17.05.2013 Views

Impresiones de viaje : escritas por una abuela para sus nietos

Impresiones de viaje : escritas por una abuela para sus nietos

Impresiones de viaje : escritas por una abuela para sus nietos

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

XII<br />

Salimos <strong>por</strong> la vía <strong>de</strong> Atocha a las nueve <strong>de</strong> la mañana. Las comidas las tomamos<br />

en el coche-restaurante. Pasamos <strong>por</strong> el famoso balneario <strong>de</strong> San Juan <strong>de</strong> Luz,<br />

playa muy apetecida <strong>por</strong> los elegantes, y entonces <strong>de</strong>mo<strong>de</strong>é, las casitas o villas<br />

son como juguetes, esparcidas las <strong>una</strong>s <strong>por</strong> la playa y encaramadas las otras.<br />

Muy bonito me pareció.<br />

en este trayecto pasamos <strong>por</strong> Zaragoza; mucho <strong>de</strong>seé verla, pero el tren se<br />

encajona allí como en un túnel, sin vista <strong>para</strong> ning<strong>una</strong> parte; cuando sale, ya la<br />

ciudad está lejos.<br />

fueron doce horas cansonas, pues llegamos a Barcelona <strong>por</strong> la noche. Nos<br />

condujo el guía al Gran Hotel <strong>de</strong> Oriente, Rambla <strong>de</strong>l Centro. Las piezas que<br />

nos tenían pre<strong>para</strong>das no eran buenas: en la parte interior <strong>de</strong>l edificio, con<br />

vistas a <strong>una</strong> calle estrecha, y plagadas <strong>de</strong> zancudo. Pedro, tan acostumbrado<br />

a las comodida<strong>de</strong>s y a la buena vida, protestó airado, amenazando al conserje<br />

con que nos trasladaríamos a otro hotel esa misma noche, y que informaría a<br />

la Agencia <strong>de</strong> lo malo <strong>de</strong> la instalación. el hombre, atemorizado, nos suplicó<br />

que aceptáramos las piezas <strong>por</strong> esa noche, pues había cupo completo, y que a la<br />

mañana siguiente, nos daría las mejores <strong>de</strong>l hotel, luego <strong>de</strong> que las <strong>de</strong>socu<strong>para</strong>n.<br />

Así, Pedro se calmó y convino en aguardar. La noche que pasamos fue mala: los<br />

zancudos picaban y “musicaban” que era un gusto; naturalmente, no dormimos.<br />

en la mañana tuvimos que <strong>de</strong>sempacar el frasco <strong>de</strong> yodo <strong>para</strong> curarnos las picaduras;<br />

y nuevas e irritantes protestas. A mediodía nos trasladaron las maletas<br />

a las piezas fronteras <strong>de</strong>l hotel, con vistas a la Rambla, y amobladas con lujo. La<br />

<strong>de</strong> Sofía era <strong>una</strong> “percha”. Los zancudos siempre se zamparon hasta allá, pero<br />

*<br />

103

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!