Encuentro con la Palabra - Ciudad Redonda
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19 DE MARZO. SAN JOSE<br />
Oración<br />
de <strong>la</strong> mañana<br />
“Señor Dios, tú eres el Dios verdadero. Tus pa<strong>la</strong>bras son de fiar,<br />
y has hecho esta promesa a tu siervo. Dígnate bendecir <strong>la</strong> casa de<br />
tu siervo, para que esté siempre en tu presencia, ya que tú, mi<br />
Señor, lo has dicho, sea siempre bendita <strong>la</strong> casa de tu siervo”. 2S.7.<br />
Dios, siempre es fiel a sus promesas. Jesús, es el<br />
“ sí” a todas <strong>la</strong>s promesas, y <strong>la</strong> realización de <strong>la</strong>s mismas:<br />
” Señor, tus pa<strong>la</strong>bras son de fiar” . Es en Cristo<br />
Jesús donde Dios se hizo todo bendición y para siempre.<br />
Y precisamente en <strong>la</strong> “ casa” de José, el “ siervo<br />
fiel” y prudente, donde cayó esa “ bendición” . Y José,<br />
el responsable de cuidar esa “ bendición” para que se<br />
hiciera presente en todos los rin<strong>con</strong>es de <strong>la</strong> tierra.<br />
Por eso, <strong>la</strong> “ casa de José” , su persona, será siempre<br />
objeto de bendición y de gratitud. En cierta manera,<br />
estamos viviendo un cristianismo “ josefino” .<br />
José, una persona c<strong>la</strong>ve, en los designios de Dios,<br />
para que Cristo Jesús, creciera en una familia <strong>con</strong>creta.<br />
Oración<br />
de <strong>la</strong> tarde II<br />
“Lo que hacéis, hacedlo <strong>con</strong> toda el alma, como para servir al<br />
Señor, y nos a los hombres. Sabiendo que recibiréis del Señor en<br />
recompensa <strong>la</strong> herencia. Servid a Cristo Señor”. Col.3<br />
Los caminos de Dios, muchas veces son des<strong>con</strong>certantes.<br />
Esta fiesta de José, nos lo <strong>con</strong>firma. Entra<br />
en su vida por <strong>la</strong> puerta de <strong>la</strong> sorpresa y el<br />
des<strong>con</strong>cierto. Ac<strong>la</strong>rada esa sorpresa y ese<br />
des<strong>con</strong>cierto, José acepta los caminos de Dios, y<br />
pone toda su persona, al servicio de los misteriosos<br />
p<strong>la</strong>nes de Dios.<br />
En él se cumplió “ lo que hagáis, hacedlo <strong>con</strong> toda el<br />
alma” . Su estar al servicio de “ Dios hecho Hombre” ,<br />
fue el quehacer que absorbió toda su vida. Y “ ha<br />
recibido de Dios, <strong>la</strong> recompensa” . Todos nosotros,<br />
cristianos, somos <strong>la</strong> recompensa de José, que hoy<br />
agradecemos. Fiesta de José, fiesta de <strong>la</strong> alegre gratitud.<br />
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