Impresiones de viaje : escritas por una abuela para sus nietos
Impresiones de viaje : escritas por una abuela para sus nietos
Impresiones de viaje : escritas por una abuela para sus nietos
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
*<br />
<strong>Impresiones</strong> <strong>de</strong> <strong>viaje</strong> (<strong>escritas</strong> <strong>por</strong> <strong>una</strong> <strong>abuela</strong> <strong>para</strong> <strong>sus</strong> <strong>nietos</strong>)<br />
tubos <strong>para</strong> vaciarles el agua y limpiarlas, y <strong>para</strong> introducir el aire que necesitan<br />
los animales; lo mismo <strong>para</strong> darles la comida, <strong>de</strong> manera que los empleados no<br />
tengan peligro.<br />
Las piscinas son bellas, hay peces <strong>de</strong> gran tamaño y <strong>una</strong> variedad muy gran<strong>de</strong><br />
<strong>de</strong> pececitos <strong>de</strong> todos los colores, como los pájaros. Los hay chirringos 26 como<br />
las sardinitas que uste<strong>de</strong>s encuentran en los charcos.<br />
No pasamos <strong>de</strong>l acuario <strong>por</strong>que estábamos cansados; así, no vimos las aves<br />
ni otros animales. Regresamos <strong>de</strong> noche a la ciudad.<br />
Coney Island es otro lugar que visitan los turistas. es también lejos <strong>de</strong> la<br />
ciudad. Allá fuimos en auto. Éste es el lugar don<strong>de</strong> hay juegos <strong>de</strong> montañas<br />
rusas, ruedas elevadas que voltean a gran<strong>de</strong> altura, etc. todas esas cosas propias<br />
<strong>para</strong> niños y muy en boga allá entre la gente mayor, pues los yanquis no son<br />
sino niños gran<strong>de</strong>s que gozan con todas esas cosas.<br />
Los monstruos humanos que exhiben no se los <strong>de</strong>scribo, <strong>por</strong>que no son <strong>para</strong><br />
<strong>de</strong>scritos ni <strong>para</strong> vistos. No me explico cómo la gente pue<strong>de</strong> gozar con ver estos<br />
infelices seres que <strong>por</strong> necesidad explotan <strong>sus</strong> <strong>de</strong>fectos, y más que curiosidad<br />
inspiran compasión. un mono sabio sí me llamó la atención. estaba vestido<br />
<strong>de</strong> cachaco; flux 27 gris, sombrero coco, corbata y zapatos. Se sentaba a la mesa<br />
y comía con todo y cubierto, y sabía trinchar perfectamente, y hasta mejor que<br />
muchos niños que yo conozco. terminada la comida se sentaba a mecerse en<br />
<strong>una</strong> sillita pequeña, encendía cigarrillo y fumaba tomando el café. A lo mejor<br />
se le olvidaba que era “cachaco” y se tiraba al suelo a revolcarse, a gruñir y a<br />
alzar las patas. La muchacha que lo manejaba, a quien obe<strong>de</strong>cía siempre, sacaba<br />
un látigo y lo castigaba. entonces se ponía <strong>de</strong> pie y saludaba. La domadora le<br />
preguntaba que <strong>por</strong> dón<strong>de</strong> lo habían castigado, y él mostraba las posa<strong>de</strong>ras y<br />
se las golpeaba con la mano.<br />
Claudino, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que llegamos, se sintió enfermo, <strong>por</strong> lo cual hubo<br />
que consultar al médico; pero la cosa no llegó a mayores. Nos pusimos, pues, a<br />
recorrer toda la ciudad, <strong>para</strong> luego ir a Washington, a fila<strong>de</strong>lfia, y a conocer el<br />
gran Niágara. Pero Sofía nos escribía <strong>de</strong> París, afanándonos. Nos <strong>de</strong>cía que nos<br />
aguardaba pronto <strong>para</strong> irse a viajar con nosotros; que <strong>sus</strong> compañeros Pedro<br />
Jaramillo y Barbarita Peláez habían <strong>de</strong>morado su salida <strong>de</strong> París, también <strong>por</strong><br />
26 Chiquitos.<br />
27 terno (traje <strong>de</strong> hombre), María Moliner, Gredos, 2007, pág. 1377<br />
*<br />
40