Impresiones de viaje : escritas por una abuela para sus nietos
Impresiones de viaje : escritas por una abuela para sus nietos Impresiones de viaje : escritas por una abuela para sus nietos
* Impresiones de viaje (escritas por una abuela para sus nietos) Al regreso a Madrid nos rebelamos Barbarita y yo, y nos impusimos, para no dejarlos volar, como en la mañana. Pusieron el carro a un paso moderado, y así nos dimos cuenta de la bella carretera. en la mitad de la gran recta se desvió el carro por otro camino, para llegar hasta una alta meseta donde se levanta una estatua del Sagrado Corazón. está en la misma actitud de la estatua del Salvador, que domina aquí la ciudad. este monumento señala el centro de españa. Al siguiente día salimos al comercio a comprar ropa de seda y mantelería, que la hay muy fina en Madrid, y conseguimos también otras maletas; luego nos fuimos en carro a pasear; conocimos el monumento de Alfonso XII, el de la Reina Isabel la Católica, que me gustó mucho, y el de Colón. Nos llevó el guía a la casa de habitación de la Infanta Isabel, tía del rey, que estaba de veraneo con ellos en Santander; por estar ausente daban permiso para visitarla. es un palacio pequeño, pero muy bello. La escalera que conduce al segundo piso, donde están las habitaciones, tiene cuadros de mucho mérito artístico; el saloncito de recibo es lindo, lo mismo el dormitorio. el lecho, muy dorado, se levanta sobre una plataforma alfombrada como el piso; el pabellón que lo cubre, las paredes y las colgaduras, son de la misma finísima tela que la colcha y el rollo de la cama. Hay retratos de sus an tepasados en lujosos marcos. el de doña Isabel II es muy grande; lo mismo el de la dueña de la casa, que está retratada de mantilla blanca, cogida con claveles en la cabeza y en el pecho; no joven sino vieja, como de sesenta años; dizque era muy entusiasta por los toros e iba a Sevilla a las corridas. estaba “La Señora”, como le decían los criados, invitada con sus sobrinos para ir a Sevilla a la inauguración del pabellón de Colombia. Invitación que había aceptado. tenía infinidad de miniaturas de mucho valor, por mesas, repisas y paredes. un verdadero museo. Sofía decía: “¡Qué ofuscación para esta señora vivir en medio de este chechererío!” entre todos estos chécheres había uno curiosísimo: era una pulga vestida con falda roja, camisa con gola y sombrero; por debajo de la saya se le salían las patas, que no estaban calzadas. esta curiosidad estaba metida en una ampolletica de vidrio, y daban un lente para examinarla. Parece mentira: pero era perfecta la “señora doña Pulga”. Los sirvientes de la casa nos mostraron todo, atentísimos, muy galanes con sus libreas de largo chaquetón y botones plateados; pero nos seguían, pegados a nosotros, como sombras. Sin duda para que no fuéramos a “topar” algunas de esas preciosas curiosidades, tan propias para chorrearlas a los bolsillos. esta maja de la mantilla y los claveles fue la que murió recientemente en fontainebleau, cuando acompañaba a su sobrino en el destierro. * 82
* Isabel Carrasquilla en la mañana del 10 de septiembre tomamos el tren en Atocha, con dirección a Sevilla. fue largo este trayecto. Nos sirvieron las comidas allí mismo. Como ya estábamos diestros en el viajar, nos adueñamos de un compartimiento del tren; ocupamos cinco asientos, y amontonamos en los tres restantes las maletas de mano, los abrigos, los sombreros, los libros: en fin, todo lo que podíamos, para evitar que otros viajeros encontraran puesto. Cuando alguno de los cinco quería dormir, los demás le hacían sitio, y así nos turnábamos. * 83
- Page 31 and 32: * Isabel Carrasquilla lo de la ciud
- Page 33 and 34: * Isabel Carrasquilla jardines. Dij
- Page 35 and 36: * Isabel Carrasquilla La antigua Ca
- Page 37 and 38: * Isabel Carrasquilla que no sabía
- Page 39 and 40: * Isabel Carrasquilla un domingo fu
- Page 41 and 42: * Isabel Carrasquilla aguardarnos;
- Page 43 and 44: * Isabel Carrasquilla aquel tubo al
- Page 45 and 46: * Isabel Carrasquilla Próspero hab
- Page 47 and 48: * Isabel Carrasquilla recogimiento.
