18.05.2013 Views

aldazabal, jose - do..

aldazabal, jose - do..

aldazabal, jose - do..

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

410<br />

Por eso les da la gran consigna, que tampoco entenderían mucho, de que<br />

"el que quiera ser el primero, que sea el último y el servi<strong>do</strong>r de to<strong>do</strong>s".<br />

Incluso de los niños, a los que la sociedad de entonces tenía en muy poco<br />

aprecio.<br />

Los profetas estorban<br />

-II-<br />

Lo que pasaba ya en el AT -que el justo "resulta incómo<strong>do</strong>", como dicen<br />

los impíos, según la Sabiduría, y como se vio, por ejemplo en el caso del<br />

profeta Jeremías- se cumplió todavía con mayor viveza en el caso de Jesús,<br />

como vamos vien<strong>do</strong> en un ritmo creciente en el evangelio de Marcos.<br />

Jesús sacudió con una valiente denuncia los cimientos de la construcción<br />

religiosa de sus contemporáneos, y señaló claramente los defectos de las<br />

clases dirigentes. Los poderosos no soportan las voces que les denuncian.<br />

Lo mismo sigue pasan<strong>do</strong> en nuestros tiempos, de un mo<strong>do</strong> más o menos<br />

disimula<strong>do</strong>. Muchas veces el méto<strong>do</strong> es desprestigiar al profeta, para no<br />

tener que aceptar su mensaje o su denuncia. Para ello le acusan de delitos<br />

que sean particularmente impopulares. Según el libro de la Sabiduría,<br />

los impíos decían: "le someteremos a la prueba de la afrenta". Así se<br />

desautoriza su mensaje, que es el que estorba.<br />

Se le puede aplicar también, si hace falta, alguna clase de tortura, física o<br />

moral. Y si to<strong>do</strong> eso falla, "lo condenaremos a muerte ignominiosa". Baste<br />

recordar, como caso extremo de eliminación del que estorba, la muerte de<br />

Mons. Romero.<br />

Nosotros mismos, si somos sinceros, empleamos a nuestro nivel, unos<br />

méto<strong>do</strong>s pareci<strong>do</strong>s, cuan<strong>do</strong> nos "defendemos" con argumentos más o<br />

menos váli<strong>do</strong>s de la voz profética que se puede alzar en torno nuestro.<br />

No hace falta que venga del Papa o de los Obispos: muchas veces son las<br />

personas que viven cerca de nosotros que, con su ejemplo de fidelidad y de<br />

integridad, "dejan mal" o nos "reprenden" por nuestra conducta.<br />

El tiempo ordinario 411<br />

To<strong>do</strong>s quieren los primeros puestos<br />

Marcos deja muy mal a los apóstoles, cuan<strong>do</strong> después del anuncio de Jesús<br />

sobre su muerte, cuenta que andaban discutien<strong>do</strong> sobre quién sería el más<br />

importante entre ellos. Es lógico que cuan<strong>do</strong> Jesús les preguntó de qué<br />

hablaban no quisieran responder, porque les daría vergüenza. Ahí está la<br />

diferencia entre "pensar como los hombres" y "pensar según Dios", que<br />

contraponía Jesús el <strong>do</strong>mingo pasa<strong>do</strong>, respondien<strong>do</strong> a Pedro.<br />

También nosotros podemos tener dificultades en entender, o en querer entender,<br />

la lección que Jesús da a los apóstoles. Si Jesús, de repente, nos preguntara:<br />

¿de qué hablabais? ¿en qué estabais pensan<strong>do</strong>?, tal vez sentiríamos también<br />

vergüenza de confesar cuáles son nuestras ambiciones y deseos.<br />

Tendemos a ocupar los primeros lugares, no los últimos. Buscamos<br />

nuestros propios intereses, y eso no pasa sólo en el mun<strong>do</strong> de la política,<br />

sino también en el de la Iglesia y en el ámbito familiar. Es interesante<br />

leer en la historia los conflictos que llegaban a darse en las procesiones<br />

solemnes por cuestión de precedencia de unos o de otros.<br />

Nos puede pasar a to<strong>do</strong>s. Lo que deseamos espontáneamente es triunfar y<br />

que los demás nos aplaudan y nos admiren. Nos gusta "salir en la foto" con<br />

los famosos. Sin llegar a optar al Osear o al premio Nobel o a los records<br />

mundiales en nada, pero no nos conformamos con trabajar con humildad,<br />

sin llamar la atención. ¿A quién le gusta "servir a to<strong>do</strong>s" o "ser el último<br />

de to<strong>do</strong>s"? Dentro de unos <strong>do</strong>mingos escucharemos cómo, según el mismo<br />

Marcos, Jesús será todavía más explícito: "el que quiera ser primero, sea<br />

esclavo de to<strong>do</strong>s".<br />

La lección que les quiso dar Jesús a los suyos abrazan<strong>do</strong> a aquel niño no<br />

fue, esta vez, de humildad, sino de servicio a los más humildes. Si se trata<br />

de atender a los famosos, o a personas importantes, estamos dispuestos.<br />

Mientras que a los poco famosos, sobre to<strong>do</strong> a los más margina<strong>do</strong>s de la<br />

sociedad -como en tiempo de Jesús los niños- no les prestamos nuestra<br />

atención. Claro que hoy ha cambia<strong>do</strong> el "estatuto social" del niño, mucho<br />

más teni<strong>do</strong> en consideración y hasta "mima<strong>do</strong>" por las leyes y la sociedad.<br />

Pero en tiempos de Jesús un niño era un buen representante de los poco<br />

importantes en la sociedad.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!