breve historia de las leyendas medievales - Ediciones Nowtilus
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Breve <strong>historia</strong> <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>leyendas</strong> <strong>medievales</strong><br />
atrapándolo con sus garras feroces y arrastrándolo a su<br />
cueva. El héroe golpeaba con todas sus fuerzas la espada<br />
Estacón contra el monstruo, pero no le ocasionaba<br />
daño alguno. Siguió la lucha en un cuerpo a cuerpo y<br />
la madre <strong>de</strong> Grén<strong>de</strong>l con sus garras tumbó a Beowulf<br />
en el suelo y sacó un cuchillo para vengar a su hijo. La<br />
cota <strong>de</strong> malla salvó la vida a Beowulf que, exhausto,<br />
levantando la cabeza vio una espada <strong>de</strong> hierro, forjada<br />
por gigantes, que solo un hombre con su fuerza podía<br />
manejar. En un último suspiro <strong>de</strong> rabia, cogió la excelente<br />
espada y asestó un golpe mortal en el cuello a la<br />
madre <strong>de</strong> Grén<strong>de</strong>l que cayó moribunda ahogándose en<br />
su sangre. Beowulf <strong>de</strong>cidió explorar la cueva y <strong>de</strong>s cubrió<br />
a Grén<strong>de</strong>l agonizando en un lecho. Recor dando<br />
todo el dolor que había provocado en Hérot, le cortó la<br />
cabeza.<br />
Arriba en el pantano, los skildingos y los gautas<br />
observaban como <strong>las</strong> aguas se teñían <strong>de</strong> sangre y auguraban<br />
el peor final al ver que su héroe no volvía. Los<br />
skildingos <strong>de</strong>cidieron regresar al castillo, y solo los<br />
gautas esperaron tristes la llegada <strong>de</strong> Beowulf, que<br />
apareció al cabo <strong>de</strong> unas horas con el preciado botín <strong>de</strong><br />
la cabeza <strong>de</strong> Grén<strong>de</strong>l. El trofeo tuvo que ser transportado<br />
al castillo por cuatro guerreros, y el rey Rodgar, al<br />
verlo, quedó asombrado, alabó el valor <strong>de</strong> Beowulf y<br />
organizó un banquete <strong>de</strong> <strong>de</strong>spedida para los gautas. A<br />
la mañana siguiente, marcharon Beowulf y sus<br />
hombres a su patria querida intercambiando palabras<br />
<strong>de</strong> amistad con los skildingos y cargados con todos los<br />
regalos que el rey les había ofrecido. Así terminan <strong>las</strong><br />
aventuras <strong>de</strong> Beowulf en el país <strong>de</strong> los daneses.<br />
Con el paso <strong>de</strong>l tiempo, tras la muerte <strong>de</strong>l rey<br />
gauta Híglak, Beowulf se convirtió en un pru<strong>de</strong>nte<br />
monarca por espacio <strong>de</strong> cincuenta años. Siendo ya un<br />
anciano, un dragón que había venido a habitar sus tie -<br />
rras guardaba un valioso tesoro en lo alto <strong>de</strong> un túmulo<br />
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