- Page 49 and 50: * Isabel Carrasquilla Los antioque
- Page 51 and 52: * Isabel Carrasquilla todos los cue
- Page 53 and 54: V Por último, resolvimos el viaje
- Page 55 and 56: * Isabel Carrasquilla el trayecto d
- Page 57 and 58: * Isabel Carrasquilla nuestra, se e
- Page 59 and 60: * Isabel Carrasquilla con ninguna t
- Page 61 and 62: * Isabel Carrasquilla fuimos a vari
- Page 63 and 64: VI el 30 de agosto a las siete de l
- Page 65 and 66: * Isabel Carrasquilla crea, Barbari
- Page 67 and 68: * Isabel Carrasquilla parientes y a
- Page 69 and 70: * Isabel Carrasquilla gría cuando
- Page 71 and 72: * Isabel Carrasquilla en San Sebast
- Page 73 and 74: * Isabel Carrasquilla hacen resalta
- Page 75 and 76: * Isabel Carrasquilla cuales podrí
- Page 77 and 78: * Isabel Carrasquilla y en los pobr
- Page 79 and 80: * Isabel Carrasquilla rito de marfi
- Page 81: * Isabel Carrasquilla museo, pues e
- Page 85 and 86: * Isabel Carrasquilla fe. el Alcáz
- Page 87 and 88: * Isabel Carrasquilla el barrio y p
- Page 89 and 90: * Isabel Carrasquilla de españa, m
- Page 91 and 92: * Isabel Carrasquilla del edificio
- Page 93 and 94: X Hicimos este viaje en un Pullman
- Page 95 and 96: * Isabel Carrasquilla una barrera n
- Page 97 and 98: * Isabel Carrasquilla te pasa?” l
- Page 99 and 100: * Isabel Carrasquilla y que sirvió
- Page 101 and 102: XI A las ocho de la mañana salimos
- Page 103 and 104: XII Salimos por la vía de Atocha a
- Page 105 and 106: * Isabel Carrasquilla Hay una parte
- Page 107 and 108: * Isabel Carrasquilla la casa, que
- Page 109 and 110: * Isabel Carrasquilla que daban a u
- Page 111 and 112: * Isabel Carrasquilla Yo compré lo
- Page 113 and 114: * Isabel Carrasquilla ciudad. La su
- Page 115 and 116: * Isabel Carrasquilla La otra pasat
- Page 117 and 118: * Isabel Carrasquilla más allá y
- Page 119 and 120: * Isabel Carrasquilla las gentes po
- Page 121 and 122: * Isabel Carrasquilla el Museo Capi
- Page 123 and 124: * Isabel Carrasquilla cioso como si
- Page 125 and 126: * Isabel Carrasquilla Al día sigui
- Page 127 and 128: * Isabel Carrasquilla vean: dizque
- Page 129 and 130: * Isabel Carrasquilla es larga la d
- Page 131 and 132: * Isabel Carrasquilla Hay momias pe
*<br />
<strong>Impresiones</strong> <strong>de</strong> <strong>viaje</strong> (<strong>escritas</strong> <strong>por</strong> <strong>una</strong> <strong>abuela</strong> <strong>para</strong> <strong>sus</strong> <strong>nietos</strong>)<br />
Al regreso a Madrid nos rebelamos Barbarita y yo, y nos impusimos, <strong>para</strong><br />
no <strong>de</strong>jarlos volar, como en la mañana. Pusieron el carro a un paso mo<strong>de</strong>rado, y<br />
así nos dimos cuenta <strong>de</strong> la bella carretera. en la mitad <strong>de</strong> la gran recta se <strong>de</strong>svió<br />
el carro <strong>por</strong> otro camino, <strong>para</strong> llegar hasta <strong>una</strong> alta meseta don<strong>de</strong> se levanta <strong>una</strong><br />
estatua <strong>de</strong>l Sagrado Corazón. está en la misma actitud <strong>de</strong> la estatua <strong>de</strong>l Salvador,<br />
que domina aquí la ciudad. este monumento señala el centro <strong>de</strong> españa.<br />
Al siguiente día salimos al comercio a comprar ropa <strong>de</strong> seda y mantelería,<br />
