18.05.2013 Views

aldazabal, jose - do..

aldazabal, jose - do..

aldazabal, jose - do..

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

358<br />

Juan 6,1-15. Repartió a los que estaban senta<strong>do</strong>s to<strong>do</strong> lo que quisieron<br />

Empezamos a leer el capítulo 6 de san Juan con la multiplicación milagrosa<br />

de los panes.<br />

Hay detalles significativos en su relato: está cercana la fiesta de Pascua,<br />

la gente se encuentra "en la otra parte del lago", simbolizan<strong>do</strong> la marcha<br />

de Israel por el desierto en que recibieron de Dios el alimento del maná;<br />

aquí es el mismo Jesús quien reparte los panes y los peces (en los otros<br />

evangelistas son los apóstoles los que lo hacen) y al final sobran todavía<br />

<strong>do</strong>ce canastas, el número simbólico de las tribus de Israel y de los<br />

apóstoles.<br />

El diálogo con los apóstoles quiere hacerles compartir el gesto de dar de<br />

comer a la multitud: es interesante la respuesta de Felipe sobre los 200<br />

denarios, y la de Andrés que ha visto a un joven que tiene cinco panes y <strong>do</strong>s<br />

peces (están cerca del lago, pero además los peces son símbolo de la espera<br />

mesiánica en la literatura judía). Sobran <strong>do</strong>ce canastas: to<strong>do</strong> un símbolo de<br />

la abundancia de los <strong>do</strong>nes que vienen de Dios.<br />

El entusiasmo de la multitud ante el prodigio les hace interpretar, una vez<br />

más, el mesianismo en clave política, y por eso Jesús tiene que huir, porque<br />

para él la finalidad no es esa, sino el mesianismo espiritual, inaugura<strong>do</strong>r<br />

del Reino de Dios.<br />

Dadles de comer<br />

-II-<br />

Jesús se compadece de la multitud y del hambre que a estas horas deben<br />

tener. Por eso, además de anunciarles la Palabra que viene de Dios, les<br />

multiplica también el pan material. Es una lección para sus discípulos de<br />

to<strong>do</strong>s los tiempos.<br />

¿No se ha dedica<strong>do</strong> la Iglesia a "dar de comer" a los pobres y a los más<br />

aban<strong>do</strong>na<strong>do</strong>s a lo largo de <strong>do</strong>s mil años de historia? ¿no se ha dedica<strong>do</strong><br />

El tiempo ordinario 359<br />

también a los enfermos? ¿no ha sabi<strong>do</strong> conjugar la evangelización con la<br />

beneficencia y el cuida<strong>do</strong> material de los más pobres, completan<strong>do</strong> lo que<br />

en principio pertenecería a los deberes de cada Esta<strong>do</strong>?<br />

También ahora, y en ritmo creciente, el hambre es uno de los mayores<br />

problemas del mun<strong>do</strong>. ¿Cuántos millones de personas, sobre to<strong>do</strong> niños,<br />

mueren cada año de hambre? Esto va uni<strong>do</strong> a la voz profética que levanta<br />

la Iglesia a favor de la justicia y de la recta distribución de la riqueza de<br />

este mun<strong>do</strong>. Sin justicia y una nivelación justa entre países ricos y pobres<br />

no se puede "dar de comer" a to<strong>do</strong>s.<br />

En este encargo de "dadles vosotros de comer" entra, no sólo el poder<br />

milagroso de Dios, sino también la colaboración humana. En el caso<br />

de Elíseo, y también en el de Jesús, hay personas que se adelantan<br />

generosamente. Uno ofrece veinte panes de cebada, y Dios hace el<br />

resto. El joven del evangelio tiene cinco panes y <strong>do</strong>s peces, y Cristo los<br />

bendice y obra el milagro de que basten para alimentar a to<strong>do</strong>s, salvan<strong>do</strong><br />

la evidente desproporción. O sea, Dios no desdeña la aportación humana.<br />

Al contrario: a partir de lo que hacemos nosotros, él realiza el milagro de<br />

la multiplicación.<br />

Son muchos los que colaboran en esta "multiplicación de panes" en el<br />

momento actual: cristianos comprometi<strong>do</strong>s, misioneros, voluntarios,<br />

cooperantes, religiosos y religiosas que trabajan desinteresadamente en el<br />

campo sanitario y educativo y "comparten su pan" con los que no tienen.<br />

Esta colaboración es a veces económica (harían falta 200 denarios, dice<br />

Felipe) y otras, la <strong>do</strong>nación de sí mismos, de su tiempo, de su trabajo.<br />

Lo hacen no sólo con los países del Tercer Mun<strong>do</strong>, sino más cerca, en su<br />

propio ambiente, en que los ancianos o los enfermos o los pobres necesitan<br />

"pan", que puede ser nuestra acogida y nuestra cercanía.<br />

Dios hará crecer y fructificar lo que nosotros aportamos, aunque parezca<br />

claramente insuficiente. Ojalá Cristo Jesús, nuestro Juez al final del<br />

camino, pueda decirnos a nosotros: "me disteis de comer... me disteis de<br />

beber... lo hicisteis conmigo".

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!