Grandeza y tragedia de Carlos Martínez Rivas - Biblioteca Enrique ...
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ALEJANDRO BOLAÑOS GEYER<br />
poemas, que "Nabucodonosor entre las bestias" es el recuerdo <strong>de</strong> Lola<br />
Aguirre Aragón, una joven que en 1952 recitó, con gran éxito, "Oda a<br />
Roosevelt" durante el 1 Certamen Nacional <strong>de</strong> Recitación, siendo<br />
miembros <strong>de</strong>l jurado él y Henry <strong>Rivas</strong>. Dicho certamen tuvo lugar en el<br />
"Salón Rubén Darío", <strong>de</strong>l Palacio Nacional, el día cuatro <strong>de</strong> febrero, a los<br />
dos meses <strong>de</strong> muerta la madre <strong>de</strong> <strong>Carlos</strong>. 86 Dos semanas <strong>de</strong>spués, llega a<br />
Managua la actriz Yadira ]iménez López, cuya imagen quedó grabada en<br />
la mente <strong>de</strong>l Poeta en 1938. 87 No sabemos si su presencia contribuyó o<br />
no a que el recuerdo <strong>de</strong> Lola Aguirre Aragón estimulara el proceso<br />
creador; pero es obvio que la lectura <strong>de</strong> la Biblia le brindó su "material<br />
onírico" a <strong>Carlos</strong>.<br />
En Daniel iv, 25-33, Dios castiga a Nabucodonosor, rey <strong>de</strong> Babilonia, por<br />
su soberbia. Lo arroja <strong>de</strong> en medio <strong>de</strong> los hombres a morar con las<br />
bestias <strong>de</strong>l campo, a comer hierba como los bueyes y a empapar su<br />
cuerpo <strong>de</strong>l rocío <strong>de</strong>l cielo, hasta que llegaron a crecerle los cabellos como<br />
plumas <strong>de</strong> águila, y las uñas como las <strong>de</strong> las aves <strong>de</strong> rapiña. Al cabo <strong>de</strong>l<br />
tiempo señalado, Nabucodonosor recobra la razón, con humildad bendice<br />
al AltÍsimo que domina los cielos y la tierra, es restablecido en su trono<br />
y aumenta su magnificencia.<br />
En su creación literaria, el subconsciente <strong>de</strong> <strong>Carlos</strong> narra: "Yo supe <strong>de</strong><br />
lugares <strong>de</strong> don<strong>de</strong> regresé / henchido / y por días mi fisonomía habló a<br />
los extraños / <strong>de</strong> ese secreto, indiscretamente; / tal era el gozo que<br />
contuve." Siendo su secreto el amor edipal con su madre, estas líneas<br />
aprovechan la soberbia <strong>de</strong> Nabucodonosor para burlar al censor interno<br />
y referir como soberbia suya sus lecturas <strong>de</strong> El Paraíso Recobrado a sus<br />
amigos, quienes, a pesar <strong>de</strong> la indiscreción <strong>de</strong> su fisonomía ("tal era el<br />
gozo que contuve"), al igual que el censor interno, tampoco lograron<br />
<strong>de</strong>scifrar su mensaje.<br />
<strong>Carlos</strong> prosigue, narrando su bohemia en Europa camuflado como<br />
Nabucodonosor entre las bestias: "Son esos lugares: la atracción / <strong>de</strong> lo<br />
inícuo; el azoramiento / <strong>de</strong>l genio tentado, vacilando; el horror / <strong>de</strong> un<br />
rostro voluble como el <strong>de</strong> Myriam / que al parecer no haría sino<br />
<strong>de</strong>struir; / la envolvente estupi<strong>de</strong>z, tenaz nodriza / amamantándonos; /