El arte de no amargarse la vida - El mundo del "manitas "
El arte de no amargarse la vida - El mundo del "manitas " El arte de no amargarse la vida - El mundo del "manitas "
feliz». El hombre —o mujer— maduro es aquel que sabe que no necesita casi nada para ser feliz. En una ocasión, vino a verme un joven paciente que estaba deprimido porque le había abandonado su novia. Le pregunté: —¿Cuál crees tú que es la idea irracional que te hace estar deprimido en estos momentos? —No lo sé, estoy mal porque ella me ha dejado. Es normal, ¿no? —respondió. —No, lo normal sería estar disgustado, triste, pero no deprimido como tú lo estás —le dije en el tono directo que suelo emplear en mi consulta. —Pues no sé cuál es esa idea irracional que tú me dices —dijo el paciente un poco confuso. —Tú te dices a ti mismo: «Necesito que ella esté conmigo para ser feliz» o, dicho de otro modo, «Es terrible estar solo, no lo puedo soportar» —le dije. —Vale, pero es que yo la quiero, la amo. ¿No es normal estar mal cuando no puedes tener al amor de tu vida? —replicó con tono quejumbroso. —¡No! Eso es una idea hiperromántica fruto de tu absurda necesititis. Es normal estar disgustado, moderadamente triste, pero no deprimido. Tu novia te ha dejado. Ésa es la realidad. Te «gustaría» estar con ella, pero no
«necesitas» estar con ella para ser feliz. Así es para todo el mundo, así que no te digas lo contrario. —E hice una pausa para dejarle pensar. Luego continué: —Te voy a explicar una historia para que lo entiendas. Imagina que un día yo te digo: «Estoy deprimido porque el cielo no es de color fucsia. Todo empezó hace unos días; imaginé que si el cielo fuera fucsia, la vida sería mucho más alegre, porque el fucsia es un color muy festivalero. Y, claro, ahora, cuando salgo a la calle y veo que sigue siendo azul, me entristezco hasta deprimirme». ¿Qué pensarías de mí si te dijese esto? —¡Pues que mi terapeuta está loco de atar! — dijo riendo. —Y tendrías razón porque, para empezar, el cielo no puede ser fucsia, es una pretensión estúpida. Además, el cielo ya está bien de color azul: es muy hermoso. Millones de personas viven suficientemente bien con el cielo de color azul y esto me indica que el fucsia no es una necesidad... ¿Lo ves? A ti te pasa lo mismo: piensas que es «absolutamente necesario» que tu ex novia esté contigo para ser feliz y... la realidad no es así ni tampoco necesitas que sea así —le dije. —¿Se trata sólo de una idea que me he metido
- Page 17 and 18: un momento dado, su historia dio un
- Page 19: con terapia cognitiva y han sido te
- Page 22 and 23: donde Epafrodito empezaría a medra
- Page 24 and 25: Discursos. Se han inventado muchas
- Page 26 and 27: mí mismo algo así como: «¡Dios
- Page 28 and 29: disfrutar de nada. Se levantaba por
- Page 30 and 31: único sin carrera», dijo. Y para
- Page 32 and 33: 3. Producir malestar emocional. Vea
- Page 34 and 35: momento, a cualquier edad, todos po
- Page 36 and 37: ¡BASTA DE DRAMATIZAR! Una persona
- Page 38 and 39: —Cuando camino por la calle, evit
- Page 40 and 41: de tacón que tengo. Salí a la cal
- Page 42 and 43: hacerlo. De hecho, evaluamos de man
- Page 44 and 45: Pero vayamos a las definiciones del
- Page 46 and 47: Básicamente, mi trabajo consiste e
- Page 48 and 49: demasiado pequeños, podría disfru
- Page 50 and 51: que me ha sucedido o me podría suc
- Page 52 and 53: otras personas que viven en entorno
- Page 54 and 55: no son tan malas como imaginamos. Y
- Page 56 and 57: en España que son ciegas, sordas y
- Page 58 and 59: consecuencias emocionales nocivas.
