Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
DOMINGO DE RAMOS<br />
EN LA PASIÓN DEL SEÑOR<br />
-I-<br />
Comienza la Semana Santa con gloria y <strong>do</strong>lor<br />
Damos inicio hoy a la "Semana Santa" o "Semana Grande", que es mitad<br />
Cuaresma (hasta la Eucaristía del Jueves) y mitad Triduo Pascual (desde esa<br />
Eucaristía hasta la Vigilia Pascual y luego to<strong>do</strong> el <strong>do</strong>mingo).<br />
La empezamos con este <strong>do</strong>mingo que, como su nombre compuesto refleja,<br />
tiene <strong>do</strong>s dimensiones muy distintas: las alabanzas que la multitud dedicó<br />
a Jesús en su entrada a Jerusalén, con palmas y "hosannas", y luego la<br />
Eucaristía, más adusta, con las tres lecturas apuntan<strong>do</strong> al drama de la cruz,<br />
sobre to<strong>do</strong> el evangelio de la Pasión.<br />
Por eso, la Eucaristía de este <strong>do</strong>mingo tiene <strong>do</strong>s elementos característicos:<br />
la entrada procesional y el evangelio de la Pasión. A veces, resulta difícil<br />
conjugar estas <strong>do</strong>s actitudes, sobre to<strong>do</strong> en comunidades en que abundan<br />
los niños, que tienen en esta fiesta un protagonismo evidente, como el que<br />
tuvieron en Jerusalén. Pero es una sucesión de aspectos que está bien pensada:<br />
la entrada de Jesús en la ciudad santa fue acompañada por un inespera<strong>do</strong><br />
entusiasmo por parte de la gente sencilla, pero él iniciaba esta última semana<br />
de su vida dispuesto a cumplir su misión con la muerte en la cruz.<br />
Todavía estamos en Cuaresma, y hoy escuchamos lecturas muy profundas<br />
que retratan el camino de Jesús hacia su Pascua, con el poema de Isaías y<br />
sobre to<strong>do</strong> con la pasión según Marcos. Ya desde la oración colecta de la<br />
Cuaresma 145<br />
Misa, nada más terminar la procesión, el discurso es diferente: "tú quisiste<br />
que nuestro Salva<strong>do</strong>r se anonadase, murien<strong>do</strong> en la cruz, para que to<strong>do</strong>s<br />
nosotros sigamos su ejemplo".<br />
(Antes de la procesión) Marcos 11,1-10. Bendito el que viene<br />
en nombre del Señor<br />
La lectura evangélica antes de la procesión nos cuenta lo que sucedió aquel<br />
día, cuan<strong>do</strong>, sabien<strong>do</strong> que había llega<strong>do</strong> su hora, Jesús decide ir a Jerusalén.<br />
Monta<strong>do</strong> en un borrico, entra en la ciudad acompaña<strong>do</strong> de las aclamaciones<br />
de los discípulos: "hosanna (¡viva!), bendito el que viene en nombre<br />
del Señor". No sería seguramente un gran acontecimiento, sino más bien<br />
una manifestación (menos mal que entonces no había el prurito de contar<br />
el número de presentes) popular y espontánea de admiración al que consideraban<br />
como el Profeta envia<strong>do</strong> de Dios. Tampoco la cabalgadura en que<br />
entra es demasia<strong>do</strong> gloriosa.<br />
Esta procesión en honor a Cristo el <strong>do</strong>mingo de Ramos tuvo su origen en<br />
Jerusalén, ya en el siglo IV, y luego se difundió a toda la Iglesia. Las comunidades<br />
que pueden hacerlo organizan hoy una procesión partien<strong>do</strong> de un<br />
lugar diferente, mientras van dedican<strong>do</strong> cantos de alabanza a Cristo. Lo<br />
principal no son los ramos benditos, sino que la comunidad "acompaña a<br />
Cristo aclamán<strong>do</strong>le con cantos", agitan<strong>do</strong>, eso sí, esos ramos que han si<strong>do</strong><br />
"bendeci<strong>do</strong>s" porque se les da un significa<strong>do</strong> simbólico de fe.<br />
Isaías 50, 4-7. No me tapé el rostro ante los ultrajes,<br />
sabien<strong>do</strong> que no quedaría defrauda<strong>do</strong><br />
En el repaso celebrativo de los momentos importantes de la historia de la<br />
salvación, llegamos al tercer "cántico del Siervo del Señor", de Isaías. Un<br />
poema que nosotros vemos cumpli<strong>do</strong> en Jesús de Nazaret. El cuarto, el más<br />
impresionante, lo proclamamos el Viernes Santo.<br />
Hoy se afirma de este Siervo que tiene "una lengua de inicia<strong>do</strong>, para saber<br />
decir al abati<strong>do</strong> una palabra de aliento". Pero también se dice que antes,<br />
"cada mañana, me espabila el oí<strong>do</strong> para que escuche como los inicia<strong>do</strong>s".