Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
CUENT UENT UENT UENTO UENT<br />
EL ESPIRAL<br />
ESPIRAL<br />
En su rostro no había más que primaveras sin brillo y en<br />
ellas, abrazaba siempre una estrella abollada.<br />
La frente contra la ventana y pequeñas perlas de cristal,<br />
caían en lluvia granizada, pensó entonces, que no le quedaba<br />
ya, una sola lágrima más.<br />
Había escuchado el primer ruido plateado y sabía que<br />
Luisa, por sus problemas en las piernas y su alta edad, tardaba<br />
entre tres y cuatro minutos en subir la inagotable escalera<br />
en espiral, que llevaba a la habitación, aunque según el cansancio<br />
que arrastrase del día, se demoraba uno o dos minutos<br />
más.<br />
La cortina sucia y descolorida que entre dos pliegues parecía<br />
sostenerle la cabeza, se confundía con su pelo descuidado,<br />
y se pasaba las manos por la cara, como queriendo lavar con<br />
esa misma saliva, alguna culpa pretérita.<br />
Sus mejillas hervían en la soledad de una vida llena de<br />
ausencias y lunas vacías, ¡Y cómo pesaban esas manos!, las<br />
que estrujaban el aire, tan frágiles y temblorosas.<br />
“Soy como un fantasma visto de día, se me ha podrido el<br />
corazón, y se me hizo un hueco la vida”, gritaba y aullaba con<br />
la garganta irritada, como queriendo desgarrar un mundo con<br />
su aliento.<br />
Los pasos de Luisa se oían aún lejanos, quizá no había<br />
llegado al primer descanso, de los dos que tenía el gran espiral<br />
de madera crujiente y abandonada.<br />
“Derramé la sal sobre las almas, y la sangre de quien amaba”,<br />
continuaba con el grito intacto y lloraba horrorosamente,<br />
pero de sus ojos, no caía el tibio vidrio, porque lloraba por<br />
dentro, retorciéndose en su propio infierno.