programa para dejar de fumar
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Por tanto, si alguien le dice o le quiere hacer creer que <strong>de</strong>jando <strong>de</strong> <strong>fumar</strong> su<br />
salud empeora, hay que <strong>de</strong>cirle que está equivocado, que no es su caso.<br />
2. Al <strong><strong>de</strong>jar</strong> <strong>de</strong> <strong>fumar</strong>, ¿uno se vuelve más ansioso o nervioso?<br />
Esta es una creencia muy arraigada en la población. Es sólo en parte cierta <strong>para</strong><br />
aquellos fumadores que <strong>de</strong>jan <strong>de</strong> <strong>fumar</strong> <strong>de</strong> golpe, al sufrir el síndrome <strong>de</strong> absti-<br />
nencia <strong>de</strong> la nicotina. No es su caso, que por el procedimiento seguido no lo ha<br />
sufrido.<br />
Algunas características <strong>de</strong>l síndrome <strong>de</strong> abstinencia <strong>de</strong> la nicotina son: intranqui-<br />
lidad, ansiedad, malestar general, etc. Cuando falta una sustancia se experimen-<br />
ta el “mono”, que en el tabaco es más suave que <strong>para</strong> otras drogas, pero al fin y<br />
al cabo hay que pasarlo si se <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> consumir (<strong>fumar</strong>, en este caso) bruscamen-<br />
te la sustancia. En su caso, la reducción paulatina no produce tales síntomas.<br />
Al tiempo existe otra creencia errónea sobre aquellos fumadores que <strong><strong>de</strong>jar</strong>on <strong>de</strong><br />
golpe sus cigarrillos. Esta es la <strong>de</strong> que se ponen irritables, nerviosos, que “casi<br />
m u e r<strong>de</strong>n” en sentido metafórico. Y que tal irritabilidad no <strong>de</strong>saparece a menos<br />
que se vuelva a <strong>fumar</strong>. Esto no es cierto. Si una persona <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> <strong>fumar</strong> brúsca-<br />
mente, lo que no es su caso, sufre el síndrome <strong>de</strong> abstinencia <strong>de</strong> la nicotina<br />
durante una semana, dos como máximo. Después vuelve a su estado norm a l .<br />
Sin embargo, hay casos don<strong>de</strong> la persona que se pone nerviosa, intranquila, gri-<br />
ta más, etc., se da cuenta <strong>de</strong> que con su conducta agresiva consigue más<br />
cosas que antes con su conducta más pasiva. Por ello, tal agresividad le sirv e<br />
<strong>para</strong> obtener más beneficios. También pue<strong>de</strong> darse esta conducta porque él ha<br />
<strong>de</strong>jado <strong>de</strong> <strong>fumar</strong> y los <strong>de</strong>más fumadores que conoce lo siguen haciendo. Ta n t o<br />
en un caso como en otro están muy lejos <strong>de</strong>l modo en que usted ha <strong>de</strong>jado <strong>de</strong><br />
f u m a r.<br />
Cuando otras personas le indiquen lo mal que usted se tiene que sentir, tiene que<br />
explicarles sencillamente como se siente. No hay nada mejor. La evi<strong>de</strong>ncia con<br />
los hechos por <strong>de</strong>lante siempre lleva la razón. Dígales que usted no tiene ninguna<br />
intranquilidad, nerviosismo u otro malestar <strong>de</strong> este tipo y que no lo va a tener. Si<br />
aún así le siguen insistiendo, dígales que esperen unos días y que comprueben<br />
por sí mismos como sigue igual.