Nuestra Natacha - Facultad De Humanidades
Nuestra Natacha - Facultad De Humanidades
Nuestra Natacha - Facultad De Humanidades
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Rivera- En seguida.<br />
Lalo- ¿Gasa…? ¿Yodo…?<br />
Rivera- También.<br />
Lalo- ¿Tijeras…? ¿Pinzas…?<br />
Rivera- <strong>De</strong> todo; estate tranquilo.<br />
Lalo- Con cuidado, eh.<br />
Rivera- Tú siéntate y calla. (Prepara sobre una mesa sus<br />
cosas para hace una cura.)<br />
Somolinos- Pero ¿quieres decirme qué diablos ibas tú a buscar<br />
allá?<br />
Lalo- Psé, afición. Llamaron a la Residencia por teléfono:<br />
avisen a Lalo que hay ensalada en la <strong>Facultad</strong>. Me<br />
imaginé la escena: hurras, desbandadas, los tranvías<br />
de Atocha volcados, los guardias… ¿Qué iba yo a<br />
hacer? Era una tentación.<br />
Aguilar- ¿Pero sabías de qué se trataba?<br />
Lalo- No hacía falta. Yo acudo siempre a estas cosas<br />
desinteresadamente.<br />
Somolinos- ¿Pensaste siquiera de parte de quién ibas a ponerte?<br />
Lalo- Tampoco: mi deber era ponerme donde hubiera<br />
menos.<br />
Somolinos- Ya. Romanticismo puro.<br />
Lalo- Llegué en un taxi. Me acerqué a uno para<br />
preguntarle. Tenía un aspecto entre estudiante y<br />
obrero; estaba mirando desde lejos, en silencio y con<br />
un gran aire filosófico, como si la cosa no fuera con<br />
él. Le dije: camarada. Entonces se volvió, sacó la<br />
porra y zas. Un admirable ejemplo de laconismo.<br />
Cuando desperté estaba dentro de la <strong>Facultad</strong>, en