Diario de los sucesos de la revolución en la Provincia de Antioquia ...

Diario de los sucesos de la revolución en la Provincia de Antioquia ... Diario de los sucesos de la revolución en la Provincia de Antioquia ...

repository.eafit.edu.co
from repository.eafit.edu.co More from this publisher
17.05.2013 Views

* Diario de los sucesos de la revolución en la provincia de Antioquia en los años de 1840-1841 hombres que fueron la avanzada que sorprendió al cuartel de Salamina, y que en Aguadas debía estar ya el C. Díaz con la demás tropa y con los fusiles; pero a un momento después manifestó el P. mucho interés en que se cogiera a Isidro, y aún pensó ir el mismo a ver si podía convencerlo, para que se entregara. Esto me ha dado mucho en que pensar, y creo que ni es tanta la gente, ni hay los suficientes fusiles, pues sólo por el interés de estos debe ser que se busca a Isidro. En donde esté este traidor no se sabe: dicen que ya no está en Positos, y por esta razón el P. en lugar de ir a buscarlo, se ha ido esta tarde para Abejorral. Día 20. —Con el mayor asombro hemos visto entrar como a las ocho del día a Braulio con los voluntarios de Abejorral en número como de 25 a 30 hombres, y al C. Jaramillo con 30 que dicen ser veteranos: seguramente lo serán pero su figura es la más miserable: son unos infelices cubiertos de andrajos, y si así son todos los demás en verdad que no es muy temible la columna de Mariquita. una persona hoy me dijo en secreto: “que a Salamina no habían entrado sino 110 reclutas, todos de Mariquita y sólo venían 9 o 10 veteranos”, a lo que contesté: no hable ud. con nadie acerca de esto, pues sería muy perjudicial: muchos si supieran semejante cosa, no se comprometerían por nada, y ud. debe estar persuadido que aquí no se necesitan sino armas, y que en habiéndolas aunque no haya veteranos el triunfo es seguro. Yo había pensado acompañar a uds. ahora lo hago con más gusto, tanto porque puedo ser útil, como porque un ejemplo como éste arrebatará los ánimos vacilantes; porque ¿qué hombre que tenga vergüenza se quedará, viéndome marchar en las filas de uds.? Mi viaje estaba ya resuelto, y queriendo consultar este paso con alguna persona sensata antes de solicitar el consentimiento de mi familia, me dirigí a un sujeto de juicio quién me dijo: “me parece una acción demasiado heroica, pero peligrosa”. Yo sólo quiero saber si perjudicará a mi honor, le interrumpí, porque esto sólo será capaz de contenerme; a lo que me contestó: deshonroso no es, sino al contrario, una acción virtuosa; pero ud. debe hacer lo que su padre diga. fui a la casa de mi padre y dirigiéndome primero a mi madre le dije: que esperaba de ella se interesase con mi padre, a fin de que me diera su consentimiento. Vi con placer que a ella no le desagradaba mi viaje, solamente se limitó a hacerme presente el delicado estado de mi salud. Volví un momento después a saber cuál había sido el parecer de mi padre, y con * 68

* María Martínez de Nisser el mayor sentimiento supe que se había opuesto abiertamente, diciendo que mi juicio en el estado de debilidad en que se encontraba a consecuencia de mis largos padecimientos y enfermedad, no podría resistir las fatigas de una campaña, y menos en un tiempo tan lluvioso. Entonces me valí de uno de sus amigos patriota exaltado, y éste logró desvanecer sus temores. Ahora que serán las doce de la noche, he concluido mi blusa y me la he medido, y una de mis hermanas que creía hasta ahora que todo era chanza ha llorado mucho al verme cortar el pelo y ponerme en traje de hombre. Resta decir, que esta tarde ha llegado por la vía de Aguadas el C. Díaz con ochenta hombres: no lo he visto porque ya era de noche: me aseguran que son iguales a los primeros, a saber todos reclutas; pero no importa han traído algunos fusiles y esto es lo que se necesita. Día 21. — En Abejorral—Me levanté a las cinco y me vestí de militar con la agradable idea de que cuando me volviese a poner camisón estaríamos libres, o si no habría muerto con este traje. Cuando Braulio supo mi determinación, se opuso y dijo a mi padre, que no consentiría en que yo me expusiese a tantos peligros; pero cuando vio que era imposible hacerme desistir se conformó. Como a las siete monté a caballo en compañía de mi padre y de mis dos hermanos, me presenen la plaza en donde estaban ya formados para marchar cincuenta y tantos voluntarios, y dirigiéndome al señor Henao hablé en estos términos: ¡mayor Henao! el amor a mi patria y a mi esposo me han puesto en este traje; desde que los traidores comenzaron a oprimir a esta amada provincia estoy resuelta a ofrecer mi débil cooperación al bien de mi patria, y con ansia aguardaba este momento, tanto más, cuando he visto los oprobios y vejaciones que han sufrido algunos de mis paisanos, y los que actualmente sufre mi adorado esposo sólo por ser amante de las leyes y de la constitución. Dadme una lanza para acompañaros y seguir en medio de estos valientes de que os veo rodeado. Poderosas razones me hacen ofrecer esta débil prueba de mi afecto hacia los objetos que más amo en el mundo, la patria y mi esposo; y ¿quién no haría otro tanto en mi lugar? ¡Compañeros valientes! resuelta estoy a acompañaros en vuestra noble lucha, cuyo norte es el exterminio de nuestros enemigos y el restablecimiento del orden. Sé que vosotros como admiradores del inmortal Neira, de ese héroe privilegiado de la Nueva Granada, aspiráis a imitar su * 69

