Encuentro con la Palabra - Ciudad Redonda
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DOMINGO III DE PASCUA<br />
Oración<br />
de <strong>la</strong> mañana<br />
“Dios resucitó a Jesús al tercer día, y nos lo hizo ver, no a todo<br />
el pueblo, sino a los testigos que él había designado: a nosotros,<br />
que hemos comido y bebido <strong>con</strong> él, después de <strong>la</strong> resurrección.<br />
Nos encargó predicar al pueblo, dando solemne testimonio de que<br />
Dios lo había nombrado juez de vivos y muertos. El testimonio de<br />
los profetas, es unánime: que los que creen en él, reciben, por su<br />
nombre, el perdón de los pecados”. Hch.10.<br />
El que es vida y resurrección, no podía quedarse en<br />
el sepulcro. Está vivo. Resucitó. Los suyos le vieron<br />
y le palparon. Sus encuentros <strong>con</strong> él, cambiaron, radicalmente,<br />
sus vidas. Y de cobardes y asustadizos, se<br />
transformaron en sus “ testigos” ante todo el pueblo.<br />
Era el Espíritu del Resucitado, que vivía en ellos, y les<br />
impulsaba a proc<strong>la</strong>marlo.<br />
Así es el Espíritu cuando se le deja actuar, en <strong>la</strong><br />
vida. Transforma, renueva. Es fuerza, es “ osadía”<br />
ante <strong>la</strong>s fuerzas del mal. Nada se opone a su acción.<br />
Nos necesita para que nuestro mundo sea transformado<br />
por <strong>la</strong> fuerza del Resucitado y recupere el sentido<br />
de Dios.<br />
Oración<br />
de <strong>la</strong> tarde II<br />
“Cristo ofreció por los pecados, para siempre jamás, un solo sacrificio.<br />
Está sentado a <strong>la</strong> derecha de Dios, y espera el tiempo que<br />
falta hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus<br />
pies. Con una so<strong>la</strong> ofrenda ha perfeccionado para siempre a los<br />
que van a ser <strong>con</strong>sagrados”. Hb.10.<br />
Las acciones de Dios son “ totalizantes” . Todo su<br />
poder, todo él, está y se manifiesta en su actuar. Por<br />
eso, el sa-crificio de Cristo, no necesita repetirlo.<br />
Todo él, se ofreció, sin reservarse nada. Fue un acto<br />
de amor y de entrega total, que sigue perpetuándose<br />
indefinidamente.<br />
Se ofreció, y <strong>con</strong>tinúa ofreciéndose, hasta lograr<br />
<strong>con</strong>sumar su acción “ <strong>con</strong>secratoria” , en “ todos los<br />
<strong>con</strong>sagrados” . Desde su estar “ a <strong>la</strong> derecha del<br />
Padre” , su Espíritu, <strong>con</strong>tinúa <strong>la</strong> tarea, en nuestro<br />
mundo, de vencer <strong>la</strong>s fuerzas del mal, desde el testimonio<br />
y <strong>la</strong> vida, de los que vivimos bajo <strong>la</strong> influencia<br />
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