La observación atribuida a Napoleón «Conozco a los ... - Educabolivia
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Tenemos la opinión de una inglesa inteligente acerca de la Francia de <strong>Napoleón</strong>,<br />
un concepto formado sobre la base de tres años de experiencia de vida en ese país.<br />
Nos referimos a Anne Plumptre, hija del presidente del Queens College de<br />
Cambridge. «Yo gozaba de la misma perfecta libertad que tengo en Inglaterra, me<br />
dirigía adonde deseaba ir, y por doquier me recibían con la misma cortesía y<br />
hospitalidad como en <strong>los</strong> tiempos en que aún había paz entre <strong>los</strong> dos países.<br />
«Nunca presencié medidas severas del gobierno, salvo para con <strong>los</strong> turbulentos<br />
y <strong>los</strong> facciosos; vi por doquier la ejecución de obras de utilidad pública; cómo se<br />
alentaba la industria, el comercio y las artes; y no llegué a pensar que el pueblo se<br />
sentía infeliz, o que el gobierno era odioso... He comprobado por doquier que la<br />
palabra es tan libre en Francia como en Inglaterra. He escuchado a distintas<br />
personas manifestar sus sentimientos acerca de Bonapane y su gobierno, y sus<br />
opiniones podían ser favorables o desfavorables, y hablaban sin la más mínima<br />
reserva; y esto no sólo en grupos de carácter privado, entre amigos que se<br />
conocen todos, sino del modo más público, y en <strong>los</strong> núcleos más heterogéneos, en<br />
las diligencias, y en las mesas de <strong>los</strong> restaurantes, donde nadie podía saber de<br />
antemano cuál era el carácter o cuáles <strong>los</strong> sentimientos de aquel<strong>los</strong> con quienes<br />
departía, y donde uno de <strong>los</strong> allí presentes podía ser un espía de la policía sin que<br />
el resto supiese a qué atenerse, y sin embargo, esa idea no <strong>los</strong> limitaba.» A<br />
Narrativo ofa three years Residence in France... from theyear 1802 to 1805 (1810),<br />
III, 324, 400.<br />
14. LA APERTURA DE LAS IGLESIAS.<br />
<strong>La</strong> religión antes del Consulado: A. Mathiez, <strong>La</strong> Théophilanthropie et le cuite<br />
décadaire (\9Q C. F. Dupuis, Abregé (1798).<br />
El Concordato: J. Leflon, Etienne-AlexandreBernier(l938);A..<br />
BoulaydelaMeunhe, Documentssurlanégotiationdu Concordat(\89\-\c)07 y 1905); J.<br />
Leflon, <strong>La</strong>criserévolutionnaire(\943); E. Consaivi, Mémoires (Roma 1950).<br />
Incidente en Clermont-Ferrand: el duque de Fezenzac. Souvenirs<br />
militaires(\86l).<br />
J. Leflon, Monsieur Emery (1945-1946); L.Adolphe, Portalis et son temps<br />
(1936); J. Jauffret, Mémoires Historiques sur lesAffaires Ecciésiastiques de France<br />
(1823-1824).<br />
15. ¿PAZ O GUERRA?.<br />
Jorge III, Pitt y el partido de la guerra; el duque de Buckingham y Chandos,<br />
Memoirs ofthe Courts and Cabinets ofGeorgeni([853-\855); The Windham papers<br />
(1913); Conde de Malmesbury, Diaries and correspondence (1844); J. W.<br />
Fonescue, British Statesmen ofthe Great war 1793-1814(Oxford 1911); J. H.<br />
Plumb, ThefirstfourGeorges(\3).<br />
Compromiso de Windham con emigrados: B. M. Add. MSS.<br />
37868-9.<br />
Jorge III acerca de «la cana del tirano corso»: The <strong>La</strong>ter correspondence<br />
ofGeorge III, III (Cambridge 1967), 308.<br />
Política exterior de <strong>Napoleón</strong>: H. C. Deutsch, The génesis ofNapoleonic<br />
Imperialism (Cambridge, Mass. 1938); A. Sorel. LEurope et la Révolutionfrancaise<br />
(1885-1904), VI, VII, VIII.<br />
«Los insultos vomitados diariamente...». Mary Berry a Mrs. Cholmeley, 2 de<br />
enero de 1800 (Journals and correspondence).<br />
Whitwonhs mission: O. Browning, England and<strong>Napoleón</strong> in 1803 (1887); the<br />
Liverpool Papers en el B.M.<br />
Suiza: documentos en Bonaparte, Talleyrand et Stapfer 1800-1803 (Zürich<br />
1869); iniciativas inglesas en apoyo de la aristocracia suiza:<br />
P.R.O., F.O. 74, vols. 24,36 y 38.<br />
Insultos de la prensa inglesa dirigidos contra <strong>Napoleón</strong>: F. J. Maccunn, The<br />
contemporary English view of <strong>Napoleón</strong> (1914); Dawson Warren, Thejournal ofa<br />
British Chaplain in París (1913).<br />
del trabajo, y la redacción estuvo a cargo de un periodista que simpatizaba con <strong>los</strong><br />
Borbones. Poco después de la publicación, fue necesario encerrar a Bourrienne en<br />
un manicomio. Inmediatamente después de sus Memorias apareció un grupo de<br />
hombres que conocían <strong>los</strong> hechos, y que publicaron un libro de setecientas veinte<br />
páginas consagrado totalmente a corregir <strong>los</strong> errores de hecho de Bourrienne.<br />
