Impresiones de viaje : escritas por una abuela para sus nietos
Impresiones de viaje : escritas por una abuela para sus nietos
Impresiones de viaje : escritas por una abuela para sus nietos
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
*<br />
<strong>Impresiones</strong> <strong>de</strong> <strong>viaje</strong> (<strong>escritas</strong> <strong>por</strong> <strong>una</strong> <strong>abuela</strong> <strong>para</strong> <strong>sus</strong> <strong>nietos</strong>)<br />
dines <strong>de</strong> Luxemburgo, el bosque <strong>de</strong> Bolonia, la torre eiffel con <strong>sus</strong> bellísimos<br />
jardines, y dos palacios; el <strong>de</strong>l troca<strong>de</strong>ro, y el otro <strong>de</strong>l frente, que se <strong>de</strong>stacan<br />
en los extremos, tan bellos y majestuosos. total: que volví al hotel <strong>de</strong>slumbrada<br />
<strong>de</strong> tanta belleza. Me parecía que no amanecía, <strong>para</strong> verlos <strong>de</strong> nuevo, y seguir<br />
conociendo todo lo <strong>de</strong>más.<br />
Sofía, la muy solapada, nada me había preguntado <strong>de</strong> Próspero, aunque<br />
ardía <strong>de</strong> curiosidad. esa noche hablamos largo y tendido <strong>de</strong> él. Se impuso lo<br />
<strong>de</strong> la operación, que había sido el motivo <strong>para</strong> no haberle escrito últimamente.<br />
esto lo había sabido <strong>por</strong> los Morenos Aristizábal, pero sin <strong>de</strong>talles. Yo me había<br />
comprometido con Próspero a escribirle <strong>de</strong> París, contándole todo lo <strong>de</strong> la<br />
llegada y el encuentro con ella; pero me fue imposible, pues estos días fueron <strong>de</strong><br />
un continuo movimiento, conociendo lo más notable, <strong>para</strong> salir a viajar, pues la<br />
estación propia ya estaba <strong>para</strong> terminarse. De manera que los compañeros no<br />
nos dieron más que veinte días <strong>de</strong> término <strong>para</strong> estarnos en París; y como pensábamos<br />
<strong>de</strong>morarnos al regreso todo el invierno, nos pareció plazo suficiente.<br />
Como dije antes, había muchas familias <strong>de</strong> Me<strong>de</strong>llín en el Hotel florida.<br />
entre ellas un matrimonio joven que tenía polémicas muy divertidas. ella <strong>de</strong>cía<br />
que habían convenido en que le daba los jueves a él, <strong>para</strong> que se divirtiera<br />
con los amigos; y que él muy pillo se tomaba también los domingos y la mayor<br />
parte <strong>de</strong> las noches; total, que hacía novillos toda la semana. Él <strong>de</strong>cía que era<br />
rezando en La Magdalena, don<strong>de</strong> hacía ejercicios. Los domingos íbamos todos<br />
a misa a ese templo, tanto los hospedados en el florida, como los otros. La oían<br />
todos muy <strong>de</strong>votos, meditando en lo elegantes y bonitas <strong>de</strong> todas las mujeres,<br />
tanto las parisienses como las antioqueñas, que eran muchas. A la salida nos<br />
juntábamos en el atrio, y se hacían los planes <strong>para</strong> el día. Los hombres, <strong>por</strong> lo<br />
general se <strong>de</strong>spedían allí <strong>de</strong> las señoras, y en propio momento emprendían los<br />
“ejercicios”, pues vivían todos muy edificados, empezando <strong>por</strong> los viejos, ¡y ojos<br />
que te vuelvan a ver! Solamente Claudino y Pedro no entraban a los “ejercicios”,<br />
no <strong>por</strong>que les faltaba <strong>de</strong>seo, creo yo, sino <strong>por</strong>que estaban ambos recién operados<br />
y los médicos les habían hecho muchas recomendaciones. Por las noches,<br />
cuando no íbamos a los teatros, y los hombres no estaban “rezando”, se hacían<br />
<strong>una</strong>s tertulias <strong>de</strong> lo más animadas; pues casi todos iban a buscarnos al florida.<br />
Nos juntamos hasta veinticinco antioqueños. ¡figúrense cómo sería la pelotera!<br />
tanto, que los <strong>de</strong>más <strong>de</strong>l hotel iban <strong>de</strong>socupando el salón, y nos <strong>de</strong>jaban solos<br />
a los <strong>de</strong> la colonia y charlábamos hasta tar<strong>de</strong>. Allí se hablaba <strong>de</strong> política; <strong>de</strong> la<br />
*<br />
56