Impresiones de viaje : escritas por una abuela para sus nietos
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<strong>Impresiones</strong> <strong>de</strong> <strong>viaje</strong> (<strong>escritas</strong> <strong>por</strong> <strong>una</strong> <strong>abuela</strong> <strong>para</strong> <strong>sus</strong> <strong>nietos</strong>)<br />
escenas mitológicas, con <strong>sus</strong> dioses y diosas. Son interesantes estas pinturas,<br />
pero ofuscadoras. Muestran también las habitaciones que ocupaba Leonardo<br />
<strong>de</strong> Vinci; dan a <strong>una</strong> galería con vistas sobre la ciudad.<br />
Las galerías <strong>de</strong>stinadas al Museo son enormes. Allí, como en el Louvre,<br />
está coleccionado lo más rico <strong>de</strong>l arte. entre las estatuas me gustaron más,<br />
que recuer<strong>de</strong>, todas las <strong>de</strong> Miguel Ángel; el grupo <strong>de</strong> Laocoonte, el Apolo, los<br />
Discóbolos; en fin, las estatuas griegas, que son sin duda las más bellas.<br />
en los salones <strong>de</strong> pintura hay cuadros maravillosos, pero las vírgenes <strong>de</strong><br />
Rafael son las más bellas <strong>de</strong> todas. Asimismo los cuadros <strong>de</strong> su discípulo Andrea<br />
<strong>de</strong>l Sarto, como el <strong>de</strong> la Virgen con el Niño y con San Juan. Dicen que tomó<br />
<strong>por</strong> mo<strong>de</strong>lo a su esposa y a <strong>sus</strong> hijos. está, a<strong>de</strong>más, el cuadro <strong>de</strong> La Anunciación,<br />
<strong>de</strong> Leonardo <strong>de</strong> Vinci. No sé <strong>por</strong> qué no me gustó tanto como los otros suyos<br />
que había visto.<br />
el salón don<strong>de</strong> tienen los papiros y los códices antiguos es <strong>de</strong> lo más precioso<br />
que tiene el museo. estuvimos admirando en las vitrinas varios misales pintados<br />
a mano con primor, y otros libros <strong>de</strong>corados <strong>de</strong> igual manera; uno había <strong>de</strong> la<br />
Divina Comedia, que es <strong>una</strong> verda<strong>de</strong>ra belleza. Debe haber pergaminos interesantísimos<br />
que uno no pue<strong>de</strong> ver ni apreciar, <strong>por</strong> estar curioseando <strong>de</strong> paso.<br />
La biblioteca ocupa toda un ala <strong>de</strong>l edificio. Los salones don<strong>de</strong> están expuestas<br />
las joyas y <strong>de</strong>más objetos regalados a los papas, entre las que figura la cruz <strong>de</strong><br />
esmeraldas que regaló el Gobierno <strong>de</strong> Colombia, no se pue<strong>de</strong>n curiosear en<br />
menos <strong>de</strong> un mes. Son fabulosas las riquezas artísticas que contienen estos<br />
salones. Nosotros no podíamos <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>rnos <strong>de</strong> aquellas vitrinas e hicimos<br />
repetidos <strong>viaje</strong>s <strong>para</strong> curiosearlas.<br />
en la última visita nos mostraron el taller <strong>de</strong> mosaicos <strong>de</strong> mármol. tenían<br />
terminados muchos cuadros <strong>de</strong> santos <strong>para</strong> diferentes iglesias. este es un trabajo<br />
muy difícil y <strong>de</strong> mucha paciencia. Las imágenes y retratos son pintados con colores<br />
sobre <strong>una</strong> tela o plancha. encima van pegando las pequeñísimas partículas<br />
<strong>de</strong> mármol, iguales en color a las <strong>de</strong>l dibujo. Necesitan, según nos dijo el pintor,<br />
tener mármoles <strong>de</strong> cuarenta y dos colores. Nos mostró <strong>una</strong> caja en que los tenía<br />
picados. Los cuadros son perfectos. Lo que más admiré fueron los retratos <strong>de</strong><br />
los papas, que parecen hechos a pincel. Medallones <strong>de</strong> estos mosaicos <strong>de</strong>coran<br />
la iglesia <strong>de</strong> San Pedro y San Pablo, que tiene toda la serie, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> San Pedro<br />
hasta Pío XI.<br />
era <strong>de</strong> oír nuestras conversaciones y comentarios en esas noches <strong>de</strong> hotel,<br />
antes <strong>de</strong> acostarnos: nosotras en “<strong>de</strong>shabillé” y el Viejo en chinelas. Él, minu-<br />
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