1er. semestre - Año XXV - aespat

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28 Carolina Fernández-Salinero Miguel Competencia Visual- Espacial Competencia Cinestésico- Corporal Competencia Naturalista- Ambiental Competencia Existencial Competencia Interpersonal Competencia Intrapersonal Competencia Socio-Cultural YO PADRE Identifica las normas, las organiza y adapta a cada situación. Pensamiento abstracto (saber); razonamiento espacio-temporal (saber hacer); manejo de las percepciones contextualizadas (saber estar); ubicación espacio-temporal (saber ser). Sus gestos van más allá de sus palabras. Piensa con cuerpo y mente (saber); comunicación verbal y gestual en paralelo (saber hacer); no utiliza gestos fuera de lugar o excesivos (saber estar); comportarse en consonancia con cada situación es su lema (saber ser). Busca siempre un buen ambiente de trabajo. Conoce las normas higiénico-sanitarias (saber); hace cumplir esas normas en el lugar de trabajo (saber hacer); se siente responsable de cualquier infracción de esas normas en la organización (saber estar); es persuasivo y persistente en materia medio ambiental (saber ser). Se pregunta por el por qué de las cosas. Intenta buscar explicación a todas las situaciones (saber); analiza su experiencia de trabajo continuamente (saber hacer); analiza concienzudamente cada problema, buscando la mejor solución (saber estar); es responsable de todo y de todos (saber ser). Se siente el interlocutor válido y de mayor categoría dentro de la organización. Conoce las características personales de cada trabajador (saber); resolución de problemas (saber hacer); comunicación fluida con subordinados, superiores e iguales (saber estar); administrador de relaciones, gestor de conflictos (saber ser). Utiliza la información poseída por su persona para regular su propia vida y la de los demás. Identifica sus pulsiones y conocimientos (saber); adecúa su personalidad y carácter a las situaciones laborales (saber hacer); conciencia de sí mismo y de su influencia en los demás (saber estar); orientación al logro y credibilidad (saber ser). Contextualiza las normas según el lugar y situación laborales. Conoce normas y tradiciones de cada lugar (saber); asunción de tareas derivadas del cambio cultural (saber hacer); resolución de conflictos (saber estar); responsable de los cambios (saber ser). El planteamiento realizado nos indica cuáles son las competencias sociales, afectivas y emocionales que resultan más significativas en el contexto laboral, de ca- Es capaz de integrar elementos, percibirlos y ordenarlos en el espacio, y poder establecer relaciones de tipo metafórico entre ellos. Distingue, reconoce y elabora imágenes visuales (saber); maneja y reproduce imágenes internas y externas a través de la visualización de rasgos específicos de los objetos (saber hacer); sabe dar la solución adecuada a cada situación (saber estar); es minucioso (saber ser). Hay armonía entre gestos corporales y discurso. Sabe controlar sus expresiones corporales (saber); analiza y estudia el movimiento (saber hacer); es capaz de mantenerse en la postura adecuada el tiempo que haga falta (saber estar); busca ser un líder (saber ser). Favorece la ergonomía en el puesto de trabajo. Conoce las virtudes y defectos de los espacios de trabajo (saber); busca la adecuación persona-puesto (saber hacer); propone actividades ergonómicas internas y externas tipo outdoortraining (saber estar); es adaptable y flexible para entender a los demás (saber ser). Busca datos que le permitan entender su existencia. Identifica, enumera y analiza las características de cada problema para buscarle una respuesta adecuada (saber); con los datos suficientes es el líder de las situaciones difíciles (saber hacer); es capaz de sobreponerse a situaciones de conflicto (saber estar); es un mediador nato (saber ser). Se relaciona con los demás una vez que posee datos suficientes sobre ellos. Conoce los puntos fuertes y débiles de cada uno consigo mismo y con los demás (saber); es comunicativo y dice la palabra adecuada en el momento oportuno (saber hacer); es diplomático y sabe escuchar (saber estar); empático, asertivo y con capacidad de liderazgo (saber ser). Analiza y procesa la información que recopila de los contenidos internos de sus Estados Padre y Niño. Sabe controlar sus emociones (saber); es capaz de usar la información que posee de sí mismo para regular su vida (saber hacer); autodominio emocional y autoevaluación (saber estar); es capaz de comprenderse a sí mismo, de apreciar sentimientos y motivaciones propias (saber ser). Las conductas se ajustan a la actualidad (aquí y ahora). Actualiza sus datos con cada cambio sociocultural (saber); cambia sus percepciones de la realidad con los datos nuevos incorporados (saber hacer); se adapta a las situaciones tras analizar esos datos (saber estar); iniciativa, escucha activa y trabajo en equipo (saber ser). Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 56, Año 2007 YO ADULTO YO NIÑO Percibe el espacio como un caos con estructura propia. Identifica los espacios según sus percepciones personales (saber); es capaz de reproducir espacios desconocidos (saber hacer); se sitúa en el espacio en un equilibrio inestable (saber estar); comprende mejor lo abstracto que lo concreto (saber ser). El movimiento forma parte de su expresividad. Utiliza su cuerpo como instrumento de comunicación y relación (saber); sus movimientos son impulsivos (saber hacer); puede mostrar gestos fuera de lugar, útiles en algunas ocasiones (saber estar); sus movimientos son muy expresivos (saber ser). Percibe el medio natural como su hogar. Muestra predilección por los espacios abiertos (saber); es un promotor de actividades al aire libre (saber hacer); en el contacto con la naturaleza es donde se muestra su verdadero Yo (saber estar); sus sentimientos se ven influenciados por el ambiente (saber ser). Muestra sus sentimientos de manera natural. No tiene una clara conciencia de sí mismo (saber); sus pulsiones y sentimientos no son controlados y afloran combinadamente, en ocasiones sin sentido aparente (saber hacer); los estados de ánimo pueden condicionar las relaciones de trabajo (saber estar); construcción de lazos y creatividad (saber ser). Se relaciona espontáneamente con los demás. Conoce la manera de agradar a los demás (saber); utiliza sus habilidades sociales (saber hacer); es muy comunicativo (saber estar); es el animador de las reuniones (saber ser). Muestra las propias necesidades, sentimientos, emociones y pulsiones abiertamente. No se conoce claramente a sí mismo (saber); expresa sus sentimientos de manera natural (saber hacer); sus salidas de tono permiten salvar dificultades en algunas situaciones (saber estar); es impetuoso y espontáneo (saber ser). Se mimetiza con el ambiente en que se encuentra. Responde de manera socializada, pero puede mostrarse rebelde (saber); se relaciona con los demás sin que le influya el contexto (saber hacer); es capaz de adaptarse a situaciones diversas espontáneamente (saber estar); es impulsivo, creativo y le motivan los retos (saber ser). rácter transversal e intangible y, por lo tanto, útiles para cualquier miembro de una organización, independientemente del puesto de trabajo que ocupe en la misma.

