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001-344 Goethe y Schiller.qxd:Maquetación 1 - Tusquets Editores

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tral Götz von Berlichingen en 1773 y la novela Las desventuras del<br />

joven Werther en 1774, <strong>Goethe</strong> se convirtió de repente en el máximo<br />

exponente del «genio» para los jóvenes ambiciosos y obsesionados<br />

por la literatura. Los rasgos de su persona se perfilaban<br />

con claridad a través de su obra; y se especulaba –de una forma<br />

que sólo se había dado en el caso de Rousseau–, sobre el trasfondo<br />

biográfico de aquel libro. La fama de <strong>Goethe</strong> era síntoma<br />

de un cambio en la vida literaria. Escribir, leer y vivir se acercaron<br />

entre sí. Se aspiraba a reconocer y a ver valorada la propia<br />

vida en la literatura, se buscaba encontrarse a sí mismo, y también<br />

se quería encontrar al autor, que de pronto se hace interesante<br />

con su biografía, e intenta hacerse interesante en el caso<br />

de que no lo sea todavía. Esta valoración de lo personal, tanto<br />

en el lector como en el autor, forma parte del culto al genio en<br />

aquellos años. Por ejemplo, tuvo una poderosa repercusión en el<br />

público literario el hecho de que <strong>Goethe</strong>, pocas semanas antes<br />

de su viaje a Stuttgart, clavara en una encina del parque de Ettersburg<br />

la novela Woldemar, de su amigo Fritz Jacobi, y a continuación,<br />

desde la cima de un árbol, declamara versos satíricos.<br />

<strong>Goethe</strong> recaía de este modo en el Sturm und Drang. También a<br />

Stuttgart habían llegado noticias al respecto. A <strong>Schiller</strong> le había<br />

gustado.<br />

Los escándalos formaban parte del culto a la persona en la<br />

época del genio. Un artista presenta una obra. Está bien. Pero no<br />

basta. Mejor si la propia vida se convierte en obra de arte, en una<br />

obra que estimula la curiosidad y el afán interpretativo del público.<br />

<strong>Goethe</strong> lo había hecho así. Se hablaba ya entonces de su<br />

vida, de los años en Frankfurt, de sus mujeres, de cuánto de<br />

<strong>Goethe</strong> había en Werther, de las aventuras enloquecidas con el<br />

joven duque en los primeros años de Weimar. La fama de <strong>Goethe</strong><br />

había empezado con Götz von Berlichingen. El éxito de este libro<br />

se debía al cambio de las ideas tradicionales relativas al rango y<br />

el prestigio. Algunos miembros de familias antiguas preguntaron<br />

al célebre autor si podría eternizar también su linaje. Y como<br />

<strong>Goethe</strong> no se mostraba dispuesto a hacerlo, Von Riedesel, barón<br />

de Eisenach, mariscal heredero de Hesse, ofreció un premio<br />

de veinte ducados por un drama que hiciera a su familia tan<br />

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