El arte de no amargarse la vida - El mundo del "manitas "
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convencerlas para que acudan a un psicólogo que les haga ver que no es necesario ser atractivo para ser feliz. ¡Que trabaje el psicoterapeuta y no el cirujano! Más adelante, si llegan a relajarse sobre la cuestión del aspecto físico, se podrá hablar de operarse o no. Pero ya se tratará de una elección libre, no motivada por un miedo absurdo. Pensemos que el temor a no agradar a los demás es un miedo muy global, que afecta a muchos aspectos de la vida, y que no se solucionará con una operación. Tan sólo disminuirá durante unos meses, pero luego volverá fijado en otro defecto. Lo que hay que hacer ese eliminar ese miedo en su propio origen, es decir, en ciertas ideas irracionales sobre los defectos y la felicidad. En fin, no tenemos que menospreciar el poder de los mitos y las supersticiones a la hora de crear malestar emocional. Tener una mente sana implica no sostener creencias irracionales de ningún tipo. LA SUPERSTICIÓN SIEMPRE PASA FACTURA Hace algunos años, vino a verme un hombre de unos 35 años para que le ayudase con sus problemas emocionales. Durante nuestra conversación sobre sus asuntos, me explicó que él nunca iba al médico. Tenía que estar realmente mal para acudir a una consulta. Me explicó: —No voy a los médicos porque cuando vas te empiezan a encontrar cosas y ahí empieza tu
decadencia. Este razonamiento, aunque del todo ilógico, está muy extendido. Es, a todas luces, irracional. Es evidente que las enfermedades, en caso de tenerlas, están ahí independientemente de que te las diagnostique un médico. El caso es que me fijé en que este paciente tenía la boca muy mal. Le faltaban todas las piezas frontales y algunas muelas. Le pregunté por ello y me dijo: —Es que tengo tendencia a las caries, desde pequeño. Y, claro, fiel a su absurda creencia en contra de la medicina, tampoco iba al dentista. Desde bien joven, lo evitaba una y otra vez, las caries se extendían y, al final, no había más remedio que extraerle las piezas. El resultado: una dentadura hecha polvo a una edad demasiado temprana. Es conveniente decirlo y repetirlo: las supersticiones no son inocuas. Tarde o temprano nos pasan factura. Siempre que pensamos mal, eso acaba afectando a nuestros intereses. Por el contrario, intentar mantener un pensamiento lógico y estructurado nos dará mejores resultados a nivel emocional y en nuestra vida práctica. En este capítulo hemos aprendido que: 1. Existen dos obstáculos iniciales al cambio terapéutico: el mito de la bondad de la
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<strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia.<br />
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<strong>El</strong> caso es que me fijé en que este paciente<br />
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—Es que tengo ten<strong>de</strong>ncia a <strong>la</strong>s caries, <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
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se extendían y, al final, <strong>no</strong> había más remedio<br />
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En este capítulo hemos aprendido que:<br />
1. Existen dos obstáculos iniciales al cambio<br />
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