El Análisis Transaccional: una herramienta de aprendizaje... 29 Las competencias señaladas, como ya hemos visto, son las siguientes: verbal-lingüística; lógico-matemática, auditivo-musical, visual-espacial, cinestésico-corporal, naturalista-ambiental, existencial, interpersonal, intrapersonal y socio-cultural. La consecución de estas diez competencias pone en juego diferentes tipos de transacciones entre los Estados del Yo Padre, Adulto y Niño dentro de la organización. La tabla precedente muestra el deber ser de esas transacciones, es decir, la manera idónea y sana de establecer las transacciones entre los Estados del Yo, apoyándonos en cómo debe responder cada Estado al desarrollo de esas competencias. No obstante, hay que tener en cuenta que la realidad puede verse influenciada por algunos de los elementos del Análisis Transaccional que hemos identificado previamente, como son: Los Juegos psicológicos y los Guiones de Vida; aunque a esas influencias no vamos a referirnos en este trabajo. Como consecuencia, un planteamiento pedagógico que aúne estos elementos podría concretarse en los siguientes términos: 1. Identificación de las necesidades formativas de la organización en materia de competencias transversales de carácter socio-afectivo, fundamentalmente, desde la perspectiva del Análisis Transaccional y la Inteligencia Emocional. 2. Concreción de las características de los participantes, a partir de las necesidades identificadas en materia de competencias, de sus Estados del Yo y de las transacciones puestas en juego. 3. Diseño de la formación que se va a llevar a cabo con todos sus elementos (objetivos, contenidos, actividades, estrategias metodológicas, formadores, duración, recursos). 4. Presentación y seguimiento de las sesiones, tomando como referencia todo lo anterior y con el apoyo de cuatro pilares básicos del Análisis Transaccional, muy útiles en proceso de aprendizaje, que seguidamente detallaremos y que son: Contrato, protección, permiso y potencia. 5. Evaluación de todo el proceso y feedback a la organización. Vamos a incidir a continuación en el proceso de desarrollo de nuestro planteamiento, tomando como referencia la estructura precedente y ahondando en cómo plasmar en una actuación formativa aquellas ideas derivadas del Análisis Transaccional, especialmente útiles en estos contextos. 4.3. Proceso de desarrollo Cuatro ideas procedentes del Análisis Transaccional nos ayudan a dar mayor visibilidad a nuestro planteamiento. Dichas ideas son: El contrato, el permiso, la potencia y la protección, entendidas de manera contextualizada en las organizaciones OK (Jongeward & Blakeney, 1987, pp.111- 116). Estas ideas nos permiten identificar el proceso de desarrollo de la propuesta realizada en los siguientes términos. El contrato es el acuerdo sobre lo que debe lograrse, que debe ir acompañado de la formación oportuna y que se establece originalmente con la organización. Es importante conocer qué competencias intenta desarrollar la organización y qué mejoras funcionales prevé como resultado de la intervención formativa. Los contratos bien hechos clarifican las metas, las expectativas y los costos, y permiten conocer si las metas se tuvieron en cuenta de forma correcta. Una organización habitualmente espera algunos resultados, tales como la mejora de la comunicación, una mayor eficacia interpersonal, una menor inversión de capital extra, o la disminución de la quejas de los clientes. Por lo tanto, resulta útil conocer estas expectativas para luego seleccionar los conceptos del Análisis Transaccional que deben presentarse y qué ejercicios utilizar al respecto, con el objeto de satisfacer necesidades específicas. Finalmente, los contratos deben establecerse con un grupo de formación, pues los con- Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 56, Año 2007

