Encuentro con la Palabra - Ciudad Redonda
Encuentro con la Palabra - Ciudad Redonda
Encuentro con la Palabra - Ciudad Redonda
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
2 DE FEBRERO. PRESENT. DEL SEÑOR<br />
Oración<br />
de <strong>la</strong> mañana<br />
“Mirad, yo envío a mi mensajero para que prepare mi camino ante<br />
mí. De pronto entrará en el santuario del Señor a quien vosotros<br />
buscáis, el mensajero de <strong>la</strong> alianza a quien vosotros deseáis”. Ml.3.<br />
Aquel que es el templo verdadero, donde habita plenamente<br />
<strong>la</strong> divinidad, entra en un templo material,<br />
como ofrenda. El es el que da sentido pleno a todas<br />
<strong>la</strong>s ofrendas ofrecidas hasta ahora. El<strong>la</strong>s eran un símbolo.<br />
El es <strong>la</strong> ofrenda verdadera. El es el “ deseado”<br />
que viene a colmar, todas <strong>la</strong>s “ esperanzas” : “ Ahora<br />
puedes dejar a tu sirvo irse en paz” .Su presentación<br />
y su entrada en el templo, marca el comienzo de una<br />
nueva etapa en <strong>la</strong> historia de <strong>la</strong> salvación.<br />
Dios cumple su decisión de hacerse cercanía y<br />
presencia, en nuestro mundo. Ya no será el invisible,<br />
el lejano. Será el visible, el cercano. Convivirá <strong>con</strong><br />
nosotros para siempre.<br />
Oración<br />
de <strong>la</strong> tarde II<br />
“No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de<br />
nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo exactamente<br />
como nosotros, menos en el pecado. Por eso, acerquémonos<br />
<strong>con</strong> seguridad al trono de <strong>la</strong> gracia, para alcanzar misericordia,<br />
y en<strong>con</strong>trar gracia que nos auxilie oportunamente”. Hb.4.<br />
Dios se nos ha acercado en Cristo Jesús, tan profunda<br />
y misteriosamente, que sabe de nuestras debilidades<br />
y de nuestros problemas. Nada nuestro es<br />
ajeno a su experiencia, exceptuado el pecado. Por<br />
eso, nos da seguridad y <strong>con</strong>fianza. El, camina <strong>con</strong><br />
nosotros, sufre <strong>con</strong> nosotros. Se ha hecho nuestro<br />
compañero inseparable.<br />
El nos levanta en sí mismo, como ofrenda agradable<br />
al Padre. Es el Sumo Sacerdote, que se ofrece y nos<br />
ofrece, en <strong>la</strong> única ofrenda que es, él mismo. Ofrenda<br />
que perpe-tuará, como un acto de servicio a <strong>la</strong><br />
humanidad.<br />
231