2007<br />
empíricos de Gross, 1948; Schwebel y<br />
Asch, 1948; Asch, 1951; Faw y Volney,<br />
1949; Faw, 1954), y dirección de grupos<br />
(basada en investigaciones como las de<br />
Roethlisberger y Dickson (1939), Coch,<br />
Lester y French (1948), Radke y klisurich<br />
(1947), y Gordon (191951, 1955).<br />
El mismo Rogers presenta una “teoría de<br />
la solución de tensiones y conflictos en los<br />
grupos” con una especificación de las “condiciones<br />
para la solución de conflictos entre<br />
grupos” (p. 277), y “el proceso de solución<br />
de los conflictos intergrupales (p. 277).<br />
Rogers (1971) en su afán de fundamentar<br />
empíricamente todos sus asertos termina<br />
diciendo:<br />
En fin, el valor sistemático de nuestra teoría<br />
se ha revelado, sobre todo, en la investigación.<br />
No se puede dudar que, en este terreno,<br />
nuestros esfuerzos han sido coronados<br />
por un éxito considerable.<br />
El desarrollo de esta tarea teórica y experimental<br />
se ha llevado a cabo, grosso modo,<br />
en el orden siguiente:<br />
– adquisición de experiencia clínica terapéutica;<br />
– formulación de hipótesis teóricas provisionales;<br />
– comprobación de estas hipótesis por<br />
medio de la investigación;<br />
– adquisición de datos nuevos sacados<br />
de la investigación;<br />
– modificación de las teorías en función<br />
de una mayor experiencia terapéutica y experimental;<br />
– y comprobación de las proposiciones<br />
teóricas revisadas. Etc.<br />
Y en el capítulo siguiente (XII: “La investigación.<br />
Las raíces científicas de nuestro enfoque<br />
terapéutico”), el lector tendrá ocasión<br />
de familiarizarse más con ciertos aspectos experimentales<br />
de este desarrollo (p. 279-180).<br />
Es muy importante esta aportación de C.<br />
Rogers a la teorización, basada en datos<br />
empíricos clínicos y experimentales, acerca<br />
de las relaciones humanas, en general y terapéuticas,<br />
en especial. Su teoría de la relaciones<br />
humas constituye un hito más en<br />
la estructuración de la psicoterapia social<br />
con aplicaciones, como hemos expuesto, a