LA DOCTRINA SECRETA - Instituto Cultural Quetzalcoatl
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La Doctrina Secreta Tomo I Helena Petronila Blavatski<br />
Las Mónadas espirituales... no completan del todo su existencia mineral en el Globo A, la<br />
completan después en el Globo B, y así sucesivamente. Pasan varias veces en torno de todo<br />
el círculo como minerales, después varias veces más circulan como vegetales, y varias<br />
veces como animales. De propósito nos abstenemos por ahora de entrar en lo referente a<br />
números, etc. 37 .<br />
Ésta era una conducta prudente en vista del gran secreto mantenido respecto a números y<br />
cifras. Esta reticencia se abandona parcialmente ahora; pero hubiera sido quizás preferible<br />
que los números verdaderos, en lo concerniente a las Rondas y a los giros evolucionarlos,<br />
hubiesen sido entonces o divulgados del todo, o reservados por completo. Mr. Sinnett<br />
comprendió bien esta dificultad al decir:<br />
Por razones no fáciles de adivinar por un extraño, los poseedores del saber oculto se<br />
retraen de un modo especial de comunicar verdades numéricas referentes a la cosmogonía,<br />
a pesar de que es difícil para el no iniciado, el comprender por qué deben ser reservadas 38 .<br />
37 Ob. cit., pág. 49.<br />
38 Ob. cit., pág. 140.<br />
Que semejantes razones existían, es evidente. Sin embargo, a esta reticencia son debidas<br />
la mayor parte de las ideas confusas de algunos discípulos, tanto orientales como<br />
occidentales. Las dificultades que se interponían para la aceptación de los principios de que<br />
se trata parecían grandes, justamente a causa de la carencia de datos en que fundarse. Pero<br />
ahí estaba la cuestión. Pues como los Maestros lo han declarado a menudo, las cifras<br />
pertenecientes a los cálculos ocultos no pueden comunicarse fuera del círculo de chelas<br />
comprometidos, y ni aun éstos pueden quebrantar las reglas.<br />
Para aclarar más las cosas, sin tocar a los aspectos matemáticos de la doctrina, pueden<br />
ampliarse las enseñanzas dadas y ponerse en claro algunos puntos obscuros. Como la<br />
evolución de los Globos y la de las Mónadas están tan íntimamente entrelazadas, haremos<br />
una de las dos enseñanzas. Respecto a las Mónadas, se ruega al lector tenga presente que<br />
la filosofía oriental rechaza el dogma teológico occidental de un alma, nuevamente creada<br />
para cada recién nacido, dogma tan antifilosófico como imposible en la economía de la<br />
Naturaleza. Debe existir un número limitado de Mónadas que evolucionan y van siendo más<br />
y más perfectas, por medio de la asimilación de muchas personalidades sucesivas, en cada<br />
nuevo Manvantara. Esto es en absoluto necesario en vista de las doctrinas del Renacimiento<br />
y del Karma, y de la vuelta gradual de la Mónada humana a su origen —la Deidad Absoluta—<br />
. Así pues, aunque las huestes de Mónadas, en mayor o menor progreso, sean casi<br />
incalculables, son, sin embargo, finitas, como lo es todo en este Universo de diferenciación y<br />
finitud.<br />
Como se ha demostrado en el diagrama doble de los Principios humanos 39 y de los<br />
Globos ascendentes de las cadenas de mundos, existe una concatenación eterna de causas<br />
y efectos, y una analogía perfecta que corre de uno a otro extremo y une juntamente todas<br />
las líneas de la evolución. Lo uno engendra lo otro: lo mismo los Globos que las<br />
Personalidades. Pero empecemos por el principio.<br />
Hemos hecho el bosquejo general de la evolución, mediante el cual se forman las<br />
Cadenas Planetarias sucesivas. Para prevenir errores futuros, pueden exponerse algunos<br />
detalles más que arrojarán también luz sobre la historia de la humanidad en nuestra propia<br />
Cadena, la hija de la Luna.<br />
<strong>Instituto</strong> <strong>Cultural</strong> <strong>Quetzalcoatl</strong> www.samaelgnosis.net Página No. 176