SER Y TENER UN CUERPO MARIA BEATRIZ SIMÕES ROUCO ...

como entidad (...) no siendo más que un caso especial del funcionamiento del psique-
soma”. Tres modalidades diferentes de relación madre-bebé promueven esa integración
psicosomática. La madre, sustentando la continuidad de la existencia del bebé, favorece
el proceso de integración témporo-espacial. Sus cuidados desencadenan el proceso de
personalización por medio de la elaboración imaginativa de los sentimientos corporales.
La presentación del objeto por parte de la madre en sintonía afectiva con el gesto
espontáneo del bebé inaugura su relación creativa con el otro, estimulando la
emergencia de las funciones intelectuales como expresión del auténtico ser (Winnicott,
1982 [1962]). El verdadero self del bebé se desarrolla desde la vida pre-natal
integrándose apenas en el estadio de la preocupación como un self total. En ese proceso
el bebé tiene las experiencias de ‘Yo’, ‘Yo soy’ y ‘Yo soy solo”. El ‘Yo” es una
experiencia episódica sin un sentimiento continuo de ser. Lo que ya sucede no estadio
‘Yo soy’, solo que el bebé es todavía “tosco, indefenso, vulnerable y potencialmente
paranoide”. La experiencia ‘Yo soy solo’ es propia del self total e está acompañada de
la percepción de la existencia continua y separada de la madre. Consecuentemente, el
bebé no siendo la madre, tiene a su madre (Winnicott, 1982 [1958]), distingue ser de
tener un cuerpo, y tiene experiencias del Ello como: ‘¿Qué fue lo que hice?’ Pero, “en
el estudio de un individuo en desenvolvimiento [a veces] se descubre que la mente esta
desarrollando una falsa entidad e una falsa localización”. Frente a un ambiente
desorganizado, la mente se diferencia prematuramente del psique-soma para prestar
atención, discriminar, memorizar y catalogar los detalles de las situaciones invasoras.
Esa falsa entidad constituye un falso self que no habita su cuerpo-propio, ni lo reconoce,
percibiendo sus manifestaciones como externas a él (Winnicott, 1982 [1960]). El falso
self, al sofocar el desarrollo del verdadero self, no es su cuerpo creativo, pudiendo ser
su cuerpo reactivo, ya que las emociones también producen experiencias integradoras.
Siguiendo Winnicott, Gaddini (1982) diferenció fantasía inconsciente en el
cuerpo y fantasía inconsciente sobre el cuerpo. La primera ocurre en el nivel somático
en el estadio de no-integración psíquica, cuando comienza la formación de núcleos del
yo corporal que se aglutinan por medio de lo que el bebé siente en el contacto cuerpo a
cuerpo con su madre. En cambio, la fantasía sobre el cuerpo depende de la elaboración
psíquica de la imagen del cuerpo que depende de la integración del yo corporal. En el
estadio de la no-integración, el bebé es su madre-ambiente. La falta de esta, lo lleva a
compulsivamente imitarla para ser ella y de ese modo, contener la insoportable angustia