Impresiones de viaje : escritas por una abuela para sus nietos
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<strong>Impresiones</strong> <strong>de</strong> <strong>viaje</strong> (<strong>escritas</strong> <strong>por</strong> <strong>una</strong> <strong>abuela</strong> <strong>para</strong> <strong>sus</strong> <strong>nietos</strong>)<br />
el paseo a conocer los puertos <strong>de</strong> Ostia Nueva y el antiguo <strong>de</strong> Ostia lo<br />
hicimos en compañía <strong>de</strong> <strong>una</strong> familia uruguaya, compuesta <strong>de</strong> un matrimonio y<br />
su hija, conocidos <strong>de</strong> Sofía, quienes habían estado en París en el Hotel florida.<br />
Salimos <strong>por</strong> la carretera recientemente construida que fue la que vimos como un<br />
camino <strong>de</strong> luces el día <strong>de</strong> nuestra llegada. es la única buena y bonita, asfaltada<br />
y con farolas, que conocimos en Roma.<br />
Ostia es ya <strong>una</strong> gran población, con ser tan reciente. tiene parque, casas <strong>de</strong><br />
recreo muy bonitas y elegantes, balneario muy cómodo, y el puerto que <strong>de</strong>be ser<br />
magnífico. el Premier Mussolini había puesto todo su interés <strong>para</strong> embellecerla<br />
y acrecentarla, y tiene allí <strong>una</strong> hermosa resi<strong>de</strong>ncia.<br />
Al regreso tomamos <strong>por</strong> la Via Apia, tan interesante; veíamos las murallas<br />
antiguas, con <strong>sus</strong> gran<strong>de</strong>s puertas; restos <strong>de</strong> los sepulcros, que existían a lado y<br />
lado <strong>de</strong> la vía; y allá, más lejos, trozos <strong>de</strong>l acueducto, que semejan pórticos en<br />
ruinas. el carro tuvimos que <strong>de</strong>jarlo <strong>para</strong> tomar a pie <strong>por</strong> un camino empedrado<br />
a trechos con piedras gran<strong>de</strong>s y disparejas; es la vía que conduce a Ostia vieja,<br />
don<strong>de</strong> murió Santa Mónica.<br />
La señora uruguaya no pudo seguir <strong>por</strong>que le acometió <strong>una</strong> fuerte jaqueca.<br />
Caminamos hasta encontrar las tumbas <strong>de</strong>l camino y los primeros edificios <strong>de</strong><br />
la abandonada ciudad. Por doquiera blanquean trozos <strong>de</strong> mármol, columnas,<br />
capiteles con adornos bellísimos, se ven esparcidos <strong>por</strong> todas partes. estos, sin<br />
duda, restos <strong>de</strong> templos o <strong>de</strong> sepulcros. Yo hubiera querido ir hasta el fin <strong>de</strong> la<br />
larga calle, don<strong>de</strong> creía se <strong>de</strong>bían agrupar los edificios, <strong>para</strong> mirar la playa, que<br />
las aguas <strong>de</strong>l mar habían formado con <strong>sus</strong> arenas, y <strong>de</strong> la cual se habían luego<br />
alejado; y también <strong>para</strong> saber dón<strong>de</strong> había vivido la santa. Pero la distancia es<br />
mucha y estábamos cansados. Así, regresamos pesarosos al punto <strong>de</strong> partida,<br />
don<strong>de</strong> encontramos muy mal a la señora, que nos aguardaba impaciente. tan mal<br />
estaba la pobre, que al moverse el carro, la acometieron las bascas, y aquello fue<br />
el Vesubio. La pobre señora sufrió lo in<strong>de</strong>cible, <strong>por</strong>que la “erupción” le alcanzó<br />
al Viejo, quien también se apenó. Así acabó esta interesante excursión, como<br />
terminan muchas cosas en la vida.<br />
Yo recordé que nos faltaba <strong>por</strong> conocer la iglesia <strong>de</strong>l ¿Quo Vadis? las termas<br />
<strong>de</strong> Caracalla y la tumba <strong>de</strong> Cecilia Metela. Para esta última excursión invitamos<br />
a los Morenos. francisco Luis estaba <strong>de</strong>sganado, <strong>por</strong> estar hastiado, <strong>de</strong>cía él, <strong>de</strong><br />
ver vejeces. No obstante, accedió, y nos fuimos todos en dos autos. Al llegar a la<br />
tumba nos bajamos y nos entramos a curiosear todo. Le celebré al pariente lo<br />
que dijo al mirarla un rato <strong>de</strong>tenidamente: “estos romanos sí eran unos locos;<br />
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