Encuentro con la Palabra - Ciudad Redonda
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Oración<br />
de <strong>la</strong> mañana<br />
“El Señor, tu Dios, te eligió para que fueras entre todos los pueblos<br />
de <strong>la</strong> tierra, el pueblo de su propiedad. Por puro amor vuestro,<br />
por mantener el juramento que había hecho a vuestros padres, os<br />
sacó de Egipto <strong>con</strong> mano fuerte. Así sabrás que el Señor, tu Dios,<br />
es Dios, el Dios fiel que mantiene su alianza y su favor <strong>con</strong> los que<br />
le aman y guardan sus preceptos, por mil generaciones”. Dt.7.6.<br />
En todas <strong>la</strong>s páginas de nuestra historia personal,<br />
está presente <strong>la</strong> intervención de Dios Padre. Sus bondades<br />
ininterrumpidas son una realidad en nuestra<br />
vida: “ el Señor te eligió… te libró… te rescató…” Y<br />
siempre fiel a su alianza <strong>con</strong> nosotros, lo ha manifestado<br />
a lo <strong>la</strong>rgo de nuestros días. Fidelidad de Dios,<br />
que tal vez, <strong>con</strong>traste <strong>con</strong> nuestras frecuentes infidelidades.<br />
Es hoy, cuando <strong>la</strong> Pa<strong>la</strong>bra de Dios nos interpe<strong>la</strong> y<br />
nos cuestiona. Desde su amor de Padre, busca y<br />
quiere nuestro cambio. Una cuaresma vivida <strong>con</strong><br />
responsabilidad, nos abrirá el camino de nuestro<br />
regreso al Padre, para recibir el abrazo del perdón.<br />
Oración<br />
de <strong>la</strong> tarde<br />
MIERCOLES IV DE CUARESMA<br />
“Seguid actuando vuestra salvación <strong>con</strong> temor y temblor, porque<br />
es Dios quien activa en vosotros el querer y <strong>la</strong> actividad para<br />
realizar su designio de amor. Cualquier cosa que hagáis, sea sin<br />
protestas ni discusiones. Así seréis irreprochables y límpidos,<br />
hijos de Dios, sin tacha”. Flp. 2.12.<br />
Cada uno de nosotros, somos “ un designio del<br />
amor de Dios” . Desde siempre lo ha proyectado, y<br />
espera nuestra co<strong>la</strong>boración para realizarlo. El es<br />
quien “ activa en nosotros el querer y <strong>la</strong> actividad”<br />
para que nuestra salvación llegue a ser, <strong>la</strong> respuesta<br />
a su amor. Todo, desde el esfuerzo, para que nuestra<br />
<strong>con</strong>vivencia se desarrolle en un clima de amor, de paz<br />
y fraternidad.<br />
Para que como “ hijos de Dios” , vivamos nuestra filiación<br />
<strong>con</strong> dignidad, y como hermanos, manifestemos<br />
nuestra fraternidad desde <strong>la</strong> mutua comprensión<br />
y aceptación.<br />
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