18.05.2013 Views

LA DOCTRINA SECRETA - Instituto Cultural Quetzalcoatl

LA DOCTRINA SECRETA - Instituto Cultural Quetzalcoatl

LA DOCTRINA SECRETA - Instituto Cultural Quetzalcoatl

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

La Doctrina Secreta Tomo I Helena Petronila Blavatski<br />

"*...La carta original contenía enseñanzas generales —una exposición o vista de pájaro—<br />

y no particularizaba nada... El hablar del hombre físico, limitando la afirmación a las primeras<br />

Rondas, equivaldría a retroceder a los milagrosos e instantáneos "trajes de piel"... Lo que se<br />

pretendía significar era: la primera "Naturaleza", el primer "cuerpo", la primera "mente" en el<br />

primer plano de percepción, en el primer Globo, en la primera Ronda. Porque Karma y la<br />

evolución han<br />

"...concentrado en nuestra constitución tan extraños extremos<br />

De Naturaleza diferentes 51 maravillosamente mezclados..."<br />

"**Interpretad: ha alcanzado ahora el punto [por analogía, y como en la Tercera Raza–<br />

Raíz, en la Cuarta Ronda] en que su [del hombre–ángel] espiritualidad primordial es<br />

eclipsada y oscurecida por la naciente mentalidad humana, y tendrá usted la verdadera<br />

versión..."<br />

Éstas son las palabras del Maestro; texto, palabras y sentencias entre paréntesis y notas<br />

aclaratorias. Es de razón que debe de existir una enorme diferencia entre términos tales<br />

como "objetividad" y "subjetividad", "materialidad" y "espiritualidad", cuando los mismos<br />

términos son aplicados a planos diferentes de existencia y de percepción. Todo esto debe<br />

ser tomado en su sentido relativo; y por lo tanto, no hay que maravillarse de que un autor<br />

abandonado a sus propias especulaciones, por grande que haya sido su aplicación al<br />

estudio, pero todavía sin la menor experiencia respecto de estas enseñanzas abstrusas,<br />

haya caído en un error. Ni tampoco en las cartas recibidas se hallaba suficientemente<br />

determinada la diferencia entre "Rondas" y "Razas", puesto que no se había establecido<br />

nada sobre el particular anteriormente, y cualquier discípulo oriental habría visto la diferencia<br />

en un momento. Además, dice una carta del Maestro:<br />

51 Las Naturalezas de las siete Jerarquías o clases de Pitris y Dhyân Chohans que<br />

componen nuestra naturaleza y cuerpos, es lo que aquí se significa.<br />

"Las enseñanzas fueron comunicadas bajo protesta... Eran, por decirlo así, géneros de<br />

contrabando... y cuando me quedé solo con uno de los corresponsales, el otro, Mr.... había<br />

confundido de tal modo todas las cartas que poco era lo que pudiera decirse, sin infringir la<br />

ley".<br />

Los teósofos "a quienes esto pueda concernir" comprenderán a qué se refiere.<br />

La consecuencia de todo esto, es que nada ha sido dicho jamás en las cartas que<br />

justifique la seguridad de que la doctrina oculta haya enseñado alguna vez, o creído algún<br />

Adepto, a menos que sea metafóricamente, en la teoría trastrocada moderna del descenso<br />

del hombre de un antecesor común con el mono —un antropoide de la actual especie animal.<br />

Hasta hoy día existen en el mundo muchos más hombres parecidos a monos, que en los<br />

bosques monos parecidos a hombres. El mono es sagrado en la India porque su origen es<br />

bien conocido por los Iniciados, aunque esté oculto bajo el denso velo de la alegoría.<br />

Hanumâna es el hijo de Pavana (Vâyu, "el Dios del viento"), por Anjaná, mujer de un<br />

monstruo llamado Kesari, si bien su genealogía varía. El lector que tenga esto presente<br />

encontrará en los volúmenes III y IV, passim, la explicación completa de esta ingeniosa<br />

alegoría. Los "hombres" de la Tercera Raza (los que se separaron) eran "Dioses" por su<br />

espiritualidad y su pureza, si bien carecían de sentido, y como hombres, estaban aún<br />

desprovistos de razón.<br />

Estos "hombres" de la Tercera Raza, los antepasados de los Atlantes, eran precisamente<br />

unos gigantes tan parecidos a monos y tan sin sentido intelectualmente, como aquellos seres<br />

<strong>Instituto</strong> <strong>Cultural</strong> <strong>Quetzalcoatl</strong> www.samaelgnosis.net Página No. 190

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!