El Análisis Transaccional: una herramienta de aprendizaje... 29<br />

Las competencias señaladas, como ya hemos<br />

visto, son las siguientes: verbal-lingüística;<br />

lógico-matemática, auditivo-musical, visual-espacial,<br />

cinestésico-corporal, naturalista-ambiental,<br />

existencial, interpersonal, intrapersonal<br />

y socio-cultural. La consecución de<br />

estas diez competencias pone en juego diferentes<br />

tipos de transacciones entre los Estados<br />

del Yo Padre, Adulto y Niño dentro de la<br />

organización. La tabla precedente muestra el<br />

deber ser de esas transacciones, es decir, la<br />

manera idónea y sana de establecer las transacciones<br />

entre los Estados del Yo, apoyándonos<br />

en cómo debe responder cada Estado<br />

al desarrollo de esas competencias. No obstante,<br />

hay que tener en cuenta que la realidad<br />

puede verse influenciada por algunos de<br />

los elementos del Análisis Transaccional que<br />

hemos identificado previamente, como son:<br />

Los Juegos psicológicos y los Guiones de Vida;<br />

aunque a esas influencias no vamos a referirnos<br />

en este trabajo.<br />

Como consecuencia, un planteamiento<br />

pedagógico que aúne estos elementos podría<br />

concretarse en los siguientes términos:<br />

1. Identificación de las necesidades formativas<br />

de la organización en materia<br />

de competencias transversales de<br />

carácter socio-afectivo, fundamentalmente,<br />

desde la perspectiva del Análisis<br />

Transaccional y la Inteligencia<br />

Emocional.<br />

2. Concreción de las características de<br />

los participantes, a partir de las necesidades<br />

identificadas en materia de<br />

competencias, de sus Estados del Yo<br />

y de las transacciones puestas en<br />

juego.<br />

3. Diseño de la formación que se va a<br />

llevar a cabo con todos sus elementos<br />

(objetivos, contenidos, actividades,<br />

estrategias metodológicas, formadores,<br />

duración, recursos).<br />

4. Presentación y seguimiento de las sesiones,<br />

tomando como referencia todo<br />

lo anterior y con el apoyo de cuatro<br />

pilares básicos del Análisis Transaccional,<br />

muy útiles en proceso de<br />

aprendizaje, que seguidamente detallaremos<br />

y que son: Contrato, protección,<br />

permiso y potencia.<br />

5. Evaluación de todo el proceso y feedback<br />

a la organización.<br />

Vamos a incidir a continuación en el proceso<br />

de desarrollo de nuestro planteamiento,<br />

tomando como referencia la estructura<br />

precedente y ahondando en cómo plasmar<br />

en una actuación formativa aquellas ideas<br />

derivadas del Análisis Transaccional, especialmente<br />

útiles en estos contextos.<br />

4.3. Proceso de desarrollo<br />

Cuatro ideas procedentes del Análisis<br />

Transaccional nos ayudan a dar mayor visibilidad<br />

a nuestro planteamiento. Dichas<br />

ideas son: El contrato, el permiso, la potencia<br />

y la protección, entendidas de manera<br />

contextualizada en las organizaciones<br />

OK (Jongeward & Blakeney, 1987, pp.111-<br />

116). Estas ideas nos permiten identificar el<br />

proceso de desarrollo de la propuesta realizada<br />

en los siguientes términos.<br />

El contrato es el acuerdo sobre lo que debe<br />

lograrse, que debe ir acompañado de la<br />

formación oportuna y que se establece originalmente<br />

con la organización. Es importante<br />

conocer qué competencias intenta desarrollar<br />

la organización y qué mejoras funcionales<br />

prevé como resultado de la intervención<br />

formativa. Los contratos bien hechos clarifican<br />

las metas, las expectativas y los costos,<br />

y permiten conocer si las metas se tuvieron<br />

en cuenta de forma correcta. Una organización<br />

habitualmente espera algunos resultados,<br />

tales como la mejora de la comunicación,<br />

una mayor eficacia interpersonal, una<br />

menor inversión de capital extra, o la disminución<br />

de la quejas de los clientes. Por lo<br />

tanto, resulta útil conocer estas expectativas<br />

para luego seleccionar los conceptos del<br />

Análisis Transaccional que deben presentarse<br />

y qué ejercicios utilizar al respecto, con el<br />

objeto de satisfacer necesidades específicas.<br />

Finalmente, los contratos deben establecerse<br />

con un grupo de formación, pues los con-<br />

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 56, <strong>Año</strong> 2007

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