Las Artes y los Oficios - Ministerio del Poder Popular del Despacho ...
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El Hombre<br />
Este es el ambiente donde se mueve nuestro personaje.<br />
Viéndolo actuar, se nos ocurre que <strong>los</strong> talleres mecánicos deberían<br />
anunciarse más o menos, como las empresas de pompas fúnebres:<br />
“Cuando por desgracia necesite <strong>los</strong> servicios...” Cuando el cliente<br />
llega al taller, la escena que se produce es muy semejante a aquella de<br />
<strong>los</strong> westerns en que el explorador blanco va al poblado indígena para<br />
negociar con el Gran Jefe. ¿Recuerdan que ambos se agachan y<br />
permanecen horas y horas silenciosos sin verse las caras, el indio<br />
fumando su pipa y el blanco rayando el suelo con un palito? Pues eso<br />
es precisamente lo que sucede entre cliente y mecánico. Este se<br />
encuentra, por ejemplo, en cuclillas ante un viejo guardafango que le<br />
sirve de recipiente para la gasolina negra con la cual está lavando un<br />
bloque de motor. El cliente se colocará a prudente distancia y, si se<br />
trata de un veterano conocedor de la psicología <strong>del</strong> mecánico, esperará<br />
pacientemente hasta que éste termine su trabajo o por lo menos<br />
levante la vista para dirigirle una rápida mirada. Pero si se trata de un<br />
novato impulsivo, le preguntará si lo puede atender. El primero tiene<br />
grandes esperanzas de ser atendido, el segundo habrá cometido la<br />
más estúpida de las pifias, porque nada indigna tanto a un mecánico<br />
como verse interrumpido en su labor.<br />
Supongamos que ya se ha roto el hielo y el Gran Jefe está<br />
dispuesto a escuchar al humilde accidentado. Rara vez un mecánico<br />
responde con palabras de más de una sílaba a la exposición de su<br />
cliente. Mientras éste va describiendo la sintomatología de su carro,<br />
él escucha en actitud de profunda meditación y luego por toda<br />
respuesta, grita:<br />
- ¡Medardo!<br />
Medardo es un mocetón que está metido debajo de un camión<br />
y tardará por lo menos un cuarto de hora en venir. Cuando al fin<br />
llega, el patrón le ordena:<br />
ANIBAL NAZOA<br />
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