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1er. semestre - Año XXV - aespat

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Terapia Gestalt y Análisis Transaccional: semejanzas y diferencias 35<br />

sando en términos de los estados del Yo<br />

Padre, Adulto y Niño, juegos e incluso guiones,<br />

que en términos de la gestalt como<br />

“deflexión” y “retroflexión”, “top-dog” y “under-dog.<br />

Muchos terapeutas de la Gestalt, en sus<br />

inicios, incluyendo Fritz Perls, consideraban<br />

o consideran que el paciente tiene la<br />

vivencia en la terapia, e integra la experiencia<br />

él mismo a medida que va saliendo<br />

de los “impasses” o callejones sin salida y<br />

no necesita ninguna información del terapeuta<br />

para integrar. Los transaccionalistas<br />

más puristas, incluyendo Berne en sus inicios<br />

y los Seminarios de San Francisco de<br />

Psiquiatría Social, creen que si el terapeuta<br />

ofrece al paciente suficiente información<br />

acerca de él mismo, relacionada con sus<br />

estados del Yo, transacciones, juegos y<br />

guiones, el paciente utilizará la información<br />

para integrar, tomando decisiones con los<br />

datos procesados (estado del Yo Adulto).<br />

Estos ortodoxos del AT no creen que el paciente<br />

necesite pasar por una experiencia<br />

gestáltica para integrar y cambiar, no necesita<br />

vivenciar experiencias en las que tiene<br />

que pasar por los callejones sin salida.<br />

Para los terapeutas de la Gestalt es bien<br />

conocida la frase de Perls: “deja a un lado<br />

la cabeza y vuelve a los sentidos”. Por otra<br />

parte Berne trabajaba con las emociones y<br />

las cogniciones. Considero que ambas, la<br />

experiencia de la Gestalt y el material cognitivo,<br />

son necesarias y la intervención terapéutica<br />

será más eficaz con ambas que<br />

con una sola de ellas. Otra forma de integrar<br />

la TG y el AT es confrontando los juegos.<br />

Un juego psicológico es una serie de<br />

transacciones que terminan en un sentimiento<br />

de displacer, se juega fuera del darse<br />

cuenta del estado Adulto del paciente, al<br />

final del cual el jugador dice algo acerca de<br />

sí mismo y/o otros, como “Nadie me quiere”,<br />

“Siempre dije que los hombres no eran<br />

buenos”.<br />

El contacto es el corazón de la TG, el<br />

contacto con los pacientes es el darse<br />

cuenta de su existencia, el darme cuenta<br />

de mi mismo como terapeuta, y lo que ocurre<br />

entre ambos (yo-tú buberiano).<br />

Mientras observo al paciente y le escucho,<br />

estoy escuchando y observando una<br />

serie de contactos, de tomas de conciencia,<br />

que están definidas en el AT. Escucho<br />

las emociones de displacer que tiene el paciente<br />

y cómo conserva dichos sentimientos;<br />

escucho los juegos en que participa, y<br />

encuentro los tipos de fantasías que tiene<br />

de su vida y que mantienen sus emociones<br />

displacenteras. Me interesa saber cómo<br />

era de pequeño, y cómo es que ahora se<br />

comporta exactamente lo mismo que ese<br />

niño pequeño que antes era. Me interesa<br />

saber cómo eran sus padres, y cómo es<br />

que se comportaban, pensaban y sentían<br />

tal como lo hacían. Necesito saber qué tipo<br />

de mensajes (mandatos) de niño recibía<br />

de ellos y cómo él reaccionaba a esos<br />

mandatos. Necesito saber cómo es que se<br />

bloquea en el Ciclo de la Experiencia, cómo<br />

es que él mismo se mantiene en un<br />

“impasse” o callejón sin salida, evitando intimidad,<br />

autonomía, creatividad, espontaneidad,<br />

evitando crecer.<br />

Muchos terapeutas de la Gestalt se centran<br />

rígida y obsesivamente en el momento<br />

inmediato del aquí y el ahora, sin jamás relacionar<br />

el momento existencial presente<br />

con el pasado; no estoy de acuerdo con esa<br />

posición, el pasado aunque ya no es ha<br />

existido, y el paciente tiene que descubrir<br />

cómo este pasado ha determinado el presente.<br />

Uno de mis instrumentos psicológicos<br />

de diagnóstico preferido pertenece a la teoría<br />

tridimensional de William Schutz y se conoce<br />

como el LIPHE (siglas en ingles). Se<br />

trata de completar una escala con los recuerdos<br />

que se tiene de los padres en el<br />

momento presente, considerando la infancia<br />

y la adolescencia. La escala contiene cuatro<br />

tipos de reactivos, que inician con frases de:<br />

“yo quería que mi padre…”; “yo quería que<br />

mi madre…”; “mi padre quería que yo…”; y<br />

mi madre quería que yo…”. De estas dos últimas<br />

categorías de ítems proviene la aprobación<br />

o Desaprobación Parental Percibida<br />

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 56, <strong>Año</strong> 2007

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