Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
418<br />
El escándalo de fuera y el de dentro<br />
En la página de hoy, Marcos, además de traernos la promesa de que<br />
no quedará sin recompensa un vaso de agua da<strong>do</strong> en nombre de Jesús,<br />
reproduce sus duras palabras referentes a los escándalos.<br />
"Escándalo" es una palabra griega que significa "tropiezo" o "trampa".<br />
Escandaliza, por tanto, quien hace caer a otro.<br />
En un primer senti<strong>do</strong>, habla de las personas que escandalizan a los más<br />
débiles. Lo de "pequeñuelos" se podría traducir como los "sencillos", "los<br />
débiles", aunque se personifique en los niños. Para Jesús es de las cosas<br />
peores que uno puede hacer: servir de tropiezo para que caigan otros, no<br />
tenien<strong>do</strong> en cuenta su fragilidad. Es como cuan<strong>do</strong> Pablo se preocupaba de<br />
que, en la comunidad de Corinto, los "fuertes" de conciencia no dañasen<br />
con su mal ejemplo a los "débiles", en el asunto de comer las carnes<br />
inmoladas a los í<strong>do</strong>los.<br />
Es muy dura la amenaza de Jesús contra los escandalosos: "más le valdría<br />
que le encajasen en el cuello una piedra de molino (que era una piedra bien<br />
grande) y lo echasen en el mar". No todas las palabras de Jesús son dulces<br />
y consola<strong>do</strong>ras. Aquí se pone bien serio contra los que hacen caer a los<br />
débiles.<br />
A continuación habla del escándalo en otro senti<strong>do</strong>. El que viene de dentro<br />
de nosotros mismos, "si tu mano te hace caer (por tanto, si te escandaliza),<br />
córtatela: más te vale entrar manco en la vida que ir con las <strong>do</strong>s manos al<br />
infierno". Lo mismo dice de "si tu pie te hace caer", o "si tu ojo te hace<br />
caer". Es una concretización de tres direcciones de nuestra persona: la<br />
mano que actúa, el pie que dirige, el ojo que ve y desea.<br />
Aquí se ve qué exigente es Jesús para con los que le quieren seguir. Claro que<br />
no son ni la mano ni el pie ni el ojo los que nos "hacen caer", sino la intención<br />
y el corazón. Pero es un buen mo<strong>do</strong> de decir que no valen las medias tintas,<br />
que hay que "cortar por lo sano", que hay que evitar las ocasiones para no<br />
caer en la tentación, que tenemos que saber renunciar a cosas que nos gustan<br />
pero nos llevan a la perdición. Como el jardinero que sabe podar a tiempo<br />
para purificar y dar más fuerza a la planta. O el cirujano que decide operar<br />
El tiempo ordinario<br />
y cortar para asegurar la vida. El seguimiento de Cristo exige radicalidad:<br />
como cuan<strong>do</strong> él le propuso al joven rico que vendiera to<strong>do</strong>, o cuan<strong>do</strong> dijo<br />
que el tesoro escondi<strong>do</strong> merecía venderlo to<strong>do</strong> para llegarlo a poeseer, o<br />
cuan<strong>do</strong> afirmó que el quiere ganar la vida la perderá...<br />
Vosotros, los ricos, llorad<br />
A lo largo de toda la carta, Santiago muestra que no tiene ninguna simpatía<br />
por los ricos.<br />
No es que ni para él, ni en general para el NT, toda riqueza sea mala. En<br />
to<strong>do</strong> caso, dependerá de cómo se usa: por ejemplo, el rico Epulón que<br />
describe Jesús en su parábola, no se condena porque es injusto, sino porque<br />
no ha queri<strong>do</strong> darse cuenta de que a la puerta de su casa tiene un pobre<br />
hambriento.<br />
En el caso de Santiago, sí son injustos los ricos de que habla: han<br />
"defrauda<strong>do</strong> el jornal a los obreros que han cosecha<strong>do</strong> sus campos". Los<br />
gritos de esos obreros que protestan llegan hasta "el oí<strong>do</strong> de Señor".<br />
Este sí que es uno de esos escándalos que no puede dejar tranquilo a<br />
ninguna persona de bien: la injusticia social de los que están satisfechos de<br />
sí mismos, y que tal vez para vivir en ese lujo han pasa<strong>do</strong> por encima de<br />
los demás. Esto es lo que provoca las tremendas y crecientes desigualdades<br />
entre ricos y pobres.<br />
Por eso, las invectivas de Santiago contra esta clase de ricos son directas<br />
y bien fuertes: "vuestra riqueza está corrompida", "habéis vivi<strong>do</strong> en este<br />
mun<strong>do</strong> con lujo y entrega<strong>do</strong>s al placer", y con ello "os habéis ceba<strong>do</strong> para<br />
el día de la matanza". La comparación con los cer<strong>do</strong>s, a los que se ceba<br />
para luego matarlos, es evidente y nada suave.<br />
Es una llamada a que, ante to<strong>do</strong>, nosotros mismos no caigamos en la<br />
misma tentación de una "riqueza" mal ganada e injusta. Y, por otra parte,<br />
a que la Iglesia no deje de denunciar las injusticias y de invitar a los países<br />
ricos a buscar un mayor equilibrio en la distribución de los bienes de la<br />
tierra. Cosa que debe empezar ya en nuestro nivel <strong>do</strong>méstico, porque to<strong>do</strong>s<br />
tenemos algo que compartir con los que tenemos al la<strong>do</strong>.<br />
419