Impresiones de viaje : escritas por una abuela para sus nietos

Impresiones de viaje : escritas por una abuela para sus nietos Impresiones de viaje : escritas por una abuela para sus nietos

repository.eafit.edu.co
from repository.eafit.edu.co More from this publisher
17.05.2013 Views

XV Al anochecer de ese día fuimos viendo las luces de Roma, aún lejanas. Del núcleo principal se desprende una prolongada línea luminosa que llega hasta el mar. Semeja una cometa de larga y brillante cauda. este fuego fantástico de luces, visto a tanta distancia, aumentaba nuestra ansiedad y emoción. La llegada no fue sino a las nueve de la noche al Gran Hotel Continental, frente a la estación y a la Plaza terminus. Después de comer, y como no teníamos sueño ni estábamos cansados, y más que todo aguijoneados por la curiosidad, nos botamos a la calle sin guía, pues a éste, que habia ido a ponerse a nuestra disposición, lo habíamos despachado hasta la mañana siguiente. Hicimos lo que nos resultó tan bien en Génova: seguimos la calle en línea recta; a las pocas cuadras dimos con una plaza en declive, en cuyo centro hay una columna de mármol con una estatua de la Inmaculada; al pie hay una fuente; un gran templo se levanta en la parte más alta, adonde se asciende por una gradería, templo de mármol ennegrecido, con sus altísimas torres y su hermoso frontis, y que era nada menos que Santa María la Mayor. Luego de saciar la curiosidad seguimos, sin desviarnos de la calle, muchas cuadras adelante, hasta que yo, ya cansada, los insté para que regresáramos. Al siguiente día la primera visita fue, por supuesto, a la gran Basílica Vaticana. La plaza es muy hermosa, rodeada por más de doscientas columnas pareadas, muy esbeltas. en el centro hay un obelisco igual al del Parque Central de Nueva York, y a otro de la Plaza de París, que lleva su nombre, con fuentes a derecha e izquierda. La fachada de la Basílica es imponente y bella, y armoniza con la plaza de las columnas, pero desentona con los edificios del Vaticano, que están * 116

* Isabel Carrasquilla más allá y que no son bonitos. el grandioso pórtico tiene cinco puertas. La de la derecha es la Puerta Santa, que no abren sino en los jubileos. encima de la principal están las imágenes en alto relieve de la Virgen y del Salvador; hay, además otras de los apóstoles. el templo tiene la forma de cruz. Al entrar me sorprendí, pues no me pareció tan grande como me lo imaginaba, según las descripciones que había leído de él, y las dimensiones que tiene; pero, al adelantar por la nave central, donde el guía nos indicaba las dimensiones y distancias, me persuadí de la verdad. es que de la misma proporción y armonía resulta este fenómeno. Las estatuas gigantescas de mármol no las aprecia uno como tales; hay que mirarlas de cerca. Por ejemplo, los ángeles que sostienen las pilas de agua bendita, que parecen pequeñas, son unos angelotes. La cúpula, la mayor de la Cristiandad, tiene medallones en mosaicos, con los cuatro evangelistas, y grandes vidrieras que dan mucha luz. No hay que hablar de las estatuas y de los monumentos donde están los restos de los papas, porque sería imposible. el altar mayor es bellísimo. Allá en lo alto hay una cámara de bronce donde está encerrada la Silla de San Pedro. el Baldaquín colocado encima del altar mayor está adornado con abejas, que simbolizan las armas de los pontífices. Las columnas fueron hechas con los bronces sacados del Panteón. Debajo del altar está el sepulcro de San Pedro, y en lo que llaman la Confesión hay una estatua de uno de los papas, no recuerdo de cuál, que está orando de rodillas; este monumento es de Canova. en otra capilla está el grupo de La Piedad, de Miguel Ángel. No se puede dar nada más bello: la Virgen al pie de la Cruz, con el Señor en los brazos, cuando lo desprendieron. Dicen los críticos que la Virgen está representada demasiado joven, y así es en verdad. Sentado debajo de su solio está San Pedro, en bronce; el pie derecho le asoma debajo de la túnica; éste, besado millones de veces en el año, está desgastado. en la capilla del crucero izquierdo están los confesionarios; hay para los penitentes de todos los idiomas del mundo. No sé por qué no subimos a la cúpula, que tiene una vista preciosa, ni bajamos a las criptas donde están los sepulcros de los santos, y que encierran muchas riquezas antiguas y artísticas. Recuerdo también la estatua de San Longinos, con su lanza; santo que yo no conocía, ni tenía noticia de él. Cinco veces consecutivas visitamos la Basílica, para darnos una pequeña idea de ella. Hermosísima me pareció; sólo una cosa no me gustó, y es la mucha luz. Prefiero las iglesias penumbrosas; encuentro en ellas más a Dios, porque se puede tener más recogimiento. * 117

