You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
200<br />
eso a veces tienen la tentación de la duda. Una comunidad que ya desde<br />
el primer siglo es perseguida por un mun<strong>do</strong> hostil o indiferente. El libro<br />
de los Hechos nos contará muchos de estos momentos difíciles, que van<br />
superan<strong>do</strong> apoya<strong>do</strong>s en la fe y la esperanza en Cristo Jesús.<br />
La carta de Juan, además, nos presenta a una comunidad de renaci<strong>do</strong>s<br />
y vence<strong>do</strong>res: esta es la energía y la vitalidad que la Pascua del Señor<br />
comunica a los suyos: "el que cree ha naci<strong>do</strong> de Dios, y el que ha naci<strong>do</strong> de<br />
Dios, vence al mun<strong>do</strong>". No se trata de triunfalismos, pero sí de un estilo más<br />
positivo, dinámico, de los que no sólo creen en la resurrección de Cristo,<br />
sino que se dejan contagiar vitalmente de sus valores, desterran<strong>do</strong> to<strong>do</strong> lo<br />
"antipascual" que pueda tentarnos: la tristeza, la pereza, el pesimismo, el<br />
egoísmo, el conformismo...<br />
Es un buen espejo para que nos examinemos nosotros hoy: nuestras<br />
comunidades cristianas, parroquiales o religiosas, ¿tienen estas cualidades<br />
que admiramos en la primera? Puede parecemos un poco utópico el cuadro<br />
"pascual" que nos presenta Lucas (seguramente está idealiza<strong>do</strong>: basta<br />
seguir leyen<strong>do</strong> en los capítulos siguientes). Pero es el programa de vida<br />
nueva al que Dios nos invita al unirnos al Resucita<strong>do</strong> y dejarnos guiar por<br />
su Espíritu. Es un reto para toda comunidad cristiana de hoy: ¿en qué se va<br />
a notar que los cristianos celebramos la Pascua?<br />
Una comunidad fraterna y solidaria que nos interpela<br />
El aspecto que la página que leemos hoy en los Hechos resalta más es<br />
que esta comunidad de Jerusalén es una comunidad fraterna y solidaria.<br />
"Lo tenían to<strong>do</strong> en común y nadie llamaba suyo propio a nada de lo que<br />
tenía".<br />
Los creyentes no comparten sólo su fe, sino también se muestran solidarios:<br />
"vendían sus posesiones y ponían el dinero a disposición de los apóstoles,<br />
y luego se distribuía según lo que necesitaba cada uno". Es una comunidad<br />
fraterna, unida hacia dentro. Con el resulta<strong>do</strong> de que "ninguno pasaba<br />
necesidad".<br />
También en este aspecto puede haber idealiza<strong>do</strong> algo Lucas la situación de<br />
aquellos primeros cristianos, que, como nosotros, también eran personas<br />
Cincuentena Pascual 201<br />
débiles, aunque estuvieran movi<strong>do</strong>s por una convicción y un fervor típicos<br />
de los comienzos de un movimiento. Más adelante leemos, por una parte, un<br />
ejemplo edificante: el de Bernabé, que vende sus campos y pone su precio a<br />
disposición de la comunidad (Hch 4, 36s). Pero, por otra, tenemos el caso de<br />
Ananías y Safrra (Hch 5, lss), que intentan engañar a la comunidad respecto<br />
a sus bienes. No debió durar mucho este "comunismo cristiano de bienes",<br />
porque vemos cómo Pablo en sus cartas promueve en otras comunidades<br />
más ricas una campaña de solidaridad a favor de los de Jerusalén.<br />
Pero la afirmación de Lucas responde ciertamente a una realidad de unión<br />
fraterna en buena parte conseguida en aquella primera comunidad, y que<br />
es lo que tal vez más impactó más y atrajo a los que veían de ese estilo de<br />
vida.<br />
Este pasaje nos interpela seriamente a nosotros. ¿Somos solidarios? ¿somos<br />
capaces de cumplir el consejo de Jesús a aquel joven: "vende lo que tienes<br />
y dalo a los pobres"? ¿estamos dispuestos en la práctica a hacer partícipes a<br />
otros de nuestros bienes? ¿nuestra solidaridad es de palabra, o toca también<br />
al bolsillo? ¿hablamos de "globalización" creyen<strong>do</strong> lo que decimos?<br />
Eso se puede cumplir (o dejar de cumplir) en el nivel internacional, en que<br />
somos conscientes de la escandalosa y creciente diferencia entre países<br />
ricos y pobres, y también en el más <strong>do</strong>méstico: porque también en nuestra<br />
sociedad, y hasta en la propia familia, hay personas necesitadas de nuestra<br />
ayuda. A eso nos mueve no sólo la estricta justicia social, sino más todavía la<br />
caridad cristiana. Como dice Juan en su carta, "el que no ama a su hermano,<br />
a quien ve, es incapaz de amar a Dios, a quien no ve" (Un 1,20).<br />
¿Se podría decir de nosotros, no sólo por nuestra fe teórica, sino también<br />
por nuestra caridad y solidaridad fraterna, que "Dios los miraba a to<strong>do</strong>s<br />
con mucho agra<strong>do</strong>", como Lucas afirma de los cristianos de Jerusalén?<br />
Los <strong>do</strong>mingos se nos "aparece" el Señor<br />
Otra dimensión importante de la comunidad cristiana, ya desde el principio,<br />
es la de comunidad eucarístíca, que se reúne cada <strong>do</strong>mingo para celebrar<br />
el memorial de la Pascua que Jesús les ha deja<strong>do</strong> en testamento. Para los<br />
cristianos, cada <strong>do</strong>mingo es la Pascua semanal.