Encuentro con la Palabra - Ciudad Redonda
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8 DICIEMB. 1NMACULADA CONCEPCION<br />
Oración<br />
de <strong>la</strong> mañana<br />
“Y ahora dice el Señor, el que te creó, Jacob, el que te formó,<br />
Israel: no temas, que te he redimido, te he l<strong>la</strong>mado por tu nombre,<br />
serás mío”. Is.43.<br />
Estamos en el tiempo. Pero hemos sido amados<br />
desde siempre. Nuestro nombre ha sido pronunciado<br />
por Dios, mucho antes de nuestra existencia en el<br />
seno materno: “ yo te he l<strong>la</strong>mado por tu nombre, eres<br />
mío” . Esta es <strong>la</strong> realidad que se ha cumplido, plenamente,<br />
en María.<br />
El<strong>la</strong>, <strong>la</strong> escogida, <strong>la</strong> preparada para hacer visible a<br />
Dios en nuestro mundo, desde su maternidad, sintió<br />
el abrazo de Dios en todo su ser. Y fruto de ese abrazo,<br />
toda su persona se sintió estremecida por <strong>la</strong><br />
fuerza misteriosa del Espíritu, que <strong>la</strong> “ empapó” totalmente<br />
de Dios. Toda María, será presencia de Dios,<br />
que nos lo hará presente en nuestra carne:<br />
Jesucristo.<br />
Oración<br />
de <strong>la</strong> tarde II<br />
“Si creció el pecado, más desbordante fue <strong>la</strong> Gracia. Y así como<br />
reinó el pecado causando <strong>la</strong> muerte, así también, por Jesucristo<br />
nuestro Señor, reinará <strong>la</strong> gracia, causando <strong>la</strong> salvación y <strong>la</strong> vida<br />
eterna”. Rm.5.<br />
El pecado, acción del hombre. La Gracia, acción de<br />
Dios. Siempre <strong>la</strong> acción de Dios sobrepasa, infinitamente,<br />
<strong>la</strong> acción del hombre, En Cristo Jesús, Dios se<br />
ha volcado, para que en <strong>la</strong> misericordia, quede anegado<br />
el pecado.<br />
Esa misericordia, se hizo presente en María de tal<br />
ma-nera, que <strong>la</strong> dejó totalmente llena, sin <strong>la</strong> menor<br />
posibilidad de “ ausencia” de Dios, en todo su ser. Y<br />
será, no solo <strong>la</strong> Inmacu<strong>la</strong>da, sino <strong>la</strong> “ llena de Dios” .<br />
Por eso es <strong>la</strong> Inmacu<strong>la</strong>da. Y de su carne, llena de<br />
Dios, Dios mismo asumirá un cuerpo, para que<br />
unidos nosotros a ese cuerpo, seamos también los<br />
llenos de Dios. María, es el anuncio de esa realidad a<br />
<strong>la</strong> que nosotros estamos l<strong>la</strong>mados.<br />
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