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Encuentro con la Palabra - Ciudad Redonda

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Oración<br />

de <strong>la</strong> mañana<br />

“El Dios de nuestros padres, resucitó a Jesús, a quien vosotros<br />

matásteis colgándolo de un madero. La diestra de Dios le exaltó<br />

haciéndole jefe y salvador, para otorgarle a Israel <strong>la</strong> <strong>con</strong>versión <strong>con</strong><br />

el perdón de los pecados. Testigos de esto somos nosotros y el<br />

Espíritu Santo que Dios da a quienes le obedecen”. Hch.5.<br />

Así de c<strong>la</strong>ro: “ vosotros le matásteis” . Es <strong>la</strong> denuncia<br />

del mayor crimen de <strong>la</strong> historia., cometido por los<br />

humanos. Pero Dios “ vengó” ese crimen devolviéndole<br />

<strong>la</strong> vida. Y desde entonces, Cristo ha resucitado,<br />

Cristo vive. Es más: ha sido enaltecido y <strong>con</strong>stituido<br />

Salvador y perdón, en su humanidad resucitada.<br />

La fuerza de su resurrección, es ahora fuerza en<br />

todos los resucitados, para vivir como resucitados, y<br />

para ser anuncio y testimonio de su Resurrección. Lo<br />

fue en los primeros seguidores, y lo sigue siendo en<br />

tantos miles de hombres y mujeres que han vivido y<br />

siguen viviendo, bajo <strong>la</strong> influencia del Resucitado.<br />

Ellos son su anuncio y su presencia, en nuestro<br />

mundo.<br />

Oración<br />

de <strong>la</strong> tarde<br />

VIERNES III DE PASCUA<br />

“Cristo, a pesar de ser Hijo, aprendió sufriendo, a obedecer. Y llevando<br />

a <strong>la</strong> <strong>con</strong>sumación, se ha <strong>con</strong>vertido para todos los que le<br />

obedecen, en autor de salvación eterna, proc<strong>la</strong>mado por Dios,<br />

Sumo Sacerdote según el rito de Melquisedec”. Hb.5.<br />

Cristo Jesús, en su muerte, se manifestó como<br />

Hombre y como Dios. Como Hombre, sintió el desgarro<br />

de una vida que iba ser cortada en plena lozanía. y<br />

sintió miedo ante <strong>la</strong> tragedia de su ejecución: “ Padre,<br />

si es posible, que pase de mí este cáliz” . Y como Dios,<br />

se sometió a <strong>la</strong> vo-luntad del Padre: “ hágase tu voluntad”<br />

.<br />

Y en su obediencia, se <strong>con</strong>virtió en salvación y en<br />

Sumo Sacerdote para toda <strong>la</strong> humanidad. De nada le<br />

sirvió el ser “ Hijo” , para liberarse de <strong>la</strong> muerte. Sí que<br />

le sirvió para someterse a <strong>la</strong> voluntad del Padre, y<br />

vivir en unión <strong>con</strong> él. Su resurrección, será <strong>la</strong> realización<br />

total de <strong>la</strong> voluntad del Padre.<br />

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