Encuentro con la Palabra - Ciudad Redonda
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MARTES III<br />
Oración<br />
de <strong>la</strong> mañana<br />
“Nosotros hemos visto y damos testimonio, de que el Padre<br />
envió a su Hijo para ser Salvador del mundo. Quien <strong>con</strong>fiese que<br />
Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él <strong>con</strong> Dios.”<br />
Jn.4,14.<br />
El origen de nuestra vocación, radica en un encuentro<br />
que tuvimos <strong>con</strong> Jesús. Ese encuentro es el que<br />
ha marcado nuestra vida. Desde nuestra experiencia<br />
de Jesús, podemos decir que también nosotros “ le<br />
hemos visto” , y nos ha cautivado su presencia.<br />
Por eso, nos hemos comprometido a seguirle, <strong>con</strong><br />
todas <strong>la</strong>s <strong>con</strong>secuencias. Le seguimos y le anunciamos<br />
desde el testimonio de nuestra vida. Intentamos<br />
ser hoy, el Cristo vivo, que se manifiesta en nuestro<br />
vivir de cada día. Somos los l<strong>la</strong>mados a gritar a nuestro<br />
mundo, que Cristo vive, y nosotros somos su<br />
anuncio.<br />
Oración<br />
de <strong>la</strong> tarde<br />
“Que vuestra caridad no sea una farsa. Aborreced lo malo y apegaos<br />
a lo bueno. Como buenos hermanos, sed caritativos unos <strong>con</strong><br />
otros, estimando a los demás más que a uno mismo. En <strong>la</strong> actividad<br />
no seáis descuidados. En el Espíritu manteneos ardientes.<br />
Servid <strong>con</strong>stantemente al Señor. Que <strong>la</strong> esperanza os tenga alegres.<br />
Estad firmes en <strong>la</strong> tribu<strong>la</strong>ción. Sed asiduos en <strong>la</strong> oración”.<br />
Rm.12,9.<br />
Todo un programa para nuestras re<strong>la</strong>ciones <strong>con</strong><br />
Dios, <strong>con</strong> los hermanos y <strong>con</strong> nosotros mismos. Con<br />
Dios: que arda siempre el fuego del amor, viviendo en<br />
actitud permanente de oración. Con los hermanos: no<br />
falsifiquemos <strong>la</strong> caridad desde el aparentar y no vivir.<br />
Es más: que sea una caridad tierna y cariñosa, reflejada<br />
en los detalles de <strong>la</strong> vida.<br />
Con nosotros mismos: buscadores de lo bueno, trabajadores,<br />
abiertos a <strong>la</strong> esperanza, fuente de alegría.<br />
La pereza y el pesimismo, no tienen sentido en nuestra<br />
vida. Nuestra vocación, es vocación de co<strong>la</strong>boradores,<br />
para hacer un mundo nuevo, abierto al optimismo.<br />
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