que la hay muy fina en Madrid, y conseguimos también otras maletas; luego<br />
nos fuimos en carro a pasear; conocimos el monumento <strong>de</strong> Alfonso XII, el <strong>de</strong><br />
la Reina Isabel la Católica, que me gustó mucho, y el <strong>de</strong> Colón.<br />
Nos llevó el guía a la casa <strong>de</strong> habitación <strong>de</strong> la Infanta Isabel, tía <strong>de</strong>l rey,<br />
que estaba <strong>de</strong> veraneo con ellos en Santan<strong>de</strong>r; <strong>por</strong> estar ausente daban permiso<br />
<strong>para</strong> visitarla. es un palacio pequeño, pero muy bello. La escalera que conduce<br />
al segundo piso, don<strong>de</strong> están las habitaciones, tiene cuadros <strong>de</strong> mucho mérito<br />
artístico; el saloncito <strong>de</strong> recibo es lindo, lo mismo el dormitorio. el lecho, muy<br />
dorado, se levanta sobre <strong>una</strong> plataforma alfombrada como el piso; el pabellón<br />
que lo cubre, las pare<strong>de</strong>s y las colgaduras, son <strong>de</strong> la misma finísima tela que la<br />
colcha y el rollo <strong>de</strong> la cama. Hay retratos <strong>de</strong> <strong>sus</strong> an tepasados en lujosos marcos.<br />
el <strong>de</strong> doña Isabel II es muy gran<strong>de</strong>; lo mismo el <strong>de</strong> la dueña <strong>de</strong> la casa, que<br />
está retratada <strong>de</strong> mantilla blanca, cogida con claveles en la cabeza y en el pecho;<br />
no joven sino vieja, como <strong>de</strong> sesenta años; dizque era muy entusiasta <strong>por</strong><br />
los toros e iba a Sevilla a las corridas. estaba “La Señora”, como le <strong>de</strong>cían los<br />
criados, invitada con <strong>sus</strong> sobrinos <strong>para</strong> ir a Sevilla a la inauguración <strong>de</strong>l pabellón<br />
<strong>de</strong> Colombia. Invitación que había aceptado. tenía infinidad <strong>de</strong> miniaturas <strong>de</strong><br />
mucho valor, <strong>por</strong> mesas, repisas y pare<strong>de</strong>s. un verda<strong>de</strong>ro museo. Sofía <strong>de</strong>cía:<br />
“¡Qué ofuscación <strong>para</strong> esta señora vivir en medio <strong>de</strong> este chechererío!” entre<br />
todos estos chécheres había uno curiosísimo: era <strong>una</strong> pulga vestida con falda<br />
roja, camisa con gola y sombrero; <strong>por</strong> <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la saya se le salían las patas,<br />
que no estaban calzadas. esta curiosidad estaba metida en <strong>una</strong> ampolletica <strong>de</strong><br />
vidrio, y daban un lente <strong>para</strong> examinarla. Parece mentira: pero era perfecta la<br />
“señora doña Pulga”. Los sirvientes <strong>de</strong> la casa nos mostraron todo, atentísimos,<br />
muy galanes con <strong>sus</strong> libreas <strong>de</strong> largo chaquetón y botones plateados; pero nos<br />
seguían, pegados a nosotros, como sombras. Sin duda <strong>para</strong> que no fuéramos a<br />
“topar” alg<strong>una</strong>s <strong>de</strong> esas preciosas curiosida<strong>de</strong>s, tan propias <strong>para</strong> chorrearlas a los<br />
bolsillos. esta maja <strong>de</strong> la mantilla y los claveles fue la que murió recientemente<br />
en fontainebleau, cuando acompañaba a su sobrino en el <strong>de</strong>stierro.<br />
*<br />
82