Encuentro con la Palabra - Ciudad Redonda
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FIESTA DEL CORAZON DE JESUS<br />
Oración<br />
de <strong>la</strong> mañana<br />
“Así será <strong>la</strong> alianza que selle <strong>con</strong> ellos, después de aquellos días<br />
-oráculo del Señor-. Meteré mi ley en su pecho, <strong>la</strong> escribiré en sus<br />
corazones. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo”. Jr.31.<br />
“ Después de aquellos días” , en que el Corazón de<br />
Cristo, roto en <strong>la</strong> cruz del suplicio, nos manifestó su<br />
“ amor hasta el extremo” , ya no viviremos bajo una ley<br />
que se impone, sino desde un amor que se entrega.<br />
Un Corazón que quiere que nuestro corazón palpite al<br />
mismo ritmo que el suyo: un amor total, <strong>con</strong> una<br />
respuesta de otro amor total.<br />
En el cristiano, no tiene sentido una vida dividida. El<br />
Espíritu, que ha sel<strong>la</strong>do nuestros corazones, <strong>con</strong> <strong>la</strong><br />
“ ley del amor” , será siempre un grito, que es exigencia<br />
de amor correspondido. Dios, nuestro único Dios,<br />
y nosotros “ el pueblo de Dios” .<br />
Oración<br />
de <strong>la</strong> tarde II<br />
“Dios, rico en misericordia, por el gran amor <strong>con</strong> que nos amó,<br />
estando nosotros muertos por los pecados, nos ha hecho vivir en<br />
Cristo, -por pura gracia estáis salvados-, nos ha resucitado <strong>con</strong><br />
Cristo Jesús, y nos ha sentado en el cielo <strong>con</strong> él. Así, muestra en<br />
todos los tiempos, <strong>la</strong> inmensa riqueza de su gracia, su bondad <strong>con</strong><br />
nosotros, en Cristo Jesús”. Ef.2.<br />
Dios, ha querido demostrarnos que “ nos ama <strong>con</strong><br />
un gran amor” , desde un Corazón como el nuestro,<br />
símbolo de toda su persona: el Corazón de Cristo,<br />
nuestro hermano. Es <strong>la</strong> “ pa<strong>la</strong>bra” de un amor, nacido<br />
para amar. En su Corazón, estamos viviendo ya,<br />
nuestra “ salvación” , <strong>con</strong> ese destino final, de sentarnos<br />
<strong>con</strong> él, a <strong>la</strong> derecha del Padre. El es el “ Dios<br />
rico en misericordia” , que se ha acercado a nosotros,<br />
para manifestarnos su “ bondad” , en un Corazón roto<br />
de amor.<br />
Así ha quedado de manifiesto, que <strong>la</strong> bondad, <strong>la</strong><br />
misericordia y el amor de Dios, sobrepasa infinitamente<br />
cuanto nosotros podíamos esperar. En ese<br />
Corazón, Dios nos ha dado <strong>la</strong> “ sorpresa” de su amor.<br />
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