*<br />

<strong>Diario</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>sucesos</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>revolución</strong> <strong>en</strong> <strong>la</strong> provincia <strong>de</strong> <strong>Antioquia</strong> <strong>en</strong> <strong>los</strong> años <strong>de</strong> 1840-1841<br />

hombres que fueron <strong>la</strong> avanzada que sorpr<strong>en</strong>dió al cuartel <strong>de</strong> Sa<strong>la</strong>mina, y que<br />

<strong>en</strong> Aguadas <strong>de</strong>bía estar ya el C. Díaz con <strong>la</strong> <strong>de</strong>más tropa y con <strong>los</strong> fusiles; pero<br />

a un mom<strong>en</strong>to <strong>de</strong>spués manifestó el P. mucho interés <strong>en</strong> que se cogiera a Isidro,<br />

y aún p<strong>en</strong>só ir el mismo a ver si podía conv<strong>en</strong>cerlo, para que se <strong>en</strong>tregara. Esto<br />

me ha dado mucho <strong>en</strong> que p<strong>en</strong>sar, y creo que ni es tanta <strong>la</strong> g<strong>en</strong>te, ni hay <strong>los</strong><br />

sufici<strong>en</strong>tes fusiles, pues sólo por el interés <strong>de</strong> estos <strong>de</strong>be ser que se busca a Isidro.<br />

En don<strong>de</strong> esté este traidor no se sabe: dic<strong>en</strong> que ya no está <strong>en</strong> Positos, y por<br />

esta razón el P. <strong>en</strong> lugar <strong>de</strong> ir a buscarlo, se ha ido esta tar<strong>de</strong> para Abejorral.<br />

Día 20. —Con el mayor asombro hemos visto <strong>en</strong>trar como a <strong>la</strong>s ocho <strong>de</strong>l día a<br />

Braulio con <strong>los</strong> voluntarios <strong>de</strong> Abejorral <strong>en</strong> número como <strong>de</strong> 25 a 30 hombres,<br />

y al C. Jaramillo con 30 que dic<strong>en</strong> ser veteranos: seguram<strong>en</strong>te lo serán pero su<br />

figura es <strong>la</strong> más miserable: son unos infelices cubiertos <strong>de</strong> andrajos, y si así son<br />

todos <strong>los</strong> <strong>de</strong>más <strong>en</strong> verdad que no es muy temible <strong>la</strong> columna <strong>de</strong> Mariquita. una<br />

persona hoy me dijo <strong>en</strong> secreto: “que a Sa<strong>la</strong>mina no habían <strong>en</strong>trado sino 110<br />

reclutas, todos <strong>de</strong> Mariquita y sólo v<strong>en</strong>ían 9 o 10 veteranos”, a lo que contesté:<br />

no hable ud. con nadie acerca <strong>de</strong> esto, pues sería muy perjudicial: muchos si<br />

supieran semejante cosa, no se comprometerían por nada, y ud. <strong>de</strong>be estar<br />

persuadido que aquí no se necesitan sino armas, y que <strong>en</strong> habiéndo<strong>la</strong>s aunque no<br />

haya veteranos el triunfo es seguro. Yo había p<strong>en</strong>sado acompañar a uds. ahora<br />

lo hago con más gusto, tanto porque puedo ser útil, como porque un ejemplo<br />

como éste arrebatará <strong>los</strong> ánimos vaci<strong>la</strong>ntes; porque ¿qué hombre que t<strong>en</strong>ga<br />

vergü<strong>en</strong>za se quedará, viéndome marchar <strong>en</strong> <strong>la</strong>s fi<strong>la</strong>s <strong>de</strong> uds.?<br />

Mi viaje estaba ya resuelto, y queri<strong>en</strong>do consultar este paso con alguna<br />

persona s<strong>en</strong>sata antes <strong>de</strong> solicitar el cons<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to <strong>de</strong> mi familia, me dirigí a<br />

un sujeto <strong>de</strong> juicio quién me dijo: “me parece una acción <strong>de</strong>masiado heroica,<br />

pero peligrosa”. Yo sólo quiero saber si perjudicará a mi honor, le interrumpí,<br />

porque esto sólo será capaz <strong>de</strong> cont<strong>en</strong>erme; a lo que me contestó: <strong>de</strong>shonroso<br />

no es, sino al contrario, una acción virtuosa; pero ud. <strong>de</strong>be hacer lo que su<br />

padre diga. fui a <strong>la</strong> casa <strong>de</strong> mi padre y dirigiéndome primero a mi madre le<br />

dije: que esperaba <strong>de</strong> el<strong>la</strong> se interesase con mi padre, a fin <strong>de</strong> que me diera<br />

su cons<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to. Vi con p<strong>la</strong>cer que a el<strong>la</strong> no le <strong>de</strong>sagradaba mi viaje,<br />

so<strong>la</strong>m<strong>en</strong>te se limitó a hacerme pres<strong>en</strong>te el <strong>de</strong>licado estado <strong>de</strong> mi salud. Volví<br />

un mom<strong>en</strong>to <strong>de</strong>spués a saber cuál había sido el parecer <strong>de</strong> mi padre, y con<br />

*<br />

68

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!