Las Artes y los Oficios - Ministerio del Poder Popular del Despacho ...
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La máquina<br />
El instrumento de trabajo <strong>del</strong> chofer es, naturalmente, el<br />
vehículo. Pero hemos de advertir que el carro puro y simple, tal como<br />
sale de la fabrica, no hace al chofer. Es preciso añadirle una serie de<br />
accesorios que serán <strong>los</strong> que le den su aspecto y funciones definitivas.<br />
Supongamos que se trata de un taxi: comenzaremos por... ¿El<br />
taxímetro? No; en Venezuela no usamos esos artefactos infernales,<br />
sino que pagamos lo que el honestísimo transportista tenga a bien<br />
cobrar. Pongamos más bien unas cortinitas de fieltro de lo más monas,<br />
así con flequitos, que cubren la mitad <strong>del</strong> vidrio posterior. Luego,<br />
una imagen <strong>del</strong> santo de la preferencia <strong>del</strong> conductor, realizada en<br />
material plástico de manera que se pueda instalar por dentro un<br />
bombillito para que se ilumine cada vez que el auto frene o se abra<br />
una puerta. En seguida un perrito, tigrito o leoncito, también de<br />
plástico pero recubierto de material peludo y con una cabeza articulada<br />
que se mueve mediante un ingenioso sistema de clavitos. Seguimos<br />
con una gran cantidad de calcomanías que cubren casi totalmente el<br />
parabrisas, aunque dejando por supuesto <strong>los</strong> huecos necesarios para<br />
que el conductor pueda ver el camino. Después viene un par de<br />
pequeños floreros llenos de flores artificiales que se sujetan al tablero<br />
por medio de ventosas, un monito de felpa o un pequeño esqueleto<br />
plástico que cuelga <strong>del</strong> espejo retrovisor; un edredón que descansa<br />
en el espacio comprendido entre el respaldo <strong>del</strong> asiento trasero y el<br />
vidrio posterior, un forro de imitación cuero de caimán que recubre<br />
el volante, otra imagen sujeta al tablero por un imán oculto, un juego<br />
de lamparillas de diversos colores que se encienden y apagan con<br />
cada frenada <strong>del</strong> vehículo y tres cartelitos: uno que dice “No tire la<br />
puerta”, otro “No acepto idilio amoroso en mi vehículo” y el tercero “Si me<br />
va a pagar, no me puye la espalda”. Entre <strong>los</strong> artefactos distribuidos por<br />
toda la parte exterior <strong>del</strong> coche tiene especial importancia un espejito<br />
que el chofer usará para sacarse las espinillas mientras llegan <strong>los</strong><br />
pasajeros.<br />
Párrafo aparte merece uno que no es accesorio sino parte<br />
esencial <strong>del</strong> vehículo, sea este de uso público o particular: el radio. A<br />
ANIBAL NAZOA<br />
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