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104<br />
por el diablo". Siempre tuvo tiempo para los pobres, los sencillos, los niños,<br />
los enfermos, los que sufrían. De él sí que podemos decir con verdad que<br />
fue constitui<strong>do</strong> "alianza para un pueblo y luz para las naciones", y que abrió<br />
los ojos del ciego e hizo oír a los sor<strong>do</strong>s.<br />
El que para su Bautismo se pusiera en la fila de los peca<strong>do</strong>res que acudían<br />
a Juan es una muestra de la solidaridad y cercanía que durante toda su vida<br />
iba a mostrar para los más débiles y peca<strong>do</strong>res, para los margina<strong>do</strong>s de la<br />
sociedad. Es un aspecto que se pone de relieve repetidas veces en el evangelio.<br />
Isaías 53 ya había anuncia<strong>do</strong> que el Siervo de Yahvé iba a cargar sobre<br />
sus hombros los peca<strong>do</strong>s de to<strong>do</strong>s.<br />
Nuestro seguimiento de Cristo a lo largo del año<br />
El Bautismo de Jesús es el prototipo del nuestro: "en el Bautismo de Cristo<br />
has realiza<strong>do</strong> signos prodigiosos para manifestar el misterio del nuevo Bautismo"<br />
(prefacio). Empezamos nuestra vida cristiana sien<strong>do</strong> bautiza<strong>do</strong>s en<br />
Cristo Jesús. Desde entonces somos "hijos de a<strong>do</strong>pción, renaci<strong>do</strong>s del agua<br />
y del Espíritu Santo" (oración colecta).<br />
Hoy sería bueno empezar la Eucaristía con el rito de la aspersión, sustituyen<strong>do</strong><br />
al acto penitencial. Es un gesto simbólico que nos invita a recordar nuestro<br />
Bautismo, del que el Bautismo de Jesús es el prototipo, y a pedir a Dios que<br />
renueve en nosotros la gracia que nos concedió en aquel sacramento.<br />
Pero el Bautismo, para nosotros, como para él, es el comienzo de un camino<br />
y de una misión. Ser bautiza<strong>do</strong>s significa ser segui<strong>do</strong>res e imita<strong>do</strong>res de<br />
Cristo Jesús, que va a ser continuamente nuestro guía para la vida.<br />
Termina la Navidad. Pero a partir de hoy seguiremos desarrollan<strong>do</strong> la gracia<br />
de nuestro Bautismo y nuestra respuesta de fe, escuchan<strong>do</strong> ante to<strong>do</strong>, en<br />
las lecturas de la Eucaristía, cómo actúa Jesús durante su vida, curan<strong>do</strong> a<br />
los enfermos, consolan<strong>do</strong> a los atribula<strong>do</strong>s, per<strong>do</strong>nan<strong>do</strong> a los peca<strong>do</strong>res,<br />
resucitan<strong>do</strong> a los muertos, enseñan<strong>do</strong> los caminos de Dios y la buena noticia<br />
de la salvación.<br />
(si se elige Isaías 42) En concreto, será bueno que reflexionemos si imitamos<br />
ese estilo de actuación que Isaías anunciaba y que Jesús cumplió a la<br />
perfección:<br />
Navidad 105<br />
- si también nosotros promovemos el derecho y la justicia,<br />
- si somos personas de alianza y de unión,<br />
- si no actuamos a gritos y con violencia,<br />
- si somos suaves en nuestros méto<strong>do</strong>s, tolerantes y comprensivos con los<br />
demás, si echamos una mano para ayudar y no para empujar,<br />
- si cuan<strong>do</strong> vemos a una persona que, por su desánimo o sus crisis, se<br />
puede comparar a una caña cascada, no la terminamos de quebrar, sino<br />
que intentamos rehabilitarla,<br />
- si cuan<strong>do</strong> alguien a nuestro la<strong>do</strong> está a punto de apagarse, como un pábilo<br />
vacilante, no soplamos para que se acabe de apagar, sino que hacemos<br />
lo posible para que se recupere,<br />
- si somos personas que saben apagar fuegos o bien que los encienden y<br />
azuzan.<br />
(si se elige Isaías 55) Termina la Navidad, pero nos queda Jesús Maestro y<br />
Profeta y Envia<strong>do</strong> de Dios, para el resto del año. Para que se pueda decir de<br />
nosotros que somos discípulos y segui<strong>do</strong>res suyos, que intentamos imitarle<br />
en nuestro estilo de vida, y que quisiéramos que al final de nuestra vida se<br />
pudiera decir de nosotros, como se dijo de él: "pasó hacien<strong>do</strong> el bien, porque<br />
Dios estaba con él".<br />
En cada Eucaristía tendríamos que recordar lo que nos ha dicho el profeta<br />
sobre la eficacia que Dios quiere que tenga su Palabra cuan<strong>do</strong> es proclamada<br />
sobre nosotros: como el agua y la nieve empapan y fecundan la tierra y le<br />
hacen dar fruto, así quiere Dios que produzca frutos en nosotros su Palabra.<br />
Y frutos con generosidad: no sólo el treinta o el sesenta, sino el ciento por<br />
uno, como dirá Jesús en su parábola del sembra<strong>do</strong>r. Y esto, durante to<strong>do</strong><br />
el año.<br />
Como muchas veces podemos constatar que nuestra manera de juzgar y<br />
actuar se parece más a la de este mun<strong>do</strong> que a la de Cristo, a lo largo del<br />
año, este Jesús que ahora es investi<strong>do</strong> oficialmente como nuestro Salva<strong>do</strong>r<br />
y Maestro, nos va a ir enseñan<strong>do</strong> cuál es su mentalidad, que, como decía el<br />
profeta, no coincide con la del mun<strong>do</strong>: "mis planes no son vuestros planes,<br />
vuestros caminos no son mis caminos".