18.05.2013 Views

aldazabal, jose - do..

aldazabal, jose - do..

aldazabal, jose - do..

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

el Hautista, las podemos entender muy bien aplicadas a nuestra situación<br />

espiritual y humana: los "valles" de las lagunas y vacíos que hay en nuestra<br />

vida hay que rellenarlos, los "montes" de nuestra autosuficiencia o nuestro<br />

orgullo hay que rebajarlos, "lo torci<strong>do</strong>" de nuestras trampas y ambigüedades<br />

hay que enderezarlo, lo "escabroso" de nuestros peca<strong>do</strong>s e i<strong>do</strong>latrías hay<br />

que allanarlo.<br />

La venida del Señor a nuestra vida pide de nosotros una actitud de fe y<br />

atención: "procurad que Dios os encuentre en paz con él, inmacula<strong>do</strong>s,<br />

irreprochables". Esto no sólo vale si pensamos en el momento de nuestra<br />

muerte, sino también en nuestra actitud ante las continuos signos de la<br />

presencia de Dios en nuestra vida. En concreto, también, ante la gracia de<br />

la próxima Navidad.<br />

Después de <strong>do</strong>s mil años, seguimos esperan<strong>do</strong><br />

Cristo Jesús ya vino. Al final volverá glorioso, aunque no sabemos cuán<strong>do</strong>.<br />

Pero ¿nos damos cuenta de que viene hoy, que este año también nos convoca<br />

a celebrar su venida a nuestra historia y que esta venida es gracia nueva y<br />

siempre actual?<br />

Aunque hay muchos signos de progreso en cuanto a los valores que Cristo<br />

nos trajo hace <strong>do</strong>s mil años, hay otros que nos podrían hacer pensar que,<br />

lejos de progresar en la acogida del Salva<strong>do</strong>r, la sociedad de ahora se está<br />

más bien alejan<strong>do</strong> de él.<br />

Hoy se puede decir que la voz del Bautista, la voz de la Iglesia que hace<br />

de portavoz de Cristo Jesús, sigue resonan<strong>do</strong> en medio del desierto, en un<br />

mun<strong>do</strong> ausente, que prescinde, o pretende prescindir, de lo espiritual y lo<br />

trascendente. Una voz entre otras muchas, en la ventolera de mensajes y<br />

mentalidades que se ofrecen en este mun<strong>do</strong>.<br />

Pero es ahí, en el desierto, <strong>do</strong>nde hace falta que se oiga la voz de Dios y<br />

<strong>do</strong>nde urge que resuene nuestra voz y se vea nuestro testimonio de cristianos.<br />

En el desierto hay caminos, si los sabemos trabajar; en la noche hay luz,<br />

si la sabemos encender; en la desorientación de este mun<strong>do</strong> está la semilla<br />

del mun<strong>do</strong> nuevo, el que Cristo anuncia y que nosotros debemos colaborar<br />

en construir.<br />

Adviento 33<br />

Se tendría que notar en este Adviento que en verdad, tanto la comunidad<br />

como cada cristiano, cambiamos algo, que preparamos el camino, enderezamos,<br />

corregimos. El Adviento nos invita a no perder la esperanza, a seguir<br />

trabajan<strong>do</strong> para que sean una realidad ese "cielo nuevo y tierra nueva, en<br />

que habite la justicia", de que habla Pedro. El mun<strong>do</strong> mejorará si mejora<br />

nuestro entorno más cercano: si nosotros ponemos a nuestro alrede<strong>do</strong>r más<br />

cariño, más solidaridad, más optimismo.<br />

Para esta tarea tenemos el "viático" que nos dejó Cristo en el admirable<br />

sacramento de la Eucaristía: su Palabra y su Cuerpo y Sangre, como luz y<br />

alimento para el camino.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!