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ECONOMIA EN ROJO
Problemas que oculta el Gobierno
La fuga de capitales crece a ritmo acelerado y pone a la economía en jaque. También preocupa la baja de la actividad y la caída de las exportaciones,
que busca ser ocultada con sospechosos números oficiales de superávit. La necesidad de recrear el Estado. Y las opiniones de los especialistas
La derrota electoral que sufrió el Gobierno
nacional trajo aparejado un tibio intento de
diálogo por parte de las autoridades con la oposición
y sectores del campo y la producción.
Pero eso no estuvo acompañado, hasta ahora,
de un sinceramiento de las principales variables
económicas del país, que se encuentran en un
importante declive.
Uno de los problemas más graves, que ni
siquiera es mencionado por el Gobierno y por las
nuevas autoridades del Palacio de Hacienda, es la
creciente fuga de capitales que constituye una
clara muestra de la difícil situación que afronta el
país. Todos los países del planeta están en crisis,
el capitalismos mundial atraviesa una situación
de colapso y pese a ello cientos de ahorristas de
nuestro país consideran que es mejor sacar
su dinero de la Argentina. Evidentemente
algo está funcionando
muy mal.
Los números hablan por sí solos: en el segundo
trimestre del año se repitió la foto del
primero en cuanto a la salida de capitales, con
casi US$ 6.000 millones, por lo que el año apunta
a cerrar con una cifra realmente preocupante:
cerca de US$ 20.000 millones.
Los US$ 43.000 millones que salieron desde
mediados de 2007 equivalen a una pérdida
anual del 8% del PBI. La fuga tuvo su pico en el
segundo trimestre de 2008 -en el conflicto entre
el agro y el Gobierno- con US$ 8.400 millones.
“Creo que en esta situación se juntan una serie
de factores, y se da en un contexto en donde ya
no está el viento cola que tuvo la economía del
país durante casi seis años. Resulta evidente que
el dinero que se va es ahorro”, le dijo a Hoy Pedro
Andrieu, profesor emérito de la Facultad
de Ciencias Económicas de la UNLP
“También se da un problema a nivel
de empresa, y el último caso es
Rapoport: “Faltan controles para frenar la fuga”
Ante una consulta de Hoy, el economista
e historiador Mario Rapoport,
afirmó que la fuga de capitales “es
una constante” en la historia económica
de nuestro país.
“En algún momento la fuga de capitales
fue equivalente al 80% del
PBI. En la actualidad, hacen falta mayores
controles para evitar que se siga
adelante con estas prácticas, que
son realizadas en su gran mayoría por
sectores que quieren presionar al Gobierno
por sus políticas, especialmente
en materia de retenciones”, dijo
Rapoport. Y agregó que también
“habría que estudiar” cuál es el por-
centaje de las divisas que se giran al
exterior que corresponde a empresas
multinacionales que, por la crisis internacional,
están enviando divisas a
sus casas matrices.
“La gran incógnita es dónde van a
parar esas divisas dado que el mundo,
en el contexto actual, no ofrece
absolutamente ninguna garantía de
rentabilidad, no hay lugares de rentabilidad
asegurada. Y también hay
que analizar qué fue lo que ocurrió
con los capitales que se fugaron en
otras épocas, como en 2001, que
fueron a parar a lugares como
Miami o paraísos fiscales que actual-
el de La Serenísima. Ya no quedan prácticamente
grupos empresarios nacionales importantes en
el país, y las ventas que realizan capitales extranjeros
ya llegan a las industrias más básicas vinculadas
a productos de origen agropecuario. Lo que
uno tiene que pensar es que la fama de inestabilidad
que tiene nuestro país está llevando a una
situación en la que los únicos grupos interesados
en tomar riesgos son internacionales, y que
cuentan con una magnitud de negocios suficiente
para amortiguar el riesgo”, dijo Andrieu.
Para el segundo trimestre de 2009, las autoridades
del Banco Central esperaban cierto
aquietamiento respecto del primero, pero la viru-
20 mil millones
es la cantidad de dólares que se
fugarían al exterior antes de
terminar el año
mente se encuentran en la mira”,
opinó Rapoport.
El especialista que integra el Plan
Fénix afirmó que la crisis mundial, en
la Argentina, golpea más duramente
en la parte comercial y no tanto en lo
financiero. “Hay una crisis mundial
que es evidente, pero la caída de las
importaciones también ocurrió en los
años ‘30, cuando cayó el comercio y
hasta se aplicó un control estricto de
importaciones. Existe un problema de
descapitalización de algunos sectores,
por lo que va a tener que empezar a
haber un proceso de sustitución de
importaciones”.
La Plata, lunes 13 de julio de 2009
lencia de la campaña electoral renovó los nervios
de los inversores, que ahora están a la espera de
los primeros pasos del nuevo ministro de Economía,
Amado Boudou.
Andrieu consideró que otro factor que influye
“son las incertidumbres sobre endeudamiento
externo, y el hecho de habernos acostumbrados
a superávit fáciles que principalmente fueron
producto del aumento del precio internacional
de la soja, y no por las políticas del Gobierno. Sigue
habiendo superávit comercial porque se importa
mucho menos. Y eso es pan para hoy y
hambre para mañana, en términos de funcionamiento
de la economía”.
La semana pasada, en un discurso pronunciado
en Tucumán, la Presidenta anunció con
bombos y platillos que el superávit comercial se
elevó en junio a US$ 1.528 millones, lo que según
el análisis oficial significó un crecimiento de
687 % en comparación con US$ 194 millones