Reconocemos que éste es un ejemplo extremo, pero hay ocho memorias más que<br />
no serían aceptadas como pruebas razonables por el jurado de un tribunal inglés;<br />
sin embargo, han sido utilizadas insistentemente por <strong>los</strong> biógrafos.<br />
Mientras continuaba mi evaluación crítica de las fuentes —que aparece en el<br />
Apéndice— pude aclarar muchas de las contradicciones que me habían<br />
desconcertado. Pero en el curso de este proceso, comprobé que tenía que modificar<br />
mi opinión anterior de <strong>Napoleón</strong>. Comenzaron a perfilarse cualidades y defectos<br />
distintos, y entonces llegué a la conclusión de que intentaría escribir una nueva<br />
biografía de <strong>Napoleón</strong>, una de las primeras que se basarían en una evaluación<br />
crítica de las fuentes, y que también combinaría el nuevo material al que me he<br />
referido antes.<br />
Se ocuparía más de las cuestiones civiles que de las militares, porque el propio<br />
<strong>Napoleón</strong> consagró más tiempo a <strong>los</strong> temas civiles. Incluso cuando era teniente<br />
segundo, <strong>Napoleón</strong> se ocupaba más de <strong>los</strong> progresos sociales en su país que de las<br />
conquistas en el exterior, y aunque las circunstancias lo forzaron a combatir<br />
durante la mayor parte de su reinado, siempre insistió en que él era esencialmente<br />
un estadista. Al describir la labor constructiva de <strong>Napoleón</strong>, e incluso sus<br />
intenciones frustradas, he aprovechado, siempre que me fue posible, <strong>los</strong> diarios o<br />
las Memorias de <strong>los</strong> hombres que lo conocieron mejor: como Desaix en Italia,<br />
Roerderer durante el Consulado o Caulaincourt durante <strong>los</strong> últimos años del<br />
Imperio.<br />
<strong>Napoleón</strong> soñó cierta vez que un oso lo devoraba. Éste, y dos sueños más —en<br />
uno se ahogaba y el otro se refería a Josefina— es todo lo que sabemos acerca de<br />
su vida onírica. Pero entre otras cosas <strong>Napoleón</strong> era una rata de biblioteca. Durante<br />
sus momentos de ocio, fuese en Malmaison o en campaña, generalmente podía<br />
vérselo enfrascado en un libro, y sabemos exactamente cuáles eran <strong>los</strong> libros y las<br />
obras teatrales que lo conmovían. Examino esta cuestión con cierto detalle, en la<br />
creencia de que, a semejanza de <strong>los</strong> sueños, iluminan <strong>los</strong> anhe<strong>los</strong> y <strong>los</strong> temores de<br />
nuestro personaje.<br />
He utilizado <strong>los</strong> siguientes manuscritos pertenecientes a colecciones públicas:<br />
en la Bibliothéque Thiers la abundante colección formada por Frédéric Masson, que<br />
incluye el diario del doctor James Verling, que vivió en Longwood de julio de 1818 a<br />
septiembre de 1819, y el ejemplar original del diario de Gourgaud: ambos<br />
materiales suministran valiosos detalles acerca de la salud y la moral de <strong>Napoleón</strong>;<br />
en el Instituí de France, <strong>los</strong> papeles de Cuvier, que revelan de qué modo <strong>Napoleón</strong><br />
organizó la educación; en la Public Record Office, <strong>los</strong> despachos de Lowe a lord<br />
Bathurst y <strong>los</strong> documentos del Foreign Office relacionados con Suiza, que aclaran la<br />
ruptura del Tratado de Amiens; en el Museo Británico, dos breves autógrafos de<br />
<strong>Napoleón</strong>; <strong>los</strong> papeles Windham, que revelan la estrecha relación entre la clase<br />
gobernante inglesa y <strong>los</strong> emigrados franceses; y <strong>los</strong> papeles Liverpool, sobre todo<br />
Add. MS. 38.569, el volumen de cartas cifradas de Drake, en Munich, a<br />
Hawkesbury, para mantenerlo al tanto de la conspiración destinada a detrocar a<br />
<strong>Napoleón</strong>; y el diario y <strong>los</strong> informes del capitán Nicholls, en Santa Helena.<br />
Deseo agradecer la generosa ayuda del doctor Frank G. Healey, del doctor Paúl<br />
Arrighi, de monsieur Etienne Leca, Conservateur de la Bibliothéque Municipale<br />
deAjaccio, de monsieur J. Leblanc del Musée de Ajaccio, del señor Nigel Samuel,<br />
que amablemente me permitió utilizar su manuscrito de parte de Clisson et<br />
Eugénie, de madame L.<br />
Hautecoeur de la Bibliothéque del Instituí de France, de mademoiselle Héléne<br />
Michaud de la Bibliothéque Thiers, de la señorita Banner del Royal College ofMusic,<br />
de la señora Barbara Lowe, que dactilografió el libro; y en relación con una serie de<br />
detalles acerca de la vida de <strong>Napoleón</strong>, a mi amigo el señor Basil Rooke-Ley.