aldazabal, jose - do..

aldazabal, jose - do.. aldazabal, jose - do..

18.05.2013 Views

64 MISA DE MEDIANOCHE Isaías 9,1-3. 5-6. Un hijo se nos ha dado El profeta Isaías, clásico en el Adviento, nos anuncia también la Navidad. Proclama gozosamente que "el pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande". La metáfora de la luz es muy expresiva para significar el cambio que sucederá al pueblo elegido cuando termine su destierro. La liberación producirá gran alegría: "acreciste la alegría, aumentaste el gozo: se gozan en tu presencia". El profeta asegura que se acaba la tiranía y la "vara del opresor". El motivo es que "un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado". Si el profeta hablaba, a corto plazo, de algún rey próximo podría ser que el pasaje perteneciera al "ritual de entronización" de un nuevo rey en Israel, o fuera anuncio del rey Ezequías-, nosotros, los cristianos, interpretamos este "hijo que se nos ha dado" aplicándolo a Cristo Jesús, el verdadero "príncipe de la paz", el que ocupa "el trono de David" y quiere consolidar nuestro mundo "con la justicia y el derecho". El salmo prolonga esta alegría con un canto de victoria, al que la antífona da un claro color cristiano: "hoy nos ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor". Tito 2,11-14. Ha aparecido la gracia de Dios a todos los hombres En la carta a su discípulo Tito, a quien había encomendado la comunidad de Creta, Pablo le da unas consignas para la conducta de los cristianos. Habla de dos "apariciones", la que ya sucedió, al encarnarse Jesús en nuestra historia, y la que esperamos al final de los tiempos: "ha aparecido la gracia de Dios", "aguardando la aparición gloriosa del gran Dios y Salvador, Jesucristo". En el tiempo intermedio, los cristianos, teniendo la garantía del triunfo final, debemos llevar "una vida sobria, honrada, religiosa", renunciando "a la vida sin religión y a los deseos mundanos". Navidad 65 Lucas 2,1-14. Hoy os ha nacido un Salvador Leemos en esta Misa (y también en otras, si lo preferimos) este evangelio de Lucas, que parece el más indicado para la fiesta. Nos narra el nacimiento de Jesús, en la mayor pobreza: "le llegó el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre". En ese nacimiento tan sencillo se cumplen las promesas: José pertenece a la familia de David, aunque venida a menos socialmente, y así el Mesías nace, como se había prometido, de la dinastía de David. A continuación nos narra Lucas la aparición del ángel a los pastores -la gente sencilla y humilde son los primeros destinatarios de la Buena Nueva- anunciándoles la noticia que llena al mundo de alegría: "hoy os ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor". Se puede completar la lectura con el evangelio de la "misa de la aurora", que es su continuación: los pastores corren al pesebre, encuentran al Niño y se convierten en los primeros apóstoles de la buena noticia. MISA DE LA AURORA Isaías 62,11-12. Mira a tu Salvador que llega En el breve pasaje de hoy, Isaías anuncia ya el retorno de los desterrados a Jerusalén y canta la alegría del "pueblo santo", de los "redimidos del Señor", de la que parecía olvidada de Dios, pero que es la "ciudad no abandonada". Es como un himno de alabanza y alegría por la salvación del pueblo: Dios está con ellos. El salmo es muy propio de la misa de una aurora: "amanece la luz para el justo y la alegría para los rectos de corazón", acompañado por un estribillo navideño: "hoy brillará una luz sobre nosotros, porque nos ha nacido el Señor".

64<br />

MISA DE MEDIANOCHE<br />

Isaías 9,1-3. 5-6. Un hijo se nos ha da<strong>do</strong><br />

El profeta Isaías, clásico en el Adviento, nos anuncia también la Navidad.<br />

Proclama gozosamente que "el pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz<br />

grande". La metáfora de la luz es muy expresiva para significar el cambio<br />

que sucederá al pueblo elegi<strong>do</strong> cuan<strong>do</strong> termine su destierro.<br />

