Encuentro con la Palabra - Ciudad Redonda
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Oración<br />
de <strong>la</strong> mañana<br />
“Esto dice el Señor: saldrá de Jacob un príncipe, un Señor saldrá<br />
de en medio de el<strong>la</strong>. Me lo acercaré y llegará a mí. Vosotros<br />
seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios.” Jr.30,21.<br />
El Señor se ha acercado a nuestra oril<strong>la</strong>, y se ha<br />
mezc<strong>la</strong>do <strong>con</strong> nosotros. Ha asumido nuestra carne,<br />
para que de el<strong>la</strong> brote el Salvador. El hará de nosotros<br />
el pueblo de Dios: “ seremos su pueblo y él será nuestro<br />
Dios.” En Cristo Jesús se ha realizado este gran<br />
misterio. Su Adviento será acercamiento de Dios al<br />
hombre, y del hombre a Dios.<br />
Quedarán rotas todas <strong>la</strong>s barreras que nos separaban,<br />
y quedará satisfecha <strong>la</strong> ilusión de Dios: acercarse<br />
a nosotros, y llenar nuestras profundas aspiraciones<br />
de en<strong>con</strong>trarnos <strong>con</strong> él. Adviento es, pues,<br />
Dios que se acerca y el hombre que acepta esa cercanía.<br />
Oración<br />
de <strong>la</strong> tarde<br />
VIERNES I<br />
“Para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.<br />
El Señor no tarda en cumplir su promesa, como creen algunos. Lo<br />
que ocurre es que tiene mucha paciencia <strong>con</strong> nosotros, porque no<br />
quiere que nadie perezca, sino que todos se <strong>con</strong>viertan.” 2P. 3,8.<br />
Nuestras impaciencias desearían ade<strong>la</strong>ntar <strong>la</strong>s<br />
actuaciones de Dios. Pero Dios tiene sus momentos,<br />
en los que va desarrol<strong>la</strong>ndo sus intervenciones, en<br />
nuestra historia, buscando siempre nuestro bien. El<br />
es el Eterno, y desde su eternidad, actúa en nuestro<br />
tiempo, siempre cumpliendo <strong>la</strong>s promesas en favor<br />
nuestro.<br />
Su ser Adviento, llegó el momento cumbre de manifestarlo,<br />
y nos lo ha manifestado en Cristo Jesús,<br />
asumiendo nuestra misma carne, y haciéndose visible<br />
en nuestro mundo. Cristo Jesús, es <strong>la</strong> realización<br />
de una ilusión de Dios, realizada en el tiempo.<br />
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