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El arte de no amargarse la vida - El mundo del "manitas "

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terribilitis más extendidas.<br />

Seguí dialogando con él:<br />

—Veamos: dices que eres más romántico que<br />

los <strong>de</strong>más... ¿Qué significa eso?<br />

—Pues supongo que quiere <strong>de</strong>cir que creo en el<br />

amor, que necesito a alguien a quien amar —<br />

respondió.<br />

—¡Ajajá! Dices que ¡necesitas! a alguien a<br />

quien amar... ¿Y si nunca tuvieses pareja, nunca<br />

más en el resto <strong>de</strong> tu <strong>vida</strong>? —le pregunté.<br />

—¡Para mí, sin amor, <strong>no</strong> vale <strong>la</strong> pena vivir!<br />

Ahí lo tenemos. Detrás <strong>de</strong> cualquier malestar<br />

emocional exagerado hay un pensamiento<br />

terribilizador. Una frase que se pue<strong>de</strong> construir<br />

en presente <strong>de</strong> indicativo o en condicional. En el<br />

curso <strong>de</strong> <strong>la</strong> terapia buscamos esas frases, como<br />

por ejemplo: «Si jamás tuviese pareja, mi <strong>vida</strong><br />

sería terrible».<br />

La creencia irracional también se pue<strong>de</strong><br />

expresar en forma <strong>de</strong> necesidad: «Necesito<br />

pareja para ser feliz» (y como <strong>no</strong> <strong>la</strong> tengo, soy<br />

un gusa<strong>no</strong> fracasado).<br />

<strong>El</strong> primer paso <strong>de</strong> <strong>la</strong> rutina <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bate<br />

consiste, entonces, en analizar el malestar<br />

emocional diario y <strong>de</strong>tectar qué creencias<br />

irracionales lo provocan. Por ejemplo: «Me he<br />

enfurecido porque me he dicho a mí mismo que<br />

es terrible que mi jefe me haya reprendido en<br />

público sin razón». O «Me he puesto muy triste

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