- Page 60 and 61: Este tipo de ideas, bien cimentadas
- Page 62 and 63: 7.45 de la mañana. Era la tercera
- Page 64 and 65: A las 9.30 llegó al lugar de la re
- Page 66 and 67: tarde, volvió a encenderla: no pod
- Page 70 and 71: en la mente? —preguntó. —¡Exa
- Page 72 and 73: me confesaba, esa presión ni siqui
- Page 74 and 75: ealizado un sorteo entre los habita
- Page 76 and 77: aparco enfrente de casa, que me lle
- Page 78 and 79: dispuesto a perderlos. De lo contra
- Page 80 and 81: Capítulo 5 EL TOP TEN DE LAS CREEN
- Page 82 and 83: generadoras de malestar que afectan
- Page 84 and 85: compartan algunas de las falsas ide
- Page 86 and 87: vida. Se le estropeaba la lavadora
- Page 88 and 89: Y es que es más que evidente que n
- Page 90 and 91: Sin embargo, volviendo al tema del
- Page 92 and 93: Pero aquí hay un error conceptual.
- Page 94 and 95: convencerlas para que acudan a un p
- Page 96: preocupación y el mito del todo va
- Page 99 and 100: Capítulo 7 LA RUTINA DEL DEBATE El
- Page 101 and 102: LA RUTINA DEL DEBATE Paso 1. Descub
- Page 103 and 104: al pasar solo el fin de semana porq
- Page 105 and 106: multitud de posibilidades para disf
- Page 107 and 108: distanciarnos de nosotros mismos. E
- Page 109 and 110: Resumiendo, este método de practic
- Page 111 and 112: ejercicio de pensamiento positivo.
- Page 113 and 114: entreno diario, tenemos que dejar p
- Page 115 and 116: visualización. SOY POBRE Y ESTOY B
- Page 117 and 118: Si nos vemos bien siendo indigentes
feliz». <strong>El</strong> hombre —o mujer— maduro es aquel<br />
que sabe que <strong>no</strong> necesita casi nada para ser<br />
feliz.<br />
En una ocasión, vi<strong>no</strong> a verme un joven<br />
paciente que estaba <strong>de</strong>primido porque le había<br />
abandonado su <strong>no</strong>via. Le pregunté:<br />
—¿Cuál crees tú que es <strong>la</strong> i<strong>de</strong>a irracional que<br />
te hace estar <strong>de</strong>primido en estos momentos?<br />
—No lo sé, estoy mal porque el<strong>la</strong> me ha<br />
<strong>de</strong>jado. Es <strong>no</strong>rmal, ¿<strong>no</strong>? —respondió.<br />
—No, lo <strong>no</strong>rmal sería estar disgustado, triste,<br />
pero <strong>no</strong> <strong>de</strong>primido como tú lo estás —le dije en<br />
el to<strong>no</strong> directo que suelo emplear en mi<br />
consulta.<br />
—Pues <strong>no</strong> sé cuál es esa i<strong>de</strong>a irracional que tú<br />
me dices —dijo el paciente un poco confuso.<br />
—Tú te dices a ti mismo: «Necesito que el<strong>la</strong><br />
esté conmigo para ser feliz» o, dicho <strong>de</strong> otro<br />
modo, «Es terrible estar solo, <strong>no</strong> lo puedo<br />
soportar» —le dije.<br />
—Vale, pero es que yo <strong>la</strong> quiero, <strong>la</strong> amo. ¿No<br />
es <strong>no</strong>rmal estar mal cuando <strong>no</strong> pue<strong>de</strong>s tener al<br />
amor <strong>de</strong> tu <strong>vida</strong>? —replicó con to<strong>no</strong><br />
quejumbroso.<br />
—¡No! Eso es una i<strong>de</strong>a hiperromántica fruto <strong>de</strong><br />
tu absurda necesititis. Es <strong>no</strong>rmal estar<br />
disgustado, mo<strong>de</strong>radamente triste, pero <strong>no</strong><br />
<strong>de</strong>primido. Tu <strong>no</strong>via te ha <strong>de</strong>jado. Ésa es <strong>la</strong><br />
realidad. Te «gustaría» estar con el<strong>la</strong>, pero <strong>no</strong>