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La Plata, lunes 13 de julio de 2009 7
Por Dr. Miguel Maldonado (*) / Especial para Hoy
Argentina y la musa
de la mala pata
En la tremenda crisis vivida en 2000-2002, toda
la estructura del país crujió peligrosamente.
También, como corolario de la tristemente
recordada década del ‘90, hubo una traumática
salida de la convertibilidad con un tendal de
pobres, indigentes y desposeídos, y un descrédito
internacional consecuencia del default, que hicieron
de la Argentina una nación “casi” sin destino.
Pocos creían posible en aquellos momentos que unos
años después se pudiera crecer “a tasas chinas” (como
decían los economistas), que el país tuviera una balanza
comercial favorable, un superávit fiscal formidable,
y que la economía se mostrara robusta y floreciente.
El entonces presidente Kirchner conducía el timón
del estado con mano firme, y el ministro de Economía
Lavagna piloteaba las cuentas con solvencia y
eficazmente.
A fines de 2005 se llevaron a cabo las elecciones legislativas
de “medio tiempo”. A nadie se le ocurrió
plantear en el Gobierno que eran “ellos o el caos”. Claro,
había entonces una cuota indispensable de prudencia
y muchas ideas progresistas para “sacar adelante al
país”. En mayor o menor medida, todos tratábamos de
poner el hombro, porque la Argentina, entonces, merecía
ser vivida plenamente.
Sin embargo, como si una “musa de la mala pata”
tirara sus maleficios, comenzaron las primeras (y casi
invisibles) señales que “algo no andaba del todo
bien”. Se despidió a uno de los más brillantes ministros
de Economía que tuvo el país y, el actual Gobernador
de la Provincia (entonces Vicepresidente) fue
puesto en el “frezzer” por mínimas discrepancias,
comenzando a ganar espacio muchos adulones “sí
nestoristas” más recalcitrantes.
La “pareja real” estaba blindada contra las tibias críticas
a sus decisiones cuestionables, y hacía oídos sordos
a quienes alertaban sobre la pobre inversión en infraestructura
productiva y energética. Había también
un festival de subsidios a los servicios y a muchas empresas
privatizadas para que no aumentaran precios.
Impresentables patoteros ganaron terreno al calor
de la tolerancia oficial, y algunos manipulaban resortes
esenciales del Estado con impunidad y protección
garantizada.
La economía mundial florecía, chinos e hindúes
consumían vorazmente y el mundo era una fiesta. La
Argentina seguía inercialmente al compás de la
bonanza de altos precios de cereales y otros productos
primarios. Muchos creyeron en el Gobierno que
Empresas investigadas no se verán
eximidas por la moratoria de la AFIP
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández,
aseguró hoy que las empresas
que están involucradas en investigaciones
judiciales no serán eximidas
de esas causas al inscribirse en
el actual régimen de moratoria impositiva
y blanqueo de capitales.
“No hay nadie que pueda quedar
fuera de la investigación judicial”,
aseveró al salir al cruce de las informaciones
que indicaban que las
empresas que se verían beneficiadas
por la moratoria de la Administración
Federal de Ingresos Públicos
(AFIP), que están involucradas
en causas judiciales.
El funcionario subrayó: “Si hay algo
que es muy clarito, y que he
esa situación sería eterna.
A tal punto la “pareja real” creía en su destino de
grandeza, que imaginaron sucediéndose uno a otro
por largos y venturosos años. Así, en el 2007 y dedo
mediante, el presidente eligió sucesora a su esposa,
que fue electa inobjetablemente con casi el 50% de
los votos.
Sin embargo, el ya ex presidente comenzó a cogobernar
con su estilo confrontativo, autoritario y autista.
Quiso poner “de rodillas” al campo, pero le ganaron
la pulseada. Nunca pudo digerir esa derrota y juró
venganza. En lugar de jugar como estadistas, el dúo gobernante
afianzó lazos con mandatarios petardistas y
pro-iraníes, declinando mantener posturas prudentes y
dialoguistas, como otros lúcidos líderes americanos.
“Lula”, Michelle Bachelet y Tabaré Vázquez, sin declinar
sus ideas, condujeron la coyuntura internacional
como brillantes estadistas, posicionando seriamente a
sus países en el concierto mundial.
No es casualidad que esos gobernantes, que ya casi
terminan sus mandatos (y no se reeligen ni pretenden
perpetuarse), gozan cada uno de ellos de más del 70%
de opinión positiva en sus países.
Las elecciones del 28 de junio pasado en la Argentina
demostraron que aquí la ecuación está invertida: el
70% de la opinión publica ha sido negativa para el
matrimonio gobernante.
¿Fue “la musa de la mala pata” en estos últimos años
la que produjo semejante cambio en la gente? ¿Estamos
“mufados” como país? ¿Qué extraño designio nos
trae tantas desventuras juntas?
En realidad, hoy vemos con claridad que aquellas silenciosas
señales que comenzaron a principios de 2006
eran la punta del iceberg. Toda la estantería de erróneas
decisiones gobernantes y la ineptitud de muchísimos
funcionarios fueron generando consecuencias funestas,
agudizadas por la crisis mundial.
Adelantar las elecciones arbitrariamente, plantear
“nosotros o el caos”, negarse a dialogar con los diversos
sectores de la sociedad, tomar decisiones económicas
de “aficionados”, alinearse internacionalmente con
lo más impresentable y jugar peligrosamente a la “marginalidad”,
ha ocasionando este profundo malestar de
los argentinos y de la Argentina.
Si se hubieran tomado precozmente las medidas necesarias
para frenar la gripe A, con suspensión de elecciones
incluida, quizá hoy no sería tan grave la situación
como lo es. Y éstos son sólo algunos ejemplos de
los tantísimos que podríamos anotar.
ido especialmente a explicarlo a
Francia, al Grupo de Acción Financiera
(GAFI), es que toda exteriorización
de capitales que sea
motivo de notificación por parte
de los organismos, que tienen obligación
legal de notificar a la Unidad
de Investigación Financiera,
serán investigados”.
Sepan entonces nuestros gobernantes que “la musa
de la mala pata” no existe: los resultados que se recogen
son producto de errores groseros en la manera de
gobernar. Es bueno dialogar, pero mucho más bueno
hubiera sido dialogar antes del desastre, no después.
Señora Presidenta: Dios quiera que usted esté
dispuesta sinceramente a oír y dialogar, porque todavía
podemos salvar al país. Que así sea.
(*) Médico Psiquiatra - Médico Legista
maldolegal@uolsinectis.com.ar