*<br />

Isabel Carrasquilla<br />

más allá y que no son bonitos. el grandioso pórtico tiene cinco puertas. La <strong>de</strong><br />

la <strong>de</strong>recha es la Puerta Santa, que no abren sino en los jubileos. encima <strong>de</strong> la<br />

principal están las imágenes en alto relieve <strong>de</strong> la Virgen y <strong>de</strong>l Salvador; hay,<br />

a<strong>de</strong>más otras <strong>de</strong> los apóstoles.<br />

el templo tiene la forma <strong>de</strong> cruz. Al entrar me sorprendí, pues no me pareció<br />

tan gran<strong>de</strong> como me lo imaginaba, según las <strong>de</strong>scripciones que había leído <strong>de</strong> él,<br />

y las dimensiones que tiene; pero, al a<strong>de</strong>lantar <strong>por</strong> la nave central, don<strong>de</strong> el guía<br />

nos indicaba las dimensiones y distancias, me persuadí <strong>de</strong> la verdad. es que <strong>de</strong><br />

la misma pro<strong>por</strong>ción y armonía resulta este fenómeno. Las estatuas gigantescas<br />

<strong>de</strong> mármol no las aprecia uno como tales; hay que mirarlas <strong>de</strong> cerca. Por ejemplo,<br />

los ángeles que sostienen las pilas <strong>de</strong> agua bendita, que parecen pequeñas,<br />

son unos angelotes. La cúpula, la mayor <strong>de</strong> la Cristiandad, tiene medallones en<br />

mosaicos, con los cuatro evangelistas, y gran<strong>de</strong>s vidrieras que dan mucha luz.<br />

No hay que hablar <strong>de</strong> las estatuas y <strong>de</strong> los monumentos don<strong>de</strong> están los<br />

restos <strong>de</strong> los papas, <strong>por</strong>que sería imposible. el altar mayor es bellísimo. Allá en<br />

lo alto hay <strong>una</strong> cámara <strong>de</strong> bronce don<strong>de</strong> está encerrada la Silla <strong>de</strong> San Pedro. el<br />

Baldaquín colocado encima <strong>de</strong>l altar mayor está adornado con abejas, que simbolizan<br />

las armas <strong>de</strong> los pontífices. Las columnas fueron hechas con los bronces<br />

sacados <strong>de</strong>l Panteón. Debajo <strong>de</strong>l altar está el sepulcro <strong>de</strong> San Pedro, y en lo que<br />

llaman la Confesión hay <strong>una</strong> estatua <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los papas, no recuerdo <strong>de</strong> cuál,<br />

que está orando <strong>de</strong> rodillas; este monumento es <strong>de</strong> Canova. en otra capilla está<br />

el grupo <strong>de</strong> La Piedad, <strong>de</strong> Miguel Ángel. No se pue<strong>de</strong> dar nada más bello: la<br />

Virgen al pie <strong>de</strong> la Cruz, con el Señor en los brazos, cuando lo <strong>de</strong>sprendieron.<br />

Dicen los críticos que la Virgen está representada <strong>de</strong>masiado joven, y así es en<br />

verdad. Sentado <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> su solio está San Pedro, en bronce; el pie <strong>de</strong>recho le<br />

asoma <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la túnica; éste, besado millones <strong>de</strong> veces en el año, está <strong>de</strong>sgastado.<br />

en la capilla <strong>de</strong>l crucero izquierdo están los confesionarios; hay <strong>para</strong><br />

los penitentes <strong>de</strong> todos los idiomas <strong>de</strong>l mundo. No sé <strong>por</strong> qué no subimos a la<br />

cúpula, que tiene <strong>una</strong> vista preciosa, ni bajamos a las criptas don<strong>de</strong> están los<br />

sepulcros <strong>de</strong> los santos, y que encierran muchas riquezas antiguas y artísticas.<br />

Recuerdo también la estatua <strong>de</strong> San Longinos, con su lanza; santo que yo no<br />

conocía, ni tenía noticia <strong>de</strong> él.<br />

Cinco veces consecutivas visitamos la Basílica, <strong>para</strong> darnos <strong>una</strong> pequeña<br />

i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> ella. Hermosísima me pareció; sólo <strong>una</strong> cosa no me gustó, y es la mucha<br />

luz. Prefiero las iglesias penumbrosas; encuentro en ellas más a Dios, <strong>por</strong>que se<br />

pue<strong>de</strong> tener más recogimiento.<br />

*<br />

117

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!