La liberación producirá gran alegría: "acreciste la alegría, aumentaste el<br />

gozo: se gozan en tu presencia". El profeta asegura que se acaba la tiranía<br />

y la "vara del opresor". El motivo es que "un niño nos ha naci<strong>do</strong>, un hijo<br />

se nos ha da<strong>do</strong>".<br />

Si el profeta hablaba, a corto plazo, de algún rey próximo podría ser que el<br />

pasaje perteneciera al "ritual de entronización" de un nuevo rey en Israel, o<br />

fuera anuncio del rey Ezequías-, nosotros, los cristianos, interpretamos este<br />

"hijo que se nos ha da<strong>do</strong>" aplicán<strong>do</strong>lo a Cristo Jesús, el verdadero "príncipe<br />

de la paz", el que ocupa "el trono de David" y quiere consolidar nuestro<br />

mun<strong>do</strong> "con la justicia y el derecho".<br />

El salmo prolonga esta alegría con un canto de victoria, al que la antífona da un<br />

claro color cristiano: "hoy nos ha naci<strong>do</strong> un Salva<strong>do</strong>r, el Mesías, el Señor".<br />

Tito 2,11-14. Ha apareci<strong>do</strong> la gracia de Dios a to<strong>do</strong>s los hombres<br />

En la carta a su discípulo Tito, a quien había encomenda<strong>do</strong> la comunidad de<br />

Creta, Pablo le da unas consignas para la conducta de los cristianos.<br />

Habla de <strong>do</strong>s "apariciones", la que ya sucedió, al encarnarse Jesús en nuestra historia,<br />

y la que esperamos al final de los tiempos: "ha apareci<strong>do</strong> la gracia de Dios",<br />

"aguardan<strong>do</strong> la aparición gloriosa del gran Dios y Salva<strong>do</strong>r, Jesucristo".<br />

En el tiempo intermedio, los cristianos, tenien<strong>do</strong> la garantía del triunfo final,<br />

debemos llevar "una vida sobria, honrada, religiosa", renuncian<strong>do</strong> "a la vida<br />

sin religión y a los deseos mundanos".<br />

Navidad 65<br />

Lucas 2,1-14. Hoy os ha naci<strong>do</strong> un Salva<strong>do</strong>r<br />

Leemos en esta Misa (y también en otras, si lo preferimos) este evangelio<br />

de Lucas, que parece el más indica<strong>do</strong> para la fiesta.<br />

Nos narra el nacimiento de Jesús, en la mayor pobreza: "le llegó el tiempo<br />

del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó<br />

en un pesebre". En ese nacimiento tan sencillo se cumplen las promesas:<br />

José pertenece a la familia de David, aunque venida a menos socialmente,<br />

y así el Mesías nace, como se había prometi<strong>do</strong>, de la dinastía de David.<br />

A continuación nos narra Lucas la aparición del ángel a los pastores -la gente<br />

sencilla y humilde son los primeros destinatarios de la Buena Nueva- anuncián<strong>do</strong>les<br />

la noticia que llena al mun<strong>do</strong> de alegría: "hoy os ha naci<strong>do</strong> un<br />

Salva<strong>do</strong>r, el Mesías, el Señor".<br />

Se puede completar la lectura con el evangelio de la "misa de la aurora",<br />

que es su continuación: los pastores corren al pesebre, encuentran al Niño<br />

y se convierten en los primeros apóstoles de la buena noticia.<br />

MISA DE LA AURORA<br />

Isaías 62,11-12. Mira a tu Salva<strong>do</strong>r que llega<br />

En el breve pasaje de hoy, Isaías anuncia ya el retorno de los desterra<strong>do</strong>s a<br />

Jerusalén y canta la alegría del "pueblo santo", de los "redimi<strong>do</strong>s del Señor",<br />

de la que parecía olvidada de Dios, pero que es la "ciudad no aban<strong>do</strong>nada".<br />

Es como un himno de alabanza y alegría por la salvación del pueblo: Dios<br />

está con ellos.<br />

El salmo es muy propio de la misa de una aurora: "amanece la luz para el<br />

justo y la alegría para los rectos de corazón", acompaña<strong>do</strong> por un estribillo<br />

navideño: "hoy brillará una luz sobre nosotros, porque nos ha naci<strong>do</strong> el<br />

Señor".

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!