19.05.2013 Views

Encuentro con la Palabra - Ciudad Redonda

Encuentro con la Palabra - Ciudad Redonda

Encuentro con la Palabra - Ciudad Redonda

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

MARTES III DE PASCUA<br />

Oración<br />

de <strong>la</strong> mañana<br />

“Dios resucitó a Jesús de entre los muertos. Durante muchos<br />

días se apareció a los que le habían acompañado de Galilea a<br />

Jerusalén , y ellos son sus testigos ante el pueblo. Nosotros os<br />

anunciamos que <strong>la</strong> promesa que Dios hizo a nuestros padres, nos<br />

<strong>la</strong> ha cumplido a los hijos, resucitando a Jesús. Así está escrito en<br />

el salmo segundo: “Tú eres mi Hijos. Yo te he engendrado hoy”.<br />

Hch.13.<br />

Murió para ser Resucitado. La muerte fue el camino.<br />

La resurrección, el final. En él, se cumplieron <strong>la</strong>s<br />

promesas. Nuestra esperanza no ha quedado frustrada.<br />

Cristo está vivo, ha resucitado. Lo vieron y comprobaron<br />

los suyos. Ellos fueron los primeros beneficiarios<br />

de <strong>la</strong> Resurrección, y los testigos que <strong>la</strong> anunciaron,<br />

por todos los rin<strong>con</strong>es del mundo.<br />

Es su testimonio el que ha llegado hasta nosotros,<br />

<strong>con</strong> una exigencia y una responsabilidad. Ese testimonio,<br />

no puede morir en nosotros. Lo hemos<br />

recibido, y tenemos que trasmitirlo. Nuestra vida de<br />

resucitados tiene que ser <strong>la</strong> “ pa<strong>la</strong>bra” que anuncie<br />

que Cristo ha resucitado, que Cristo vive.<br />

Oración<br />

de <strong>la</strong> tarde<br />

“Acercándonos al Señor, <strong>la</strong> piedra viva desechada por los hombres,<br />

pero escogida y preciosa ante Dios, también vosotros como<br />

piedras vivas entráis en <strong>la</strong> <strong>con</strong>strucción del templo del Espíritu, formando<br />

un sacerdocio sagrado, para ofrecer sacrificios espirituales<br />

que Dios acepta por Jesucristo”. 1P.2.<br />

El Espíritu ha erigido su templo. La humanidad de<br />

Cristo es <strong>la</strong> piedra viva que lo fundamenta. En él y <strong>con</strong><br />

él, nosotros somos <strong>la</strong>s otras piedras vivas que completamos<br />

<strong>la</strong> estructura de ese templo. Y es en ese<br />

templo, donde Cristo ejercita su sacerdocio. El es <strong>la</strong><br />

ofrenda verdadera, y <strong>con</strong> él y en él, nosotros somos<br />

ofrenda, que <strong>con</strong>sti-tuimos <strong>la</strong> única ofrenda, aceptada<br />

plenamente por el Padre.<br />

Abrámonos, pues, al optimismo: el Padre nos acepta<br />

y ama, en su Hijo, tal como somos, sin rechazo de<br />

ninguna c<strong>la</strong>se. El amor al Hijo y <strong>la</strong> aceptación del Hijo,<br />

es amor y aceptación de cada uno de nosotros.<br />

143

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!